1. MORTUS DOCENT VIVUS
«Los muertos enseñan a los vivos»

2. Un frío 2 de noviembre
Melancólica la muerte regresó,
Extrañando a su alma mater,
Por economía se paseó…

3. Que habrá pasado, me pregunto…
Con aquel maestro Raudel,
Me reprobó estando en segundo,
Por no programar como él…
Ya recuerdo que un cruel día,
Absorto en su vicio me lo llevé
Devorando 20 tazas
Del más oscuro café.

4. Y hablando de torturadores
De Eligardo me acordé,
Sus miradas las peores
Cuando no sabía que hacer.
Pero me vengué cruel y bonito
Y su castigo no tuvo par,
Lo tengo programando en access
Por toda la eternidad.

5. Ya entrado en los maestros
A Perlita rememoré,
Con recordar su carita
Ni de lo fresa me acordé.
Muy simpática ella
Y muy pacífica quedó,
Dormidita en su camita
De donde nunca despertó.

6. Para completar el super equipo,
A olivares no podía omitir
Y a su barba de chivo
Que ya no rondan por aquí
Solo un buen maestro quería ser
Hay no! Cómo sufrió!
Pues la shisha endemoniada,
Con asfixia me lo entregó.

7. Y así caminando por los pasillos
A otro personaje recordó,
Al rebelde maestro Olivo,
Que en los salones casi vio.
Le pedí en su lecho de muerte
Su última voluntad,
Pero solo pudo exclamar
-¡Oilo! ¡Oilo!- en su final.

8. Ah! Esos maestros de antaño,
En estos tiempos ya no los hacen así,
No fue fácil pasar el primer peldaño
Con aquella maestra Jarquín.
Los salones ya no son lo mismo
Desde su desenlace tan bizarro,
Una fuerte sobredosis
Por el vicio del cigarro.

9. En el mismo costal de vicios,
Metí a Paul con gran dicha,
Lo encontré entre los edificios,
Reciclando una bachicha.
Aunque se decía rehabilitado,
Se consolaba en las tardes cansadas.
Al infierno sin programación fue
obligado,
Igual que sus camaradas

10. Se me escapó la maestra Bety,
Pero de su oficina me corrió,
Iba a invitarle espaguetti,
Pero sus costumbres sabe, quien ese pasillo recorrió

11. Me voy con honda angustia,
De la nostalgia ni hablar
Ya no era la misma abadía
Que dejé muchos años atrás…
Lizette Hernández