Este documento describe las virtudes de la clemencia y la mansedumbre. La clemencia modera la severidad del castigo de acuerdo con la justicia, mientras que la mansedumbre mantiene la paz del corazón contra la ira. Estas virtudes suavizan y pacifican. El documento también explica cómo María ejemplificó la clemencia al mitigar la severidad del castigo debido por la culpa de los pecadores.