Este poema celebra la amistad incondicional y el apoyo mutuo entre amigos. Describe cómo un amigo puede escuchar sin juzgar, ofrecer consuelo en tiempos difíciles, y celebrar los triunfos del otro sin esperar nada a cambio. El poema concluye agradeciendo a Dios por la amistad y reconociendo lo valioso que es tener amigos en la vida.