Haití ha estado sumido en el caos por décadas debido a bandas armadas, corrupción de la élite y falta de instituciones. La democracia ha fallado en el país, donde la gente carece de derechos y el desarrollo es bloqueado. El autor pregunta si Haití necesita un dictador que pueda establecer orden, seguridad y progreso a cambio de algunas libertades políticas, las cuales de todos modos no existen ahora.