La ruptura entre los bloques occidentales y soviético se produjo al finalizar la Segunda Guerra Mundial, cuando las conferencias de paz evidenciaron la tensión creciente entre Estados Unidos y la Unión Soviética por el control de Europa. Esto llevó a la división del continente en dos zonas de influencia y a la creación de organizaciones militares opuestas como la OTAN y el Pacto de Varsovia, dando inicio a la Guerra Fría.