La pendiente de un techo depende del material de la cubierta y se utiliza para desalojar el agua con facilidad. Las pendientes más comunes son entre 20-27% para zinc y tejas de fibrocemento, 30-60% para tejas de barro, y 50-80% para techos de paja o palma. Es importante aplicar las pendientes mínimas según el clima local, las cuales se calculan usando una fórmula que considera la orientación de la cubierta.