Las pilas son cilindros que generan electricidad a través de un proceso químico entre un electrodo positivo (cátodo) y uno negativo (ánodo). Se producen insertando diversos materiales químicos como dióxido de magnesio, electrolito y zinc en latas de acero mediante un proceso de 14 pasos. Es importante cargar las pilas regularmente al 40-50% de su capacidad y evitar descargarlas por completo o exponerlas a altas temperaturas para maximizar su vida útil.