Ana invita a Sofía a ir al parque de diversiones. Ellas conversan por teléfono y acuerdan reunirse en la casa de Sofía. Una vez en el parque, deciden subir a la montaña rusa, la cual resulta ser una experiencia aterradora pero divertida que deja a Sofía con nauseas. A pesar del miedo y las nauseas, pasan un día entretenido en el parque.