La tecnología puede ser una herramienta muy útil en la educación infantil si se usa de forma adecuada. Los recursos digitales como las tabletas, los ordenadores o las pizarras interactivas pueden motivar a los niños y hacer las clases más dinámicas e interactivas cuando se emplean para apoyar y reforzar los contenidos curriculares de una manera lúdica y creativa.