La limpieza de una piscina contaminada requiere seis etapas: 1) drenar el agua contaminada, 2) aplicar productos químicos para eliminar la suciedad, 3) volver a llenar la piscina con agua limpia, 4) ajustar los niveles de pH y cloro, 5) dejar que el agua se estabilice, y 6) comprobar que el agua está limpia y segura antes de volver a usar la piscina.