SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 269
Descargar para leer sin conexión
FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS




LA SECUENCIA MÁS TEMPRANA EN EL SITIO
  DE PUKARA, CUENCA NORTE DEL LAGO
               TITICACA


         Tesis para optar el título de Licenciado

                     en Arqueología

                     que presenta el

                        bachiller




          DAVID ERNESTO OSHIGE ADAMS




                DR. PETER KAULICKE




                       Lima, 2010
Agradecimientos




      Esta investigación no se habría dado sin la colaboración de un gran

número de personas a quienes debo tanto admiración como agradecimiento.

Mi asesor, el Dr. Peter Kaulicke ha sido fundamental para poder articular

todas mis ideas y darle sentido al texto. Sin la colaboración de Elías Mujica

no hubiese podido conocer muchas cosas tanto de las excavaciones en el sitio

como datos de la cuenca en general, su desprendimiento y ayuda

incondicional, han sido de mucha utilidad.




Los consejos del Dr. Idilio Santillana han sido motivadores desde épocas de

pregrado hasta la actualidad. En Puno, mis grandes amigos, Cecilia Chávez y

Edmundo de la Vega, me han apoyado en todo momento por lo que estoy

eternamente en deuda con ellos. En Pucará, tengo un amigo fuera de serie,

Honorato Ttaca, quien no sólo compartió su gran sabiduría sino que también

me permitió entrar en su hogar y conocer a su familia. En cuanto al INC-

Puno, debo agradecer las facilidades dadas por los directores Rolando Paredes

y Carlos Landa.




También quiero agradecer a Liz Klarich por haberme ayudado tanto y ser fuente de

ánimo permanente y a mi amigo Hugo Ikehara quien me alentó durante esta
investigación. A mi mamá, Norma, por guiarme espiritualmente, a mi papá Fernando por

haberme dado valores, disciplina y amor por el trabajo. Rosa Marcelina y José Jiro han

sido muy importantes por su apoyo en todos los aspectos y Juergen Golte ha sido un

colaborador permanente. Finalmente quiero agradecer a todas las personas que directa e

indirectamente ayudaron en esta investigación y a Bárbara por su locura y genialidad

inacabable.
Índice...………………………………………………………………………………1

Introducción……………………………………………………………………….5

Capítulo 1
La cuenca del Lago Titicaca…………………………………………………..8

1.1.- Descripción geográfica………………………………………………………..8
1.2.- La cronología…………………………………………………………………..12
1.3.- El proceso cultural durante el Formativo…………………………………17

Capítulo 2
La investigación arqueológica en el sitio de Pukara………………….20

2.1.- Descripción general del sitio………………………………………………...20

     2.1.1.- Ubicación, tamaño y organización espacial……………………..20
     2.1.2.- Descripción del área monumental………………………………..24

2.2.- Antecedentes de investigación………………………………………………32

     2.2.1.- Excavaciones y reconocimientos…………………………………..32
     2.2.2.- Estudios de la cerámica…………………………………………….35

Capítulo 3
El Proyecto Copesco……………………………………………………………..41

3.1.- Objetivos………………………………………………………………………..42

3.2.- Metodología…………………………………………………………………….43

     3.2.1.- Sectorización…………………………………………………………44
     3.2.2.- Secuencia y estrategia de excavación……………………………48

3.3.- Las excavaciones………………………………………………………………49
       3.3.1.- Temporada 1975-1976……………………………………………...49
       3.3.2.- Temporada 1977-1978………………………………………………49
       3.3.3.- Temporada 1979-1980………………………………………………50
       3.3.4.- Temporada 1981……………………………………………………..54

3.4- La estratigrafía………………………………………………………………….54
       3.4.1.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N2-3 E17-
       18……………………………………………………………………………….58




                                                                     1
3.4.2.- Descripción de capas, Sector BB Eje Norte 4 (Cuadrícula N4-5
       E17-18 y N4-5 E19-20………………………………………………………..61
       3.4.3.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N6-7 E23-24…….66

3.5.- Secuencia general del sitio y fases de ocupación…………………………..70
       3.5.1.- Fase I. Ocupación inicial del sitio………………………………….70
       3.5.2.- Fase II. Época transicional pre Pukara.......................................71
       3.5.3.- Fase III. Transición pre Pukara a Pukara………………………..71
       3.5.4.- Fase IV. Época Pukara Clásico o Medio…………………………..73
       3.5.5.- Fase V. Abandono del sitio y colapso de Pukara………………...74
       3.5.6.- Fase VI. Reocupaciones tardías…………………………………….75

Capítulo 4
El material cerámico……………………………………………………………...78

4.1.- La clasificación morfofuncional………………………………………………78

       4.1.1.- Descripción de las categorías formales……………………………79

               4.1.1.1.- Vasijas abiertas…………………………………………….79
                      4.1.1.1.1.-Platos……………………………………………….79
                      4.1.1.1.2.- Cuencos……………………………………………80
                      4.1.1.1.3.- Tazones……………………………………………81
               4.1.1.2.- Vasijas cerradas……………………………………………88
                      4.1.1.2.1.-Ollas sin cuello……………………………………88
                      4.1.1.2.2.- Ollas con cuello…………………………………..89
                      4.1.1.2.3.- Cántaros…………………………………………..91

       4.1.2.- Descripción de las variaciones formales en la secuencia………97

4.2.- Decoración……………………………………………………………………….99

       4.2.1.- Técnicas decorativas………………………………………………..100
               4.2.1.1.- Pintura……………………………………………………..100
               4.2.1.2.- Incisiones…………………………………………………..100
               4.2.1.3.- Aplicaciones………………………………………………..101

       4.2.2.- Categorías decorativas……………………………………………..101
               4.2.2.1.- Decoración interna………………………………………..101
                      4.2.2.1.1.- Pintura…………………………………………...101
                      4.2.2.1.2.- Incisiones………………………………………...102
                      4.2.2.1.3.- Pintura e incisiones…………………………….103




                                                                                            2
4.2.2.2.- Decoración externa…………………………………….…104
                  4.2.2.2.1.- Pintura…………………………………………...104
                  4.2.2.2.2.- Incisiones………………………………………...105
                  4.2.2.2.3.- Pintura e incisiones…………………………….107
                  4.2.2.2.4.- Aplicaciones e incisiones………………………108
                  4.2.2.2.5.- Pintura, incisiones y aplicaciones……………109

           4.2.2.3.- Decoración interna y externa…………………………...109
           4.2.2.3.1.- Pintura…………………………………………………...109
                  4.2.2.3.2.- Pintura, incisiones y aplicaciones……………110

     4.2.3.- Correlación de las categorías formales y las decorativas……..111


4.3.- Consideraciones estilísticas de los diseños decorativos…………………112

4.4.- Tecnología………………………………………………………………………117

     4.4.1.- Análisis de pasta……………………………………………………119
     4.4.2.- Conjuntos de pastas………………………………………………..122
             4.4.2.1.- Conjunto 1A……………………………………………….123
             4.4.2.2.- Conjunto 1B……………………………………………….123
             4.4.2.3.- Conjunto 1C……………………………………………….123
             4.4.2.4.- Conjunto 1D……………………………………………….123
             4.4.2.5.- Conjunto 1E……………………………………………….123
             4.4.2.6.- Conjunto 1F……………………………………………….124
             4.4.2.7.- Conjunto 1G……………………………………………….124
             4.4.2.8.- Conjunto 2A……………………………………………….124
             4.4.2.9.- Conjunto 2B……………………………………………….124
             4.4.2.10.- Conjunto 3A.……………………………………………..125
             4.4.2.11.- Conjunto 3B………………………………………………125
             4.4.2.12.- Conjunto 4………………………………………………..125
             4.4.2.13.- Conjunto 5A……………………………………………...125
             4.4.2.14.- Conjunto 5B………………………………………………126
             4.4.2.15.- Conjunto 5C………………………………………………126

     4.4.3.- Alfares………………………………………………………………...128
             4.4.3.1.- Alfar A………………………………………………………128
             4.4.3.2.- Alfar B………………………………………………………129
             4.4.3.3.- Alfar C………………………………………………………130
             4.4.3.4.- Alfar D……………………………………………………...131
             4.4.3.5.- Alfar E………………………………………………………132
             4.4.3.6.- Alfar F………………………………………………………133
             4.4.3.7.- Alfar G……………………………………………………...134



                                                                           3
4.4.3.8.- Alfar H……………………………………………………...135


4.5.- La secuencia cerámica más temprana en el sitio………………………...137



Capítulo 5
La cuenca norte durante el Formativo Medio…………………………...146

Conclusiones e interpretaciones…………………………………………….151

Bibliografía…………………………………………………………………………153

Anexos.




