El documento discute por qué el autor considera que el anime es increíble, citando tres razones principales: 1) la capacidad de los animes para generar sentimientos emotivos en los espectadores a través de las historias y personajes, 2) la fuerza de voluntad y determinación mostrada por los protagonistas de los animes, y 3) que el anime debe ser considerado un arte por la calidad de sus historias, personajes y animación.