2. La bulimia es una enfermedad que
presenta trastornos alimenticios, y es,
junto a la anorexia, uno de los
trastornos psicológicos, relacionados
con la comida, más comunes en la
actualidad. Al igual que en la anorexia,
las personas más susceptibles a esta
enfermedad son los adolescentes de
género femenino.
Bulimia es un vocablo de origen
griego, que quiere decir “hambre de
buey”, y en honor a su nombre, la
gente que padece de bulimia siente
exageradas ganas de comer y no
logra saciarse; no obstante, más
tarde cae en la culpa y siente que
debe eliminar la comida que ha
ingerido a cualquier costo.
innumerables veces, y que si no sos
bello serás discriminado; este es un
factor fundamental en la aparición
de la bulimia.
3. El atracón. Una ingestión masiva y desaforada de alimentos de
hasta 15.000 o 20.000 calorías, durante un tiempo variable en que el
paciente experimenta una pérdida de control y gran dificultad para
dejar de comer.
Las conductas compensatorias. Están destinadas a impedir el
aumento de peso.
Aunque se utilizan varios métodos, el 80 o 90 % suele provocarse el
vómito tras el atracón introduciéndose los dedos en la boca hasta la
garganta. Con el tiempo les resulta más fácil, ya que lo consiguen
sólo con la compresión del estómago.
Excesiva preocupación por el cuerpo. Tienen pensamientos
erróneos respecto a su
peso y su figura, y sufren una distorsión en la percepción y
valoración de su propia imagen.
Poseen una conciencia de su enfermedad mucho más clara que las
anoréxicas.
4. Al igual que la anorexia, se trata de un cuadro cuya etiología sólo puede
entenderse bajo un enfoque multifactorial. Aplicando el mismo modelo de
la anorexia nerviosa, se dividirán en factores predisponentes o de riesgo,
factores desencadenantes y factores perpetuantes.
Factores predisponentes o de riesgo. Incluyen factores individuales, familiares
y socioculturales.
Individuales. Se trata de factores genéticos, biológicos y de personalidad.
Afectan más al sexo femenino y se ha observado que entre los familiares en
primer grado de las bulímicas existen otras pacientes bulímicas, por lo que se
cree que hay un componente genético.
Entre los biológicos destaca la disminución de la función del neurotransmisor
serotonina, lo que provoca ausencia de saciedad y, en consecuencia, se
producen comilonas, sobre todo a base de azúcares.
La personalidad es de tipo depresivo, ansiosa, y presentan rebeldía,
hostilidad, impulsividad y aislamiento.
5. Hay dos tipos de bulimia nerviosa:
Tipo purgativo. Durante el episodio de bulimia
nerviosa, el enfermo se provoca el vómito con
regularidad o abusa de laxantes, diuréticos o
enemas.
Tipo no purgativo. En este caso, para controlar el
peso utilizan como mecanismos compensadores el
ayuno y el ejercicio excesivo durante los días
siguientes al atracón, pero regularmente no hay
vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, diuréticos
o enemas.
6. Las complicaciones más importantes se derivan de los vómitos y del abuso de
laxantes. En general, presentan cansancio físico y psíquico, con disminución de los
rendimientos escolares y laborales; acaban por abandonar totalmente sus obligaciones, su aseo y su persona.
Alteraciones digestivas. Son las más frecuentes, entre las que destacan úlceras en el esófago, por el paso del
contenido del estómago a la boca; aumento del tamaño de las glándulas salivares; dilatación del estómago o rotura, ya
sea por la ingesta masiva o por el esfuerzo al vomitar; pérdida significativa del esmalte dental y aparición de caries
dentales; callosidades en las manos (signo de Russell), por el paso ácido del vómito autoprovocado por el dorso de la
mano.
Alteraciones respiratorias. Puede aparecer ronquera crónica e infecciones pulmonares por la aspiración hacia el
pulmón de alimentos al vomitar.
Alteraciones cardiovasculares. Alteraciones del ritmo cardíaco secundarias al déficit en potasio a causa de las
conductas purgativas, ya sean los vómitos o el abuso de laxantes, que pueden ocasionar la muerte.
La deshidratación por vómitos o abuso de laxantes provoca que la presión de la sangre sea baja. A raíz de los esfuerzos
para vomitar es posible que aparezcan puntos rojizos en cara y cuello por roturas de pequeños vasos sanguíneos, al igual
que hemorragias en la conjuntiva de los ojos.