La oración pide a Dios ayuda para ser un mejor padre, escuchar a los hijos con paciencia y amor, no humillarlos ni ponerles malos ejemplos, tratarlos de acuerdo a su edad y no ser autoritario. También pide valor para admitir errores, contener la ira, dar estímulos positivos y afecto, y ser un líder más que un jefe para los hijos. Finalmente, dice que familias sanas crean un mundo sano y pide compartir el mensaje con otros padres.