Este documento critica de forma humorística las malas prácticas en señalización y obras públicas encontradas en diferentes partes de Europa. Se describen ejemplos de señales confusas, carriles bici peligrosos y obras que ignoran las necesidades de peatones y ciclistas. También se mencionan casos de exceso de señalización y radares de tráfico instalados sin criterio. El documento sugiere que a menudo priman consideraciones recaudatorias sobre la seguridad y funcionalidad.