Este sermón explora el tema de la humildad. Argumenta que la humildad significa servir y ayudar a los demás de corazón, no por obligación. También discute que Dios desea que ayudemos a los necesitados con humildad y que amemos a los demás, incluso a aquellos que han sido malos con nosotros. Finalmente, enfatiza que la única opinión que importa es la de Dios, no la del mundo.