El documento describe los diferentes elementos y niveles de autonomía de los centros escolares, como la capacidad de crear su propio proyecto educativo y currículo, administrar su presupuesto y realizar evaluaciones. La autonomía busca mejorar la educación permitiendo una mayor adaptación a cada contexto y responsabilizando a los profesionales. Sin embargo, requiere que los profesores estén bien formados y que no se descuide la equidad entre escuelas.