                                                                  4
Introducción



         El periodo Formativo en la cuenca del Lago Titicaca (aprox. 2000 a.C.-

450 d.C.), ha recibido en los últimos años mucha atención por parte de los

investigadores debido a que es una de las pocas zonas donde se produjo de

manera autónoma el proceso de complejización social que finalizó en la

creación del estado temprano (Bandy 2001; Beck 2001; Hastorf 2005; Janusek

2001, 2004, 2005; Klarich 2002, 2003, 2005a y b; Plourde y Stanish 2006;

Stanish 2001, 2003; entre otros). Este proceso correspondería a acciones de

grupos de individuos dentro de grupos más grandes con el afán de acumular

riqueza, poder y prestigio que se dan en un contexto social donde otros

intentan de mantener su autonomía individual (Stanish 2001:195).




El sitio de Pukara 1 es famoso por su importancia en el proceso de

complejización social en la cuenca del lago Titicaca y por su extraordinaria

cultura       material         como       vasijas       de      cerámica         y     escultura         lítica.

Lamentablemente no ha recibido la atención necesaria para conocer más de

su historia como sí ha tenido su par en la cuenca sur del lago, Tiwanaku.

Además, casi todas las investigaciones realizadas, tanto excavaciones como

reconocimientos de superficie y análisis ceramológicos y estilísticos se han

ocupado del periodo Pukara Clásico o Medio, época cuando alcanzó su

1
 Pukara es el nombre del sitio arqueológico y del sistema político mientras que Pucará se llama tanto el pueblo
moderno como el río que pasa cerca de este.


                                                                                                                  5
máximo esplendor como entidad política (aprox. 200 a.C.-100 d.C.) (Ver Tabla

2 en Klarich 2005b: 198).




Sin embargo, se conoce de la existencia de una pirámide anterior a la que se

ve en la actualidad que representa la primera construcción monumental en el

sitio y la cual está asociada a los estilos Qaluyu primero y Cusipata después

(Mujica 1987, Wheeler y Mujica 1981). Este hecho, junto con el resultado de

nuevas investigaciones acerca de Qaluyu, las cuales han determinado que

existen sitios en otras partes de la cuenca norte que serían más importantes

que el sitio epónimo (vg. Cachichupa en el valle de Huancané-Putina)

(Plourde 2006, Plourde y Stanish 2008), hacen que se imponga un estudio

acerca de la naturaleza de la presencia Qaluyu y otros estilos o tradiciones

cerámicas tempranas en Pukara.




Es por este motivo que el objetivo principal de mi investigación fue

determinar las características de la cerámica más antigua del sitio con

énfasis en la no decorada, también denominada llana o burda. Esto debido a

que si bien es importante estudiar con fines comparativos la cerámica

decorada, creemos que se subestima el potencial informativo de las vasijas de

carácter supuestamente doméstico como ollas y cántaros.




                                                                           6
Nuestra meta es determinar a) la relevancia de la ocupación Qaluyu en el

sitio de Pukara, b) si esta se logra definir por medio del análisis de la

cerámica y c) si fue Pukara y no el sitio epónimo el centro regional del valle

durante el Formativo Medio (aprox. 1300-500 a.C.). Antes de entrar en la

discusión de esta temática, se debe presentar el medioambiente, la cronología

y el proceso cultural que se produjo durante el Periodo Formativo en esta

área.




                                                                            7
Capítulo 1

                    La cuenca del Lago Titicaca.



1.1.- Descripción geográfica.

      La cuenca del Titicaca está situada entre dos cadenas montañosas, la

Cordillera Real y la Cordillera Blanca abarcando unos 8,500 km²

aproximadamente aunque toda la cuenca hidrológica cubre alrededor de

50,000 km² (Stanish 2003:34) (Figura 1). Además, se caracteriza por grandes

depósitos lacustres y fluviales y por una topografía de relieve moderado con

una elevación en promedio de 4,000 m.s.n.m. que llegan hasta los 6,000 en los

picos de las montañas que rodean la cuenca (Wheeler y Mujica 1981: 3).



Esta elevación causa las condiciones climáticas difíciles. Winterhalder y

Thomas (1978:20) estiman que en los Andes, en general, la temperatura

media anual disminuye 0.5° C por cada 100 metros de elevación pero

mencionan, usando la información de Baker, et.al (1968), que en el altiplano

se registra una baja de 0.8° C por cada 100 metros. La temperatura media

anual llega a 8° C, combinado con una alta variación diurna/nocturna que

afectan los procesos fisiológicos de plantas y de actividades de los animales

(Winterhalder y Thomas 1978:23).




                                                                           8
Figura 1. Mapa de la cuenca hidrológica del Lago Titicaca (Tomado de Stanish 2003: Map. 3.2).




Charles Stanish (2001:196) proporciona una buena descripción de las

condiciones geográficas y productivas de la cuenca. Esta se encuentra ubicada

en la parte fría altiplánica de los Andes y se puede dividir en dos zonas

ecológicas generales: la suni y la puna. La suni (entre 3,800 y 4000 m.s.n.m.)

incluye los márgenes del lago y las zonas a pocos kilómetros de sus orillas y

representa el límite superior de agricultura, la cual se puede practicar en la

modalidad de secano como con el uso de campos elevados o camellones. La




                                                                                             9
puna (entre 4000 y 4800 m.s.n.m.) es la zona para pastar grandes rebaños de

camélidos los cuales proveen de carne y lana y sirven como medio de

transporte.



El mismo autor (2003:36-40), ofrece una tipología de 12 zonas geográficas,

basada en características topográficas, uso de la tierra, altitud y vegetación:



   1. Pastizales bajos (low grassland pampas): Planicies con una cobertura

      de pasto grueso que se localizan en la suni y usualmente cerca del lago.

      Estas planicies son los lugares más importantes donde se desarrolló la

      agricultura de campos elevados.

   2. Pastizales altos (high grassland pampas): Estas pampas se encuentran

      en la puna lejos de los bordes del lago con cobertura de pastos bajos y

      son secas a menos que haya fuentes de agua cercanas. Son las

      principales áreas para el pastoreo de animales.

   3. Bofedales (bofedales): Son pequeñas áreas de tierra pantanosa donde

      crecen pastos y se encuentran tanto en la suni como en la puna.

   4. Pampas desérticas (desert pampas): Se caracterizan por tener

      agrupamiento de pastos esporádicamente en un suelo arenoso. Las

      actividades económicas se restringen a las áreas donde hay qochas o

      donde exista algún manantial que baje de los cerros. Se encuentran en

      el sur de la cuenca donde caen menos lluvias.




                                                                              10
5. Ambientes    riberinos   (riverine   environments): Son lugares muy

   productivos aledaños a los ríos. Existen relictos de campos elevados en

   casi todos los ríos de la cuenca sobre todo en los ríos Ilave,

   Desaguadero, Arapa, Illpa, Koani y Tiwanaku y en la pampa de

   Pomata.

6. Cerros aterrazados (terraced hills): Estas representan los lugares

   habitables más grandes de la cuenca. Producen una gran variedad de

   cosechas sobre todo tubérculos y granos pero las terrazas fueron

   usadas también para la construcción de viviendas.

7. Laderas de cerros sin aterrazar (nonterraced hills): La mayor parte de

   la cuenca está rodeada de cerros sin aterrizar debido sobre todo a la

   muy pronunciada pendiente pero también a la erosión, mala radiación

   solar, mala calidad de suelos y la distancia con el agua. Estas zonas

   son usadas para el pastoreo actualmente al igual que en el pasado.

8. Bolsones de valles (valley pockets): Son las áreas agrícolas más

   importantes y donde se cosecha uno de los productos más apreciados, el

   maíz, aunque también crecen otras plantas. Se encuentran en las

   zonas de cerros aterrazados, protegidos de los vientos helados, con

   fuentes de agua cercanas y además, orientados naturalmente para

   capturar la energía solar.

9. Islas (islands): Existen varias islas grandes y docenas de más

   pequeñas. La Isla del Sol, Taquile, Amantaní, Pariti, Paco entre otras,




                                                                        11
10. Orillas (littorals): El borde del lago es el área más ocupada hoy así

      como en el pasado. Se pueden obtener recursos lacustres como pescado,

      totoras y otros productos. En la antigüedad, varias zonas en las orillas

      fueron usadas como puertos para el intercambio de bienes y el

      movimiento de gente.

   11. Yungas (yungas): Son las áreas bajas periféricas que se encuentran

      hacia el este y el oeste de la cuenca donde hay mejores condiciones

      climáticas para la producción de alimentos como coca, maíz, madera,

      alucinógenos, entre otros.

