El documento discute si México está culturalmente preparado para incorporar la tecnología a la educación. Señala que actualmente no lo está debido a que la educación es deficiente y no satisface las necesidades tecnológicas. También menciona que los mexicanos no tienen suficiente conocimiento de la tecnología y a menudo la usan de manera incorrecta, lo que puede afectar su salud mental. Sin embargo, reconoce que con el tiempo la sociedad puede actualizarse e investigar más usando la tecnología.