2. Etimología
La pereza viene del latín pigritia, formada de la palabra piger (flojo) y el
sufijo -itia, que expresa cualidad. La evolución fonética, de pigritia a pereza,
se puede explicar de esta manera:
- El grupo -ti- seguido por una vocal (pigritia) se convierte en -z- (pereza),
igual como en: capitia-> cabeza y rationem-> razón. Nótese que la z no
existía en el alfabeto latino inicial. Sólo era usada para transcribir palabras
griegas. se pronunciaba como dz. Esa d es la sonorización de t.
-La –g- interior (pigritia) se pierde (pereza), igual como en: legitimus-> lindo
y legere-> leer.
- La –i- tónica (pigritia) pasa a –e- (pereza) como vemos en lingua->
lengua y littera-> letra.