   12. Totorales   (reed   beds):   Representan   un   recurso   lacustre   muy

      importante ya que la totora es la mayor planta industrial usada para

      los techos de las casas y la construcción de paredes y botes. Además,

      las raíces son comestibles.



1.2.- La cronología.


      Para la cuenca del Lago Titicaca, se han aplicado diversos tipos de

esquemas cronológicos. Por un lado está la secuencia de John H. Rowe usada

por diversos autores tales como Sergio Chávez (1992), Richard Burger, et.al.



                                                                             12
(2000), Lee Steadman (1995), entre otros. Por otro lado, Lumbreras y Amat

(1968) proponen un modelo evolutivo para la parte norte y oeste de la cuenca.

Esta   secuencia    empieza   con   los   cazadores-recolectores   sin   fechados

concluyentes pero probablemente anterior al 800 a.C., época cuando aparece

la cerámica Qaluyu.



Luego se definen las culturas agro-alfareras tempranas como: Qaluyu

(aproximadamente entre 800 y 500 a.C.), Pucara (200 a.C.-200 d.C.) seguidos

por un hiato cultural entre el 200 o 300 y 700 d.C. Después se inicia el

Periodo de Integración Regional (Tiwanaku, con fechados que oscilarían entre

el 900 y el 1300 d.C.), el Periodo Expansivo Altiplánico (sin fechados pero

posterior a Tiwanaku y anterior a la presencia Inca) y finalmente el Periodo

Colonial Incaico.



Este modelo fue reformulado por el mismo Lumbreras (1974) que mezcla

elementos de modelos evolutivos con los de carácter histórico. Así por ejemplo

propone que la secuencia es de la siguiente manera: Lítico, Arcaico,

Formativo, Desarrollos Regionales, el Imperio Wari, Estados Regionales y el

Imperio Inca. Stanish (2003:88-89) desarrolla un nuevo esquema cronológico

que llama “sistema cronológico dual” mediante el cual combina, en líneas

generales, el modelo evolutivo de Lumbreras con cronologías históricas




                                                                              13
locales de diferentes áreas de la cuenca del Titicaca (v.g. la región de Juli, el

área Tiwanaku, etc.) (Figura 2).



Su secuencia cronológica general se divide en ocho periodos: Arcaico Tardío

(aprox. 5000-2000 a.C.), Formativo Temprano (2000-1300 a.C.), Formativo

Medio (1300-500 a.C.), Formativo Tardío (500 a.C.-400 d.C.), Tiwanaku

Expansivo (400-1100 d.C.), Altiplano (1100-1450 d.C.), Inca Expansivo (1450-

1532 d.C.) y Colonial Español Temprano (1532-1700 d.C.). Si bien esta

secuencia cultural suele ser aceptada por los investigadores dedicados al

área, existen variaciones y traslapes, entendidas como desarrollos diferentes

en la cuenca ya que algunas zonas pueden mostrar ciertos cambios mientras

que otras, aún poseen características anteriores (Kaulicke 2001:503).



En la cuenca sur del Titicaca, se perciben algunas variaciones. Los últimos

cuadros publicados, muestran coherencia entre ellos y, en estos casos,

también se mezclan elementos cronológicos evolutivos con los datos

históricos. En esta parte de la cuenca existe la ventaja de manejar más

información por contar con más investigaciones por lo que su secuencia está

mejor   fundamentada      con   base    en   mayor     cantidad   de    fechados

radiocarbónicos.




                                                                              14
Figura 2. Cuadro cronológico de la cuenca del Lago Titicaca (Compilado de Hastorf 2008,

Janusek 2003, Klarich 2005a y Stanish 2003).




                                                                                    15
Según la información más reciente (ver Figura 8.2 en Bandy 2006:211; Figura

2 en Janusek 2004:125; Tabla 28.1 en Hastorf 2008:546), la secuencia se

inicia con el periodo Formativo Temprano (1500-800 a.C.) que se subdivide en

Formativo Temprano 1 y 2 correspondiendo a las fases Chiripa Temprano y

Medio respectivamente. Luego está el periodo Formativo Medio (800-200 a.C.)

que corresponde a la fase Chiripa Tardío subdividida en Chiripa Tardío 1

(800-500 a.C.) y Chiripa Tardío 2 (500-200 a.C.). El siguiente periodo es el

Formativo Tardío (200 a.C-500 d.C.) que se subdivide en Formativo Tardío 1

o Tiwanaku I- Qalasasaya (200 a.C-300 d.C.) y Formativo Tardío 2 o

Tiwanaku III- Qeya (300-500 d.C.).



Sigue el periodo Horizonte Medio (500-1100 d.C.) que corresponde a las fases

Tiwanaku IV-V; el periodo Altiplano (1100-1450 d.C.) que comprende la fase

del señorío Pacajes Temprano y finalmente el Horizonte Tardío (1450-1540

d.C.) correspondiente a la fase Pacajes-Inka. Lo que queda claro luego de

comparar las diferentes secuencias cronológicas es que, a pesar de algunas

diferencias en los fechados, el proceso cultural de complejización de la

sociedad es compartido en toda la cuenca intrínsecamente relacionada.




                                                                         16
1.3.- El proceso cultural durante el Formativo.


      A pesar que son imprescindibles mayores investigaciones en la cuenca,

con la información recuperada, se puede reconstruir la secuencia de eventos

económicos, políticos y religiosos que forman parte del proceso de

complejización social en la cuenca en general. El Formativo Temprano, está

caracterizado por pequeñas comunidades dispersas asentadas en lugares de

mayor aporte de diversos recursos como los lacustres, fluviales, agrícolas y

silvestres. Se produce cerámica pero, al parecer, sólo destinada al

almacenamiento, cocción y consumo de alimentos (Stanish 2003:2).




Durante el Formativo Medio surgen, por primera vez, élites con la capacidad

de movilizar trabajo más allá del nivel de una unidad doméstica (Stanish

2003:110) y aparecen los sitios con arquitectura corporativa (representados

por montículos y patios hundidos), cerámica fina, estelas y la explotación de

campos elevados o camellones (Stanish 2001:191; 2003:2-3; Kaulicke

2001:503). Es una época de competencia por recursos y seguidores entre

varios sistemas políticos; por el norte aparece Qaluyu, al sur Chiripa, al este

Titimani y al oeste Sillumocco, Ckackachipata y Huajje (Stanish 2001:201,

fig.4; 2003:3-4). Aparece también la Tradición Religiosa Yaya-Mama, la cual

fue definida como tal por Karen Mohr-Chávez y Sergio Chávez (1975).




                                                                            17
Se caracteriza por centros ceremoniales con zonas de almacenamiento,

escultura lítica con imágenes sobrenaturales, parafernalia ritual como

trompetas de cerámica e incensarios y una iconografía sobrenatural que

incluye cabezas con apéndices y ojos divididos verticalmente (Mohr-Chávez

1988:17). Está entendida como una ideología panregional con una iconografía

especial que se complementa con el uso de trompetas e incensarios como una

estrategia de las élites (Stanish 2003:4; Kaulicke 2001:503). Es destacable

también que en esta época, los contactos con la cuenca cusqueña del

Vilcanota se hacen más evidentes (Kaulicke 2001:503; Zapata 1998:331-332).




La transición hacia el Formativo Tardío o Superior está marcada por la

adopción de jerarquías políticas y sociales así como económicas. Se

desarrollan entonces, por primera vez, sociedades estratificadas complejas

(Stanish 2003:137). Los dos casos más importantes son Pukara en el norte y

Tiwanaku en el sur pero se sugiere la existencia de varias otras entidades

políticas menores que se mantienen autónomas o semi-autónomas (Stanish:

op.cit.). Es un tiempo de complejización y crecimiento en toda la cuenca no

sólo de población sino también de prácticas rituales y alianzas políticas

(Hastorf 2005:94).




En las palabras de Hastorf (2008:545) “… el Periodo Formativo está definido

como el tiempo cuando los humanos empezaron a marcar su medio ambiente


                                                                        18
creando asentamientos más permanentes a la par que domesticaron plantas y

animales. El Periodo Formativo vio la creación de una serie de entidades

políticas cargadas ritualmente y basadas intensamente en actividades agro-

pastorales” (traducción nuestra). Es importante presentar, como veremos en

el siguiente capítulo, las características generales así como la historia de las

investigaciones en el sitio de Pukara.




                                                                             19
Capítulo 2

     La investigación arqueológica en el sitio de Pukara.




2.1.- Descripción general del sitio.

2.1.1.- Ubicación, tamaño y organización espacial.


