El documento discute nuevos paradigmas para la financiación de las artes escénicas. Señala que el estado español ya no destina el 2% del presupuesto a la cultura, por lo que las artes deben buscar más financiación privada a través del mecenazgo, fundraising y la internacionalización. Explora modelos en el Reino Unido, Canadá y Estados Unidos donde la financiación privada es más común. Finalmente, propone nuevos modelos como fondos de donaciones en línea, proyectos internacionales y fondos europeos.