Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Origen libro
1. UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO DE ESTUDIOS A DISTANCIA
FACULTAD DE HUMANIDADES
INTRODUCCIÓN DE LOS PROCESOS TÉCNICOS BIBLIOTECARIOS
Alumno:
PADRÓN, MARCO
C.I. 13779460
Cabudare, Junio de 2015
2. INTRODUCCIÓN
El libro es hoy uno de los representantes más claros y aún más importantes
de la cultura, pese al avance de diferentes soportes tecnológicos que le han hecho
perder parte de su popularidad. El libro es sin duda alguna una de las creaciones
más relevantes del ser humano no sólo en lo que hace a la conservación sino
también a la transmisión de la cultura, de la ciencia, de la historia, de la filosofía,
etc. Esto es así ya que el libro aparece como una de las formas más comunes de
registro de datos, información y otros numerosos elementos que en definitiva
hacen a la identidad del ser humano como parte de la civilización.
El libro tiene un formato relativamente simple, que consta de tapas y de un
centro compuesto por hojas de papel en las cuales se imprime o se escribe el
material y la información a ser transmitidas. Dependiendo del material en el que
sea realizado y del cuidado que se le dé, el libro puede perdurar por muchos siglos
y ser una fuente importantísima de información y de conocimiento para las
generaciones futuras.
3. ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL LIBRO
Las primeras manifestaciones impresas fueron ideográficas. El primer
escrito que se conoce se atribuye a los sumerios de Mesopotamia y es anterior al
3000 a.c. Como está escrito con caracteres ideográficos, su lectura se presta a la
ambigüedad. Los egipcios dejaron documentos que proceden de unos cientos de
años después y testimonian el principio de transferencia fonética (Jeroglíficos).
Posteriormente, surgieron también sistemas ideo silábicos en el Egeo, el valle del
Indo y China. Otro sistema de escritura parecido data del 1300 a.C., y se ha
encontrado en la costa norte de la actual Siria, pero en este caso los caracteres de
la escritura eran unas cuñas como las de la escritura cuneiforme de Mesopotamia.
En toda la zona se escribía de forma parecida y fueron los griegos quienes
tomaron su escritura de los fenicios. Dieron el último paso, pues separaron
vocales de consonantes y las escribieron por separado; así se llegó a la escritura
alfabética en torno al 800 a.C. El papel apareció en Egipto alrededor del 800, pero
no se fabricó allí hasta el 900 (Papiro). En torno al 2000.a.C. los egipcios ya
escribían en soporte perdurable. El papiro se extraía de unas plantas acuáticas
muy abundantes en las orillas del Nilo, por lo que no debe parecernos extraño su
uso abundante en aquel territorio. Después de un elaborado proceso de
desecación y prensado, se obtenía unas hojas flexibles que únicamente podían
ser usadas por una cara. Era conocido en todo el mediterráneo oriental, pero
hasta la época Helenística, entre el siglo IV-III a.C., no alcanzó su apogeo.
Antes de nuestra era, surgiría un nuevo tipo de soporte de escritura. El
pergamino se extraía de la piel de las reses muertas -vacas, ovejas-, y no de una
fuente vegetal. Tras quitarles el vellón, tras un proceso de secado, se conseguía
un soporte mucho más firme y duradero que el papiro. Bajo Roma nació algo muy
parecido al libro actual, el codex membranei.
4. Aunque de un modo más simple, algunos musulmanes escribieron el Corán
sobre paletas de cordero. De este modo era más fácil y segura su transmisión.
Posteriormente, sobre todo en África, encontramos algunas suras y azoras del
libro sagrado musulmán sobre osamentas de gacelas u otros animales autóctonos.
La llegada del papel revolucionó la cultura del mundo. Su origen es oriental.
Este invento se suele datar en el s.II d.C. y se le atribuye a Cai Lun, un eunuco de
la corte del emperador chino Hedi. Sus primeros hallazgos se sitúan en una torre
abandonada de la Gran Muralla. Sin embargo, los expertos aseguran que el
verdadero hacedor es un desconocido. Con anterioridad a esa fecha debían existir
otros modelos más rudimentarios de papel, si bien quizá no se encontraron por su
mala confección y el paso del tiempo.
Los primeros testimonios escritos denominan al papel chino “ zhi”. Solo los
libros más lujosos usaban seda. En cualquier caso, unas hojas se pegaban a otras
hasta conformar largos tramos que se enrollaban en una vara, lo cual era un gran
inconveniente a la hora de buscar cierta información. Para subsanar el problema
los chinos dispusieron las hojas en forma de “remolino” y “mariposa”. De este
modo se podía consultar cada hoja independientemente., muy similar a nuestros
actuales libros. Este tipo de producciones se datan entre los siglos V y X. En el
siglo VI ya se conocía el proceso de elaboración en los territorios actuales de
Japón, Corea y Vietnam.