      El sitio de Pukara se ubica en el distrito del mismo nombre, provincia

de Lampa, departamento y región de Puno, a unos 80 kms. al noroeste del

Lago Titicaca, en el Km. 106 de la Carretera Puno-Cusco. Se encuentra a 15°

2´ 50´´ Latitud Sur y a 70° 19´ 10´´ Longitud Oeste         del Meridiano de

Greenwich y a una elevación aproximada de 3,910 m.s.n.m (Paredes 1985:6).

Se encuentra en el valle del río Ayaviri-Pucará, el cual nace al norte de La

Raya, en el límite de los departamentos de Puno y Cusco y tiene un recorrido

aproximado de 150km. en dirección noroeste-sureste y es un importante

afluente del río Azángaro por su margen derecha (Peñaherrera del Águila

1986:182) (Figura 3).




En cuanto al tamaño del sitio, no hay consenso debido a la aplicación de

diferentes metodologías de medición, la vegetación y la alteración continua de

la superficie por parte de los pobladores actuales del pueblo de Pucará que

dificultan la identificación de restos culturales de carácter no monumental.



                                                                               20
Figura 3. Mapa mostrando la ubicación de Pukara y los sitios Formativos más importantes

de la cuenca del Lago Titicaca (Tomado de Stanish 2003: Map. 6.1).




Según Erickson (1988:12), el sitio mide aproximadamente 4 km² con

plataformas piramidales y templos con patios semisubterráneos y incluyendo

los montículos asociados cerca al río al este (Stanish 2003:142; Klarich

2005a:56). Mujica (1979:186; 1991:278; 1996:19) plantea un tamaño similar

(4-6 km²) tomando en cuenta la zona monumental, las zonas cercanas al río y



                                                                                    21
la parte norte hasta el río Qaluyu (Wheeler y Mujica 1981:Fig.10; Klarich

2005a:56). Para Chávez (1992:48), el sitio cubriría una extensión de 1000 x

1500 m., es decir 1.5 km² midiendo por el norte hasta el Área I de la

excavación de Kidder, por el sur hasta los límites del pueblo actual, por el

oeste hasta el Peñón y por el este hasta las terrazas aluviales cercanas al río

(Figura 4).




Asimismo Stanish (2003:142-143), sugiere que el sitio alcanzó una extensión

de 2 km² al tomar en cuenta únicamente el núcleo arquitectónico central y los

alrededores con materiales en superficie pero no los montículos al este debido

a que hay zonas sin ocupación entre estos y el centro. Sobre la base de las

últimas investigaciones realizadas en el sitio, el estimado actual del área

alcanza por lo menos un km² (Klarich 2005b:186). Sólo excavaciones en las

zonas periféricas pueden definir con más exactitud el tamaño real del sitio.




A pesar de la escasez de datos confirmados, el sitio de Pukara presenta

diferencias en cuanto a su organización espacial que permite postular

diversas áreas funcionales. Kidder (1943:5) menciona que la arquitectura del

sitio está compuesta tanto por estructuras de mala manufactura visibles en

los desmontes cerca al río y en la pampa al sur del pueblo actual como de

elaborados templos hundidos en la ladera aterrazada (Qalasaya).




                                                                               22
Figura 4. Mapa y foto aérea mostrando el área monumental del sitio y las áreas de
excavación de Kidder en 1939 (Tomado de Klarich 2005a: Figura 4).




                                                                              23
Por otro lado, según Mujica (1979:186-187; 1991:278-280; 1996:19-20), el sitio

tiene dos aspectos arquitectónicos: El sector monumental con al menos seis

pirámides truncas (la Qalasaya al oeste, una al norte, dos al este cerca al río,

la de la Lagunita al sur y una en la cumbre del cerro Pucaorqo) y las zonas de

vivienda de manufactura rústica hechas con piedras de río y campo unidas

con mortero de barro. Debido a la densidad de los basurales, entendidos como

desechos de alimentos y cerámica, tallas en hueso y líticos, entre otros

artefactos, se deduce una ocupación permanente, identificada ya por Franco

Inojosa (1940:129) quien deduce una “densísima población” a orillas de río

debido a la extensión de los basurales.




El sitio, por lo tanto, como menciona Klarich (2005a:57), tiene dos áreas

generales: una céntrica, de características monumentales con el complejo de

la Qalasaya, las pirámides de los alrededores y la pampa central y otra

periférica cerca al río donde se ubican las construcciones domésticas y los

extensos basurales.




2.1.2.- Descripción del área monumental.

      La pirámide más impresionante que ha recibido mayor atención por

parte de los investigadores es la llamada Qalasaya. Esta es una construcción

monumental que mide 315m. de largo en dirección norte-sur, 300m. en




                                                                             24
dirección este-oeste y 32m. de altura (Mujica 1996:20). Está compuesta por

plataformas artificiales que le dan el aspecto de pirámide escalonada trunca y

sólo tiene frontis este y sur ya que está empotrada en los cerros que sirven

como límites (Calvario al oeste y Pucaorqo al norte). En la cima de la

pirámide, existen tres recintos muy probablemente ceremoniales alineados en

el eje norte-sur que miran al este (Mujica 1991:280-281) (Figura 5).




Figura 5. Vista del frontis de la pirámide Qalasaya desde el noreste con el Peñón detrás

(Foto tomada por el autor).




Estos recintos han sido los que más llamaron la atención debido a su parecido

con las construcciones en Chiripa, cuenca sur del Lago Titicaca. De los tres, el




                                                                                     25
más estudiado hasta la fecha ha sido el central o Templo Blanco y Rojo,

excavado íntegramente en 1939 por Kidder que involucra un área

aproximada de 1796.5m² (Chávez 1992:78). Este tiene forma de herraje y está

compuesto por una plaza cuadrangular delimitada por un muro de lajas

blancas. Alrededor de la plaza y a un nivel más alto, hay una plataforma

enmarcada por muros hechos con piedras rojas que forman pequeños cuartos

(Mujica 1991:282).




Kidder (1939:343-344) señala que en total mide 50 por 40 m. mientras que la

plaza hundida tiene 15m² de extensión y 1.5 m. de profundidad (Figura 6). En

los cuatro costados de la plaza hundida se observan cámaras con nichos en las

paredes que servían para entierros y colocación de objetos como astas de

venado, huesos de cuy, vasijas llanas y algunos adornos delgados de oro y

plata. Chávez (1992:80) añade que, en la cámara este, se encontró también un

hacha de piedra; todas estas asociaciones serían indicios que estamos frente a

contextos funerarios de personas importantes, quizás jefes de linajes o de

élites. Estas asociaciones culturales corresponden a la fase Pukara Clásico, es

decir en el apogeo del sitio durante la última parte del Periodo Formativo

Tardío.




                                                                            26
Figura 6. Vista desde el suroeste del recinto ceremonial con patio hundido en la cima de la

Qalasaya excavado por Kidder (Foto tomada por el autor).




El proyecto dirigido por Mujica y Nakandakari también realizó excavaciones

en este patio hundido llamado por ellos Sector BB. Como veremos más

adelante, en éstas, se llegó hasta la roca madre y lo más importante es que se

tiene toda la secuencia de ocupación de esta zona. A pesar que las áreas de

excavación no fueron muy amplias, se logró conocer que por debajo de la

pirámide que se ve actualmente y que pertenece a las fases Pukara Medio y

Tardío, existe otra más antigua que tiene forma y una técnica constructiva

diferente que corresponde a un periodo o fase anterior llamado Cusipata que

está fechado tentativamente entre 600 y 250 a.C. (Mujica 1996:21).




                                                                                        27
En cuanto al frontis este de la pirámide, llama la atención que no se trata de

una pared única sino conformada por juegos de plataformas con diversas

características que forman tres bloques o sectores asociados a los recintos

ceremoniales ya descritos (Figura 7). Además, existe en la parte más baja de

la pirámide una gran plataforma de 160m. de largo por 60m. de ancho y una

escalera central que une esta parte con la cima de la pirámide (Mujica

1991:281). La zona monumental del sitio comprende otras estructuras, menos

conocidas por falta de investigación, que evidencian complejidad y una gran

labor corporativa.




Figura 7. Vista desde del este del frontis de la Qalasaya y de la escalera central (Foto

tomada por el autor).




                                                                                     28
Otra estructura excavada por Kidder en 1939 (1940:343), es el Área IV que

está ubicada en la pampa central también y fue escogida por tener un

monolito parcialmente expuesto ya que no había muchas evidencias

arquitectónicas, sólo un montículo bajo. En las excavaciones se descubrió que

la estructura medía aproximadamente 30 x 40m. y estaba conformada por un

recinto de tres lados con algunos cuartos pequeños. Kidder señala que el

monolito debió haber caído de una posición alta o que fue depositado

horizontalmente y que se encontró por debajo y alrededor de este, mandíbulas

humanas y fragmentos de cráneo.




