El autor critica la iniciativa del "voto por ninguno", argumentando que es improcedente, desacertado y riesgoso. En cambio, propone que los grupos juveniles analicen los historiales de los candidatos sin importar el partido para endosar "candidatos de la nueva generación", lo cual podría eventualmente guiar a los votantes y dar a los jóvenes un verdadero poder político. Finalmente, el autor considera que proponer votar por ninguno donde hay candidatos valiosos es una irresponsabilidad y una traición.