Desde La Habana Vieja se puede observar La Habana Nueva y el Edificio de Gobierno frente a la Plaza de la Revolución donde Fidel Castro daba discursos, mientras que autos estacionados en Matanza muestran letras y colores que indican su provincia y dueño cubano, y el Capitolio Nacional de La Habana de 1929 se inspiró en el estadounidense.