Chávez (1992:62) menciona que las piedras usadas en la construcción de la

estructura del Área IV son en su mayoría sin trabajar aunque se hallaron

algunas piedras talladas    así como piedras pequeñas y adobes. En su

interpretación toda esta estructura está compuesta hacia el oeste de una

plataforma rectangular baja pero larga y sin techar, un montículo bajo al sur

y un área abierta sin plataforma al este. La última estructura excavada en el

sector monumental es la llamada Área V o “Enclosure 4” por Kidder. Se

encuentra en una terraza baja de la Qalasaya (Figura 8) al noreste de los

patios hundidos sobre la pampa central e inmediatamente al oeste del

montículo norte (Klarich 2005a:58).




                                                                          29
Figura 8. Vista desde el suroeste de la gran plataforma al pie de la Qalasaya y donde se

encuentra el “Enclosure 4” excavado por Kidder (Foto tomada por el autor).




Chávez (1992:74-78) informa que Kidder hizo una excavación de prueba en la

parte norte y aunque lamentablemente los materiales se encuentran

mezclados, la importancia de esta estructura es clara. Chávez asimismo

menciona que este sería el templo más grande del sitio midiendo 73 x 65m. y

que existen muchas semejanzas en cuanto a la construcción con los patios

hundidos de la cima de la Qalasaya. En cuanto a las estructuras que no han

sido excavadas, Stanish (2003:143) señala que frente a la pirámide Qalasaya,

en la pampa, hay una serie de montículos que muy probablemente tienen




                                                                                     30
patios hundidos y directamente al sur de esta área, hay al menos tres

montículos con patios hundidos asociados a áreas habitacionales.




Además menciona que hay evidencias que los patios fueron usados para

festines competitivos a gran escala y que estas fiestas, ceremonias y otros

ritos eran una estrategia de las élites para hacer alianzas. Kaulicke

(2001:504) añade que el sitio pudo haber albergado a varias élites, las cuales

construyeron arquitectura corporativa sobre la base de patrones de

construcción de los sitios primarios regionales junto con especialistas que

habrían llevado al sitio desde sus lugares de origen.




En 2006 Klarich dirigió un proyecto de mapeo digital del sitio, el cual

comprobó para esta zona del sitio de la existencia de varios montículos con

patios hundidos en la cima. Sin embargo, lamentablemente no pudieron hacer

recorridos totalmente debido a que estos terrenos tienen diferentes dueños y

para demarcar los límites de sus propiedades, han construido muros de

piedra que obstaculizaron la labor. Lo que sí se pudo comprobar por

materiales diagnósticos encontrados en superficie, es que el Montículo de la

Lagunita corresponde al periodo Pukara Clásico o Medio (ver Fig.10 en

Klarich 2005b:194).




                                                                           31
Klarich (2005a:59) añade que tanto este montículo como el Montículo Norte,

serían los límites del área monumental del sitio. Y que en cuanto a este

último, a pesar de no haber sido excavado arqueológicamente, gracias a

remociones modernas, se lograron observar bloques de piedra, una posible

entrada al oeste y cerámica Formativa.




2.2.- Antecedentes de investigación.

2.2.1.- Excavaciones y reconocimientos.

      Fue Luis Valcárcel siendo Director del Museo Nacional el que primero

se interesó en el sitio de Pukara debido a su escultura lítica. El lo visitó en

1925 y luego en 1934 y 1935 (Franquemont 1986:1; Kidder 1940:341) y señala

que el sitio es otro gran centro de la cultura del altiplano (Valcárcel 1935:1).

Luego, Julio C. Tello escribe acerca del sitio en 1929 aunque recién lo visitó

en 1935; su interés también se centró en las representaciones de la

litoescultura ya que él lo consideraba como manifestación de la dispersión

Chavín (Franquemont 1986:1; Paredes 1985:13).




En 1937, Alfred Kidder II hace una prospección de una amplia zona de Perú y

Bolivia y señala a Pukara como un sitio que tiene relación tanto con

Tiahuanaco como con Chiripa. Y además le parece el lugar más prometedor

para excavaciones inmediatas que vio en el Perú (Kidder 1938:9). Por esta



                                                                             32
razón, regresa en 1939 y entre enero y julio efectúa las primeras excavaciones

en el sitio con la cooperación del Museo Nacional de Lima y de José María

Franco Inojosa del Instituto Arqueológico del Cusco (Kidder 1940:341; Franco

Inojosa 1940:129). Es importante la observación de éste último quien

menciona que el sitio no es una fortaleza como lo indica la toponimia siendo

más bien un centro sagrado de gran importancia (Franco Inojosa 1940:135).




Kidder excavó en seis áreas: I, II y III cerca de las riberas del río Pucara; IV

en la pampa central; y V y VI en las terrazas y la plataforma central de la

Qalasaya (Klarich 2005a:50). Estas excavaciones fueron parte de los

Proyectos de Investigación en América Latina del Instituto de Investigaciones

Andinas. Luego, entre junio y septiembre de 1941 regresó al área con el afán

de buscar sitios tempranos en Puno y la escultura de las culturas tempranas

de la hoya del lago Titicaca con apoyo de Rowe durante agosto (Kidder 1943:

prefacio, p.v; Rowe 1942:66). Hizo un recorrido importante, desde Ilave por el

sur hasta Conima por el noreste y los valles de Azángaro y Pucará por el

norte (Kidder 1943:37).




En 1949, Manuel Chávez Ballón de la Universidad Nacional San Antonio

Abad del Cusco hizo excavaciones en el sitio por encargo de Tello y aunque no

publicó el informe, se conoce por información de los pobladores que excavó

cerca al montículo de la Lagunita, en el extremo sur de la pampa central


                                                                             33
(Klarich 2005a:52). En 1955, Kidder volvió a Pukara y junto con Chávez

Ballón hicieron dos pequeñas excavaciones cerca al sitio. En éstas, se recogió

muestras de carbón para realizar fechados y también cerámica que ellos

llamaron Qaluyu (Kidder 1956a:29, Kidder 1956b:7-8). Es importante señalar

que a esta cerámica nueva, la relacionan con Chavín y Chanapata (Paredes

1985:15). En 1964, Máximo Neira Avendaño y Jorge Flores Ochoa condujeron

excavaciones de prueba en esta zona aunque tampoco se publicaron los

resultados (Klarich 2005:53).




El segundo proyecto con excavaciones extensivas se llevó a cabo entre 1975 y

1980. Primero con el Primer Curso de Métodos y Técnicas en Arqueología

Andina dirigido por Luis Lumbreras (Lumbreras y Amat 1968:76-77). Luego

con el Plan Copesco dirigido por Elías Mujica y Ernesto Nakandakari entre

1975 y 1978, por Jorge Ismodes, Percy Paz y Percy Bonnett entre 1979 y 1980

(Wheeler y Mujica 1981:24) y por Jorge Ismodes en 1981. Se hicieron varias

excavaciones en el área de la plaza hundida y también una reconstrucción de

las terrazas y escalinatas de la Qalasaya. Es de este proyecto de donde

proviene el material de estudio de esta tesis.




Finalmente, en el 2000 Elizabeth Klarich realizó una prospección geofísica y

recolección de superficie en la pampa central, luego en el 2001, hizo

excavaciones en la misma zona, cerca al Área IV de Kidder sobre la base de


                                                                           34
los resultados de la prospección geofísica. En estas excavaciones encontró

evidencias de un cambio en el uso de la pampa central que pasó de ser un

lugar público abierto a una serie de espacios privados y semiprivados donde

artesanos o individuos locales que hacían rituales de pequeña escala y

actividades domésticas. La autora (2005b:202) plantea que durante la

ocupación Pukara Inicial, la Qalasaya y la pampa fueron elementos

complementarios mientras que en las siguientes ocupaciones (Pukara Medio o

Clásico y Pukara Tardío), el barrio central se diferenció entre los espacios

mundanos (la pampa) y los monumentales cada vez más esotéricos

(Qalasaya).




2.2.2.- Estudios de la cerámica.

      El primero en realizar investigaciones estilísticas y tecnológicas de la

cerámica del sitio fue Edward Franquemont (1986) quien analizó la cerámica

proveniente de las excavaciones de Kidder y trató de plantear una cronología

para la cerámica de Pukara buscando diferencias en la pasta, forma y

decoración de las vasijas y correlacionándolas con los datos de las

excavaciones. A pesar que no tenía evidencias claras de estratigrafía ya que

dichos materiales provenían de contextos mezclados, identificó 3 unidades

estilísticas en orden cronológico: Cusipata, Pucara Pampa y Pucara Río.