El siguiente hito en la historia de los libros fue la imprenta. Nuevamente los
chinos tomaron la delantera al Viejo Continente. Ya en el siglo I d.C. se documenta
la costumbre de tallar los textos en negativo de madera para luego grabar textos
religiosos, oraciones o retratos de Buda en papel. Este tipo de impresión parece
haber surgido a orillas del río Yagtze (o río Amarillo), desde donde proliferó a los
territorios adyacentes. En el año 932 Feng Dao propuso al emperador tallar una
5. serie de “clásicos en piedra” para hacer copias con mayor rapidez y repartirlas por
el reino.
Aquí es donde Europa entra en la historia del libro con paso firme. El
“descubrimiento” de la imprenta en Occidente fue posible gracias a tres
innovaciones: la prensa, el metal fundido y la tinta grasa. Que Johannes
Gensfleish, más conocido como Gutenberg, imprimiera la Biblia hacia 1447, no
debe parecernos algo novedoso.
En 1500 solo doce países conocían el secreto de los “tipos móviles”, y ya
habían sido impresas cuarenta mil ediciones de libros. A mediados de 1550 la
“nueva tecnología” había llegado a América. Los libros dejaron de ser artículos de
lujo. Los lectores querían llevarlos consigo en sus viajes, por lo que se imprimieron
en cuartillas y octavillas; algo así como el “libro de bolsillo” actual.
Desde aquí hasta el siglo XXI el camino ha sido más o menos azaroso.
Importante impulso fue del que gozó en pleno siglo XVIII, con los reyes ilustrados,
quienes intentaron aplicar, más en la teoría que en la práctica, políticas para
culturizar al pueblo. Hoy día, solo en España, se publican más de 60.000 títulos al
año. Internet y las nuevas tecnologías, nuevamente asiáticas, han permitido la
venta al público de “libros electrónicos” donde archivar millares de textos que
poder llevar a todas partes con nosotros.
EL LIBRO Y SU CONTEXTO SOCIAL
Definitivamente la lectura de libros abre en nosotros, los seres humanos,
dos grandes posibilidades: a) Hermenéutica, nos capacita para interpretar la
realidad; b) heurística, nos habilita para descubrir aspectos no percibidos de la
misma. Crear, interpretar, transmitir, y conservar valores, creencias y
pensamientos vale tanto para quien escribe un libro como para aquel que los lee.
6. La pérdida del hábito de la lectura, además de traer analfabetismo
funcional, se debe contextualizar como un debilitamiento de la identidad cultural.
El hábito afectivo con el libro se establece por medio del hábito de la lectura.
Conocemos a medida que vamos leyendo. Leer por ocio o por negocio, como
actividad contemplativa o acción operativa, para saber ser o para saber hacer, el
libro trama al hombre en una red de búsqueda y encuentros, bien solitarios e
íntimos, bien solidarios y públicos, le brinda compañía en las diversas edades de
su existencia, lo ayuda a crecer, conforme a su talento o disposiciones personales.
Ante esta situación, las campañas a favor de la lectura tratan de
contrarrestar esta evidente impopularidad del libro, mediante el cambio de
concepto con el cual asociamos la lectura y transformando a ésta en un
pasatiempo habitual, una vertiente de entretenimiento y no en una penitencia.
Estas campañas recurren a estrategias publicitarias y de marketing que
tratan de introducir al libro en el complejo y competitivo mundo de imágenes y
mensajes que diariamente bombardean a la gente, esperando crear con ello un
efecto positivo que haga de la lectura una actividad deseable.
7. CONCLUSIÓN
El hombre es, sin lugar a dudas, el ser más creativo en la faz de la tierra.
Hemos llegado al siglo XXI, y sus inventos son notables; Autos, Barcos, Aviones,
computadoras, Celulares; si nos pusiéramos a hacer una lista de todo lo que ha
inventado la humanidad no serían cientos, sino miles los artefactos que el hombre
ha creado, unos más trascendentes que otros, pero todos de un modo u otro han
permitido el desarrollo o el mejoramiento de las condiciones de vida.
Hice una reflexión y llegue a la conclusión de que el invento más importante
de la humanidad es el Libro, incluso por encima de la rueda, pues a pesar de que
esta facilitó la trasportación de objetos, y transformo enormemente la vida de las
personas, su alcance es físico y por lo tanto efímero, se trata de un invento
utilitario; el libro en cambio transporta ideas, y es tan eficiente haciéndolo que es
capaz de llevar el pensamiento de una persona a través del tiempo, de una
generación a otra, permitiendo conocer las ideas de un Creador incluso después
de su muerte.
No es necesario decir que tan importante son los libros, basta con investigar
un poco para darnos cuenta de que toda religión está fundamentada en uno, que
los grandes movimientos sociales se han dado a partir de un documento escrito y
que los grandes desarrollos científicos han ido evolucionando a partir de registros
escritos. El libro es definitivamente el invento más valioso de la humanidad.