2. Entre las puertas con las que debe contar un
edificio, encontramos aquellas que están
preparadas para evitar la difusión y propagación
del fuego, actuando como barreras que protegen
diferentes estancias de un mismo lugar,
retardando de este modo que el fuego pase de
habitaciones a otras. Estas deben contar con unas
características específicas establecidas en
manuales de prevención de riesgos laborales y de
seguridad ciudadana.
3. Estas suelen ser de metal, madera o vidrio, y son
instaladas, como hemos comentado anteriormente
para evitar la propagación y difusión de llamas,
del mismo modo que permiten una mejor
evacuación de los edificios. Este modelo de
puertas suelen ser conocidas también bajo las
siglas RF o Resistentes al Fuego.
Las más utilizadas son aquellas creadas de metal,
pivotantes y que pueden llegar a soportar los 180
grados centígrados.
4. Su funcionamiento es sencillo, por un lado
realizan tareas de compartimentación, o sea que,
actúan como barrera o vaya que retrasa la
propagación del fuego, retrasando el incendio y
dotando al personal que se encuentre en el lugar
de más tiempo para poder salir sin
complicaciones.
Y por otro lado, son puertas que cuentan con un
sistema de autocierre, cada vez que se abran, al
soltarlas, se cierran automáticamente gracias a un
electro-imán.
5. En cuanto a los tipo de puertas cortafuegos
encontramos dos tipos:
1. Aquellas diseñadas como una hoja, las cuales
están creadas con dos chapas de acero, rellenas
de lana de roca de alta densidad.
2. Y las puertas guía, que se instalan según la
capacidad del hueco en el que irán insertas y
están fabricadas con material galvanizado
6. Las características mínimas y básicas que debe
tener para que sean catalogadas como tal bajo la
norma de seguridad establecida con las siguientes:
• Según el tipo, están diseñadas para el cierre y
sectorización de huecos diferentes.
• Si su uso es intensivo y habitual, deben estar
permanentemente abiertas, a no ser que sea
necesario cerrarlas.
• Tiene tres modos de funcionamiento, el manual,
el semiautomático y el automático.
7. • El cierre de las mismas está garantizado por el
propio contrapeso en el caso de las manuales, en
los otros dos casos es por sistema SAI.
• Todas cuentan con un electro-imán instalado
que al emitirse la señal de alarma, este recibe un
impulso y la puerta queda liberada, cerrándose
de este modo por el sistema del contrapeso.
8. Al ser puertas con un fin preventivo específico,
estas deben pasar un mantenimiento rutinario de
las mismas para mantener inalterables todas las
propiedades.
Del mismo modo que deben estar cerradas en el
momento en el que se precise, necesitando así la
incorporación de sistemas o accesorios de cierre.
9. Las operaciones de mantenimiento irán
orientadas a:
• El estado de la puerta
• El estado de sus componentes fundamentales
• Su capacidad de auto cierre
• La vida útil
• El uso de piezas de repuesto originales para su
mantenimiento y que este sea realizado por
personal cualificado para ello.
10. Las puertas cortafuego deben estar colocadas
principalmente en lugares considerados como vías
de escape con el fin de evitar la propagación del
fuego, como pueden ser, entradas a escaleras,
entradas y salidas de edificios, largos pasillos y
salidas de emergencia. Además son colocadas en
parecer que resisten el fuego y las altas
temperaturas y que han pasado los controles
necesarios para corroborar esto.