3. La “buena” o “mala” música es
una clasificación que
claramente todos hacemos y
que nos ayuda a saber que
música nos gusta y la que no.
Pero existen ciertos
criterios de calidad,
independientemente de los
gustos. La música está hecha
para el entretenimiento pero
principalmente es un arte.
4.
5. Vemos repetidas veces
como no importa la
calidad musical de los
artistas con tal de que
sean “bellos”. La
importancia del aspecto
físico es tal que no se
llega a ser demasiado
sobresaliente en el mundo
comercial sin un físico
privilegiado. Además tienes que ser que
ser bello, simpático,
carismático y tener un apoyo
económico muy fuerte que
resuelva la promoción de tu
carrera. Por eso es
importante hacer una
clasificación de los
parámetros que determinan
la calidad de la música.
6. No todo el mundo tiene que ser súper virtuoso.
El problema es que los parámetros para
determinar la calidad de la música han pasado a
ser otra cosa y no la música en sí misma.
7. Si un adolescente escucha mala
música, es propenso como ya
vimos a actuar de una manera
destructiva.
Si escucha buena música su comportamiento
sería totalmente diferente, a uno positivo,
de allí la importancia de saber elegir la
música que transmita un buen mensaje y que
vaya acorde a una buena manera de actuar.
8. La música produce en el organismo la
liberación de dopamina, una hormona
asociada al placer, además de
producir un efecto relajante, que
reduce el dolor, la ansiedad y el
estrés.
Obviamente que no toda la música
puede ser considerada como una mala
influencia para la salud física y mental
de los adolescentes, ni tampoco toda
es beneficiosa.
9.
10. La música tiene muchos efectos en los
jóvenes, ya sean benéficos o
perjudiciales, de allí también podemos
sacar nuestra propia clasificación, si
sabemos que nos perjudica, obviamente
sabremos que es mala música, de lo
contrario si tenemos beneficios de ella
será la buena música.