Las propiedades de los campos de una tabla permiten controlar cómo se almacenan y presentan los datos. El tamaño del campo determina la longitud máxima de datos, mientras que el formato controla cómo se muestran. Las máscaras de entrada guían la introducción de datos y las validaciones aseguran valores correctos. Los campos también pueden tener títulos descriptivos y valores predeterminados.