El anime japonés comenzó en el siglo XX con cortometrajes influenciados por Disney, luego en la posguerra surgieron grandes estudios como Toei que produjeron series y películas. Con el tiempo se desarrollaron géneros como shonen, shojo y otros, y surgieron directores famosos como Katsuhiro Ōtomo y Hayao Miyazaki, al igual que franquicias muy populares como One Piece, Naruto y Dragon Ball.