Las actividades petroleras en territorios amazónicos han tenido varios impactos negativos en las comunidades indígenas y el medio ambiente. Se construyeron trochas de 5 metros de ancho que requirieron cortar la vegetación en una media hectárea por cada kilómetro. Estos dañaron viviendas indígenas. También ha habido incumplimiento de normas ambientales durante la exploración, explotación y abandono de pozos. Un estudio encontró que el 60% de pozos y el 100% de estaciones tenían familias viviendo a menos de