                                                                           35
Para poder construir la secuencia, tuvo que comparar las características de

las distintas unidades estilísticas con otros estilos de la región, los cuales

tenían ya una antigüedad asignada. Así, “amarró” el inicio de la secuencia, es

decir, el estilo Cusipata con el estilo Qaluyu, el cual se conocía que era más

temprano que Pukara mediante fechados radiocarbónicos.




Franquemont se basó en primer lugar en las anotaciones estratigráficas de

Kidder pero más importante fue la semejanza que percibió entre Qaluyu y

Cusipata en cuanto al uso del pigmento marrón y la forma de los cuencos. Los

datos estratigráficos provenientes de las excavaciones del grupo de la

Universidad Nacional del Cusco liderado por Máximo Neira en la zona de

Huayapata confirmaron la sospecha de Franquemont que Qaluyu y Cusipata

eran cercanos temporalmente.




En estas excavaciones, en los niveles más profundos, se encontró cerámica de

pasta marrón que tenía alguna semejanza con la cerámica de estilo

Chanapata del Cusco identificada por Rowe        (Rowe 1955:142; ver Bauer

1999:115) y que a su vez, se relacionaba estilísticamente con la cerámica

Qaluyu. El estilo Qaluyu fue definido por John Rowe sobre la base de

fragmentos de superficie del sitio epónimo. Luego Lumbreras y Amat

(1968:78-79) contribuyen con la definición de variantes dentro de este estilo.

Por encima de esta cerámica de pasta marrón, se encontró cerámica Pukara


                                                                           36
decorada con diseños geométricos y encima de esta, había niveles con

cerámica Pukara decorada con diseños naturalísticos (que corresponden a lo

que Franquemont llamó Pucara Pampa y Pucara Río respectivamente).




Pero Franquemont también comparó cada fase de su secuencia con fases

previamente establecidas en otras regiones y que a su criterio, estaban

emparentadas estilísticamente. Así, menciona que hay relaciones entre

Cusipata y Qalasasaya de la cuenca sur del Lago Titicaca así como con

Ocucaje 8; Pucara Pampa con Ocucaje 9 y Pucara Río con Ocucaje 10 / Nasca

1 de la costa sur del Perú. Además, hizo una tipología formal de los

materiales y los clasificó en 7 formas generales, 5 de las cuales fueron

subdivididas (1986:4-8; Klarich 2005a:196).




La primera categoría corresponde a los Tazones abiertos con sus variantes A,

B, C y la Vasija de Base Anular (o de base pedestal). La segunda categoría,

las Vasijas con cuello con sus variantes A, B, C y D divididos así según forma,

diámetro y presencia de decoración incluyendo aquí ollas y cántaros. La

tercera categoría son los Tubos de cerámica, los cuales siempre están

decorados con iconografía incisa compleja. La cuarta categoría corresponde a

keros o vasos altos (beakers) mientras que en la quinta categoría se

encuentran los tazones altos de paredes convexas (incurved bowls y

tumblers). Las vasijas en forma de caja son la sexta categoría y la sétima



                                                                            37
corresponde a un conjunto de fragmentos inubicables en las demás categorías

y denominados “otros artefactos cerámicos”.




El siguiente estudio publicado acerca de la cerámica del sitio es el de John

Rowe y Catherine Brandel (1971) quienes presentan un catálogo con dibujos y

fotos de cerámica entera y fragmentada con decoración Pukara para facilitar

estudios comparativos. Ellos usaron para esto la colección del Museo Nacional

de Antropología, Arqueología e Historia en Lima, algunas vasijas del Museo

Arqueológico del Cusco y 2 fragmentos provenientes de una recolección de

superficie hecha en 1966.




Luego, Mujica (1987) hace un análisis de la cerámica Cusipata usando datos

de sus excavaciones en la pirámide Qalasaya y complementándolos con los

materiales de las excavaciones de Kidder en el Area IV. El confirma la

cronología de Franquemont y la refina proponiendo nuevas subdivisiones

tomando en cuenta características de la pasta, forma y decoración de la

cerámica. Mujica propone una tipología con 5 tipos de cerámica Cusipata:

Cusipata Inciso; Cusipata Pintado, el cual a su vez se divide en Crema sobre

Marrón y Crema sobre Negro; Cusipata Engobe Rojo y Cusipata Mica Llano.




                                                                          38
En su análisis formal encuentra dos formas de vasija típicas aunque no

incluyó la cerámica llana donde menciona que es posible que se reconozcan

más formas. Por un lado están las vasijas abiertas representadas únicamente

por cuencos y por otro, las vasijas cerradas donde hay ollas y cántaros

pequeños. Los cuencos tienen lados divergentes y ligeramente acampanados

con un reborde pronunciado en el labio al exterior y un marcado bisel al

interior mientras que en el caso de las ollas, la forma más conocida tiene

cuello corto con o sin reborde.




Existe una correlación entre forma y decoración ya que el tipo Cusipata

Pintado se da sólo en cuencos mientras que el Cusipata Inciso así como el

Cusipata Engobe Rojo pueden darse tanto en cuencos como en vasijas

cerradas. Mujica relaciona sus tipos con los de Franquemont y llega a la

conclusión de que lo que él llama Cusipata Pintado y Cusipata Inciso

vendrían a ser lo que Franquemont denominó Cusipata y Pucara Pampa

respectivamente.




Mujica reafirma que Cusipata sería una fase intermedia entre Qaluyu y

Pukara, así como se confirma la continuidad cultural entre Cusipata y

Pukara ya que se usan las mismas fuentes de arcilla y mismos temperantes

siendo la única diferencia que la cerámica Pukara está mejor cocida.

Finalmente, Sergio Chávez (1992) publica como Tesis Doctoral el análisis más


                                                                         39
completo estilístico y tecnológico de la cerámica proveniente de las

excavaciones de Kidder en 1939. El objetivo descriptivo principal de su

estudio es conocer la naturaleza de las formas, técnicas, temas, motivos,

diseños y elementos así como descubrir las reglas del estilo decorativo Pukara

(1992:18). En cuanto a su tipología formal la cerámica está dividida en 2

grandes categorías, las vasijas de acceso restringido y las de acceso no

restringido que corresponden básicamente a tazones y cántaros (jars)

respectivamente.




Estas categorías principales se subdividieron en muy grandes (oversized),

grandes, medianos, pequeños, efigies y miniaturas. Asimismo, las formas

restringidas como las no restringidas fueron clasificadas en 11 grupos cada

una. La identificación de estos 22 grupos se realizó sobre la base del análisis

de atributos como formas de borde y labio, forma y grosor de las paredes,

altura de las vasijas, entre otros, así como también de la técnica de

manufactura (1992:509). Antes de discutir sobre el análisis realizado de la

cerámica, debemos presentar los detalles de las excavaciones y contextos de

los cuales proviene el material en cuestión.




                                                                            40
Capítulo 3

                                El Proyecto Copesco 2 .




        Los materiales analizados en la presente tesis provienen de las

excavaciones realizadas en el sitio de Pukara como parte del Sub-proyecto

Puesta en Valor de Monumentos del Plan Copesco (Comisión Especial para

Supervigilar el Plan Turístico Cultural PERU-UNESCO) mediante la Unidad

Especial Ejecutora del Instituto Nacional de Cultura (INC). Este Plan fue

concebido como un proyecto de desarrollo regional para la zona sur del país

(Cusco y Puno). En este, se trabajó en la restauración y puesta de valor de

monumentos históricos así como en obras de equipamiento e infraestructura

turística. Por esta razón y dado que el proyecto era multidisciplinario contó

con la colaboración de arqueólogos, antropólogos y arquitectos.



En el caso de Pukara, el proyecto se inició en agosto de 1975 y culminó en

setiembre de 1981. La intervención arqueológica fue dirigida por Elías Mujica

y Ernesto Nakandakari en el periodo 1975-1978; por Jorge Ismodes, Percy

Paz y Percy Bonnet en el periodo 1979-1980 (Wheeler y Mujica 1981:24) y por

Jorge Ismodes en 1981.



2
 Toda la información acerca del proyecto ha sido extraída del Informe Final de Ejecución de Obra, Sitio
Arqueológico de Pucará-Puno, 1982 presentado al Instituto Nacional de Cultura por la Unidad Especial
Ejecutora del Sub-Proyecto Puesta en Valor de Monumentos del Plan Copesco. Dicho Informe así como los
dibujos de perfil y de planta de las excavaciones fueron gentilmente compartidos por Elías Mujica.


                                                                                                    41
3.1.- Objetivos.



