Las tres causas más comunes de esforzar la voz son la afonía, la disfonia y las alteraciones por mala técnica vocal como nódulos y edemas. La afonía se produce cuando se esfuerza demasiado la voz al trabajar u otras actividades que requieren el uso de la voz. La disfonía es similar a la afonía pero puede dejar a la persona sin poder hablar durante días. Por lo tanto, es importante cuidar la voz para evitar estas consecuencias.