Un profesional de lengua castellana debe ser responsable, creativo, organizado, disciplinado, disponible, líder y estar a nivel internacional. Para ser responsable, se requiere puntualidad, orientación, reconocer las inquietudes de los estudiantes, y planear y reportar las actividades de clase de forma oportuna. También debe ser creativo al delimitar tareas para los estudiantes y determinar sus áreas de autoridad. La organización implica definir objetivos y tareas para los estudiantes con claridad.