      El proyecto en el sitio tenía como objetivo principal recuperar la mayor

cantidad de material cultural posible, la consolidación de estructuras en

deterioro y la puesta en valor de las mismas. Por estos motivos fue especial

ya que no se reducía únicamente a la puesta en valor del sitio sino que

también estaba dirigido mediante excavaciones arqueológicas a la obtención

de información acerca del sitio, del área donde se encuentra y la relación

existente entre esta y otra áreas de la región.



Cabe destacar que para conocer mejor la idea general del proyecto en Pukara

dentro de los planes originales, se encontraba la restauración de la iglesia del

pueblo, Iglesia de Santa Isabel del siglo XVIII (objetivo que no se cumplió por

falta de fondos) y la construcción de un Museo de Sitio. Sin embargo, a pesar

de que el proyecto no tenía como finalidad únicamente la puesta en valor del

monumento, las excavaciones arqueológicas muchas veces estaban sujetas a

los requerimientos de la restauración. Es por esta razón que, por lo general,

fueron restringidas y no siempre tuvieron las medidas que hubiesen sido más

útiles para la exploración netamente científica.




                                                                             42
Así los objetivos de la intervención en el sitio se pueden resumir en los

siguientes puntos:



1.- Definir la secuencia ocupacional y confirmar que fue un desarrollo largo

que se produjo in situ. Se buscaba identificar tanto los antecedentes como

posibles fases dentro de la época Pukara.



2.- Determinar en los sectores de los templos en forma de herraje con patio

hundido; tipos de relleno, posibles drenajes, posibles estructuras, estabilidad

de suelos y posibles pisos originales.



3.- Establecer en los sectores de las terrazas del frontis de la pirámide

principal; posibles pisos originales, cimientos de muros, otras estructuras, etc.



3.2.- Metodología.



      El proyecto tuvo tres etapas de investigación:

a) Labores de campo que incluyeron prospecciones, recopilación de datos

etnohistóricos, análisis arquitectónico, registro fotográfico y las excavaciones.




                                                                               43
b) Análisis en gabinete donde se buscó documentación histórica, se hizo una

clasificación ceramográfica y se procesaron fichas, cuadernos de campo,

dibujos y fotografías.



c)   Trabajos de laboratorio donde se hizo análisis de suelos, de material

botánico y lítico.



Gracias a la observación detenida en las prospecciones superficiales, se logró

una aproximación al conocimiento de la configuración, distribución, y plan

arquitectónico de la pirámide principal. Esto fue básico para la zonificación

del sitio y para la posterior designación de las unidades de excavación.

Además, mediante la recolección de material cultural, se logró distinguir la

presencia de estilos cerámicos pertenecientes a épocas diversas como Pukara,

Collao, Inca y Colonial incluso. Luego, en cuanto a las excavaciones, se aplicó

el sistema de coordenadas cartesianas con orientación cardinal y la unidad

básica fue de 2 x 2 metros, la cual pudo aumentar o disminuir en tamaño

según las necesidades y la intervención se realizó mediante la remoción de

capas naturales.



3.2.1.- Sectorización.

       El sitio ha sido dividido en 13 sectores, ordenados mediante letras

alfabéticamente (de la A a la M) como se explica a continuación:




                                                                            44
   Sector A: En la ribera del río, lugar conocido como Huaqsapata; son

       construcciones escalonadas truncas.

      Sector B: Pirámide principal o Qalasaya.

      Sectores C y H: El primero ubicado en Huaqsapata y el segundo al

       norte de la Lagunita. Son estructuras rectangulares de posible función

       administrativa.

      Sector D: Ubicado en la pampa del pueblo actual y constituido por

       desechos domésticos asociados a abundante material cultural y

       estructuras simples (posibles viviendas).

      Sector E: Estructuras escalonadas ubicadas al este del Qalasaya y

       asociadas a ésta.

      Sector F: Ubicado en la pampa entre los sectores H y E y corresponde a

       estructuras cerradas de función desconocida; fueron excavadas por

       Kidder.

      Sector I: Estructura escalonada asociada a la lagunita.

      Sector J: Conjunto de andenes en la base del Peñón.

      Sector L: Muros de contención en la ladera este del Puca Orqo.

      Sector M: Estructuras escalonadas en la cima del Puca Orqo.



La sectorización se basó en elementos y/o espacios arquitectónicos

determinados por el uso y función y también en unidades. La Pirámide

principal o Qalasaya (sector B), se ha subdividido a su vez con el fin de definir




                                                                              45
mejor los recintos y espacios a trabajar con una nomenclatura coherente. Así,

la sectorización responde a ejes constructivos combinando en la delimitación

de sectores, estructuras o espacios que determinan fácilmente las unidades.



El sector BA, se encuentra al norte; el sector BB al centro y el sector BC al

sur y están delimitados por los recintos o templos (en U) en la cima de la

pirámide central. Los sectores BE, BF y BG se encuentran de forma paralela

a los anteriores pero hacia el frontis de la pirámide. Constan de plataformas

largas y angostas y ahí se ubican los muros de contención de las plataformas

y las escaleras. Cada sector tiene espacios más pequeños llamados sub-

secciones.




                                                                              46
Figura 9. Plano mostrando la sectorización de la Qalasaya. Los sectores BA, BB y BC
corresponden a los recintos con patio hundido mientras que los sectores BE, BF, BG y BH son
el conjunto de plataformas que conforman el frontis de la pirámide. Se muestran en color
oscuro las áreas de excavación del Plan Copesco donde se halló el material que fue analizado
en este trabajo (Adaptado de Klarich 2005b: 198, Fig.13).




Estos reciben su propia nomenclatura donde se trata de delimitar su

composición arquitectónica (las plataformas son P y seguidos de números

arábigos donde 1 es la plataforma de más abajo). En cuanto a los espacios

abiertos ubicados al oeste de las estructuras en U, también se les ha

considerado como subsecciones pero en la nomenclatura se usa apóstrofes

(v.g. BA´, BA´´, etc.).




                                                                                         47
3.2.2.- Secuencia y estrategia de excavación.



      Durante la temporada 1975-1976, en líneas generales se determinó

casi la totalidad de los muros de contención de las plataformas y se dio pautas

para el posterior trabajo de consolidación, mejor conocimiento del conjunto

arquitectónico y arqueológico y se permitió ajustar métodos de excavación y

trabajos de campo. Se hicieron excavaciones en los sectores BC, BF, BG, BC y

BE logrando los mejores resultados en los tres primeros.



En la temporada 1977-1978 las investigaciones se centraron en el sector BB,

más específicamente en el llamado “Templo blanco y rojo” excavado por

Alfred Kidder II como ya lo hemos señalado. Se hicieron excavaciones para

recuperar material cultural y determinar elementos arquitectónicos dañados.

En la temporada 1979-1980, se enfatizó el trabajo en los sectores BF y BG

donde se hicieron excavaciones con el fin de conocer las ocupaciones finales de

las plataformas, definir niveles de restitución de pisos y el tratamiento

posterior de éstas. En estos sectores se hizo hallazgos sorprendentes de

estructuras anteriores a la que se ven en la actualidad.



En la última temporada, la correspondiente a 1981, se hicieron excavaciones

en la escalera central, el mantenimiento de las intervenciones anteriores así




                                                                            48
como el arreglo de estructuras en los sectores que componen el frontis de la

pirámide principal.



3.3. Las excavaciones.

3.3.1.- Temporada 1975-1976.



      En el sector BC se eligieron contextos donde había mayor cantidad de

elementos arquitectónicos poniendo énfasis en el llamado “Templo sur”, el

cual se encuentra en la última plataforma de la pirámide. Aquí se hallaron

las lajas que conformaban los niveles medio e inferior del templo y

estructuras Incas de una ocupación posterior mientras que en los sectores BF

y BG las labores fueron orientadas a las plataformas que conforman el frontis

de la pirámide con la intención de recuperar material cultural, consolidación

de estructuras en mal estado y la puesta en valor de éstas. La mayor parte de

los materiales analizados en el presente trabajo provienen de estas

excavaciones en el patio hundido del sector BB.



3.3.2.- Temporada 1977-1978.



      Las excavaciones en el “Templo Blanco y Rojo” fueron orientadas a la

ubicación de elementos arquitectónicos dañados; el análisis de su estado; la

asociación de estos elementos con otros y la recuperación de las lajas de




                                                                          49
piedra que sirven como contención del nivel     hundido.   Así     fue   posible

determinar posibles niveles de ocupación del templo sobre los cuales restituir

nuevos pisos para cuidar los primeros.



Durante las excavaciones en el patio hundido se llegó hasta el talud natural

sobre el cual se hizo la edificación encontrándose estructuras pre-Pukara

Clásico o Medio y se ubicaron los drenajes, los cuales pasan por debajo de los

muros y plataformas adyacentes a la construcción. Finalmente en la parte

norte del Sector BB se encontró un gran piso de lajas de piedra el cual al

parecer conecta ese sector con el Sector BA y sobre el cual se ha encontrado

evidencias de ocupación de los periodos Collao, Inca y Colonial.



