Este poema instruye sobre cómo pintar un cuadro que capture a un pájaro de manera que parezca libre aunque esté atrapado. Primero se pinta una jaula abierta y cuando el pájaro entra, se cierran las puertas con el pincel. Luego se borran los barrotes y se pinta el entorno natural del pájaro para que cante, indicando que el cuadro es bueno, y se puede firmar. Si no canta, significa que el cuadro no es bueno.