Este poema describe un viaje alegórico hacia la isla de Ítaca. Aconseja al viajero que desee que el viaje sea largo y lleno de experiencias y conocimientos, y que no tema los peligros si mantiene la mirada alta y el alma guiada por la emoción. Recomienda visitar puertos, mercados y ciudades para adquirir conocimientos y objetos preciosos, pero siempre teniendo presente que Ítaca es el destino final. El viaje no debe apresurarse para que al llegar