Caja Madrid y Bankia ocultaron desde 2009 el sueldo real de sus ejecutivos a través de tarjetas opacas, lo que violó las normas de divulgación. En 2011, cuando se le pidió a un despacho externo que revisara la política de compensación, Bankia ocultó el sistema de pagos a través de tarjetas. Esto podría llevar al Banco de España a abrir expedientes disciplinarios contra los ejecutivos involucrados por ocultar información y crear un sistema para evadir la detección de sobresueldos.