Este documento cuestiona la veracidad de la muerte de Osama bin Laden y sugiere que fue un montaje del gobierno de Estados Unidos para desviar la atención y ganar popularidad. Argumenta que no hay pruebas concretas de su muerte y que arrojar su cuerpo al mar fue sospechoso. Finalmente, predice que con el tiempo saldrá a la luz la verdad sobre lo sucedido.