San Balduino de Rieti murió joven en Italia en 1140 y fue enterrado en la catedral de Rieti. Tras su muerte, la gente comenzó a admirar su santidad y los milagros que se atribuían a su nombre, dando inicio a su culto. Más de cien años después, en 1255, se inauguró la Abadía de San Pastor cerca de su tumba original para honrar su memoria.