El tango surgió a mediados del siglo XIX en los conventillos de Buenos Aires, donde inmigrantes y porteños crearon un nuevo género musical y de baile. Se desarrolló en las ciudades de Buenos Aires y Montevideo, a lo largo del Río de la Plata. A fines del siglo XIX, el tango se popularizó y expandió fuera de Argentina, alcanzando su máximo esplendor en el siglo XX como baile de parejas.