Los integrantes de la guardia comunitaria de San Miguel Aquila, Michoacán, siguen en la cárcel y la comunidad está desperdigada desde agosto de 2013. La razón está en los intereses del gobierno estatal y el crimen organizado en la mina de hierro propiedad de los nahuas, coinciden el comunero Guadalupe Díaz y Leonel Rivero, abogado de los detenidos. A eso y a la discriminación por ser indígenas achacan el “trato diferenciado” con respecto a las autodefensas de Tierra Caliente. Después de conflictos con la empresa que explota el mineral para que pagara por la extracción, llegaron las actividades del crimen organizado.