La comunicación en las empresas debe ser bidireccional para establecer una ventaja competitiva sostenible a través del tiempo mediante la diferenciación, la innovación y la tecnología. Las empresas deben definir su misión, visión y valores para desarrollar una estrategia y mapa estratégico que se mida con el Balance Scorecard, fijando objetivos personales alineados con los resultados estratégicos orientados a accionistas, clientes, procesos y personal.