2. En definitiva se trata de una obsesión
moderna por la perfección del cuerpo, es la
nueva "epidemia del culto al cuerpo".
Esta plaga de la búsqueda de la perfección
tiene distintas formas de manifestarse y
algunas de ellas difieren notablemente entre
sí.
3. Hay trastornos de tipo alimentario como la Anorexia y la
Bulimia nerviosas, que vienen de la mano de la
denominada "cultura de la delgadez".
La Vigorexia es una obsesión en torno al culto del
músculo.
La dismorfia corporal conlleva una obsesión reiterada
por alguna parte del cuerpo, aunque no exista ningún
defecto.
4. Todos estos trastornos comparten varios síntomas en
común, desear una imagen corporal perfecta y
distorsionar la realidad frente al espejo.
Esto ocurre porqué en las últimas décadas, ser
físicamente perfecto se ha convertido en uno de los
objetivos principales de las sociedades desarrolladas.
Es una meta impuesta por nuevos modelos de vida en
los que el aspecto parece ser el único sinónimo válido
de éxito, felicidad e incluso salud.
5. A pesar de que la negación y secretismo complican el diagnóstico
de la bulimia, existen criterios básicos para identificar esta
enfermedad:
Frecuentes episodios de ingesta abusiva de alimentos.
En este caso, el paciente suele comer cada dos horas una cantidad de
comida superior a la que cualquier persona normal desearía.
Un sentimiento de falta de control durante este episodio o, en su defecto, la
sensación de que no puede evitar la necesidad de comer.
Además de la comida desmesurada, existe un comportamiento
compensatorio inapropiado para evitar el aumento de peso.
Esta conducta se traduce en el vómito auto-inducido, en el sobre uso de
laxantes, diuréticos y enemas o en el exceso de ejercicios físicos.
6. Divorcio de los padres, sobreprotección de los hijos,
muerte de un familiar, antecedentes familiares de
anorexia o depresión o, incluso, ser el primero o el
último de los hermanos se han revelado como factores
que pueden empujar a un adolescente con
predisposición a sufrir un trastorno de alimentación a
caer definitivamente en la telaraña de la anorexia o de la
bulimia.
factores precipitantes.