La diosa Palas se siente ofendida cuando la mortal Aracne la reta a demostrar quién es la mejor tejedora. Ambas tejen bellas telas donde representan escenas de los dioses, pero la de Aracne muestra comportamientos censurables de éstos. Ante el éxito de su rival, Palas se llena de cólera y rompe la tela de Aracne, golpeándola y maldiciéndola a convertirse en araña para siempre.