3.3.3.-Temporada 1979-1980.



      En esta temporada se hizo los hallazgos más importantes del sitio. En

las plataformas 2 y 3 de los sectores BF y BG, se encontraron muros que

corresponderían a una pirámide anterior, la cual tiene distinta orientación y

manufactura a la que se ve en superficie (Figuras 10 y 11). Asimismo, en la

terraza 1 del sector BG se halló un recinto que se encuentra por debajo de las

construcciones Pukara Clásico o Medio. Se llega a esta edificación por una

escalera de piedras labradas y el acceso se hace a través de una puerta de

doble jamba que se encuentra en el muro Este.




                                                                             50
Dicho recinto tiene medidas de 3.25m. de largo por 1.40m. de ancho con una

altura promedio de 1.65m (Figura 12A). Además se encontró seis hornacinas,

una en los muros norte y sur y dos en los muros este y oeste (Figura 12C).

Cabe destacarse que las del muro oeste fueron las únicas que se encontraron

selladas con barro y que en el interior había esculturas líticas pintadas de

colores. Una es una cabeza humana (Figura 12B) y la otra una figura

antropomorfa.




                                                                         51
Figura 10. Dibujo de perfil del Eje Norte 44 del Sector BF mostrando detalle de la
Plataforma 3 (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).




Figura 11. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BG mostrando detalle de la
Plataforma 3 (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).



                                                                                     52
Figura 12. Fotos del recinto asociado a la pirámide más antigua del sitio (A, B y C) y del
monolito hallado in situ en una plataforma inmediatamente encima de dicho recinto
(Adaptado de Klarich 2005b: 199, Fig.14).




Por otro lado, en la parte sur del Sector BG, se trabajó en la liberación de

escombros y puesta en valor de la gran escalera central de la pirámide.

Finalmente en esta temporada también se intervino mediante prospecciones

y excavaciones en la estructura del periodo Colonial ubicada en la plataforma

superior de la pirámide. En estos trabajos se conocieron enlucidos de barro y

cal, restos de adobes y pisos y una poza de piedra.


                                                                                       53
3.3.4.- Temporada 1981.



      Esta temporada fue la más corta y a pesar que se hizo trabajos

arqueológicos en el frontis de la pirámide principal, estos estuvieron abocados

sobre todo al mantenimiento de las intervenciones anteriores, la mayor parte

del tiempo del proyecto se usó en la construcción del Museo de sitio.



3.4.- La estratigrafía.

Con respecto a este tema, debemos lamentar el hecho que no hemos podido

conseguir algunos datos de las excavaciones. Así, en el caso de los dibujos de

perfil de los sectores BF y BG (Figuras 13 y 14), no tenemos datos de las

capas sino que se muestran los cortes en ejes de las plataformas con detalles

en algunas de estas. En cuanto al sector BB, si bien las capas no están

descritas detalladamente y no obtuvimos todos los perfiles, es de utilidad la

información recuperada. En la Figura 15 podemos apreciar una vista de

planta de este sector, la cuadriculación y la ubicación de los perfiles que se

detallarán más adelante.




                                                                            54
Figura 13. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BF (Redibujado del documento del
Proyecto Copesco).




                                                                                           55
Figura 14. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BG (Redibujado del documento del
Proyecto Copesco).




                                                                                     56
Figura 15. Dibujo de planta del Sector BB con la ubicación de las cuadrículas y los perfiles
citados en el texto (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).




                                                                                         57
3.4.1.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N2-3 E17-18
(Figura 16).


2A: Tierra negra. No se analizaron fragmentos de este nivel por pertenecer al

periodo Pukara Medio/Clásico.



3B: Tierra roja con gravilla. No se analizaron fragmentos de este nivel por

pertenecer al periodo Pukara Medio/Clásico.



4C: Tierra blanca. No se analizaron fragmentos de este nivel por pertenecer

al periodo Pukara Medio/Clásico.



5D: Tierra roja. Se encontró un tazón grande de paredes divergentes rectas y

borde aplanado inclinado.



6D: Tierra negra. Se encontró un cuenco pequeño de paredes divergentes y

borde redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo

divergente y borde redondeado engrosado externo; una olla con cuello

mediano de paredes ligeramente cóncavas verticales y borde biselado; una

olla sin cuello de paredes muy inclinadas y borde engrosado interno

redondeado y un tazón grande de paredes divergentes rectas y borde

aplanado inclinado.




                                                                          58
7DE: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla con cuello

mediano y de paredes ligeramente cóncavas verticales y borde engrosado

externo; una olla con cuello mediano y de paredes ligeramente cóncavas

convergentes y borde engrosado externo; dos tazones medianos de paredes

divergentes rectas y borde redondeado; un cántaro mediano de cuello

ligeramente cóncavo vertical y borde biselado y un cántaro pequeño de cuello

ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado.



8DE: Tierra negra. Se encontró un tazón mediano de paredes divergentes

rectas y borde aplanado inclinado.



9E: Tierra roja con grava. No se encontró bordes identificables con alguna

forma.



10E: Tierra amarilla arenosa. No se encontró bordes identificables con alguna

forma.



11F: Tierra negra arenosa. No se encontró bordes identificables con alguna

forma.



X: Lentes rojos. No se encontró bordes identificables a alguna forma.




                                                                          59
Y: Tierra negra arenosa. No se encontró bordes identificables a alguna forma.




Figura 16. Dibujo del perfil oeste de la Cuadrícula N2-3 E17-18 del Sector BB (Redibujado
del documento del Proyecto Copesco).




                                                                                      60
3.4.2.- Descripción de capas, Sector BB Eje Norte 4 (Cuadrículas N4-5
E17-18 y N4-5 E19-20) (Figura 17).


4C: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón grande de

paredes divergentes rectas y borde engrosado externo.



6C: Tierra roja con rayas negras y blancas semi compacta. No se encontró

bordes identificables con alguna forma.



6D: Tierra roja con gravilla compacta. Se encontró una olla sin cuello de

paredes ligeramente inclinadas y borde redondeado; un tazón pequeño de

paredes divergentes rectas y borde redondeado; un tazón pequeño de paredes

verticales convexas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes

divergentes rectas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes

divergentes convexas y borde engrosado externo; un tazón mediano de

paredes divergentes rectas y borde aplanado horizontal y dos tazones grandes

de paredes divergentes rectas y bordes redondeados.



7D: Tierra negra con rayas rojas y gravilla. Se encontró un plato mediano con

borde engrosado externo; una olla con cuello corto vertical y borde engrosado

externo; una olla con cuello mediano ligeramente cóncavo convergente y

borde redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo

divergente y borde aplanado horizontal engrosado externo; un tazón mediano




                                                                          61
de paredes verticales rectas y borde aplanado horizontal y un tazón grande de

paredes divergentes rectas y borde ligeramente redondeado.



8D: Tierra negra con rayas blancas arenosa. Se encontró un cántaro pequeño

de cuello cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado; un

cántaro mediano de cuello cóncavo divergente y borde engrosado externo

redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo divergente y

borde aplanado horizontal engrosado externo y un tazón mediano de paredes

divergentes rectas y borde redondeado.



8DE: No se halló descripción de la capa. Se encontró un cántaro mediano de

cuello ligeramente cóncavo divergente y borde redondeado y un cántaro

grande de cuello cóncavo divergente y borde aplanado inclinado engrosado

externo.



9E: Tierra roja con gravilla arcillosa compacta. Se encontró una olla sin cuello

de paredes inclinadas y borde redondeado puntiagudo.



10E: Tierra roja intercalada con tierra negra arenosa y blanca. Se encontró

un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde redondeado y un

tazón grande de paredes divergentes rectas y borde ligeramente redondeado.




                                                                             62
11F: Tierra mitad roja con gravilla y mitad blanca arenosa. Se encontró una

olla con cuello mediano ligeramente cóncavo vertical y borde redondeado.



12G: Tierra negra con rayas amarillas arenosas. Se encontró una olla con

cuello corto vertical y borde aplanado horizontal.



13H: Tierra roja con gravilla arcillosa con rayas negras arenosas. No se

encontró bordes identificables con alguna forma.



14H: Tierra gris arenosa suave. Se encontró un tazón grande de paredes

verticales rectas y borde redondeado.



15I: Tierra negra arenosa compacta. No se encontró bordes identificables con

alguna forma.



16I: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla sin cuello de

paredes inclinadas y borde rectangular alargado; un cántaro grande de cuello

ligeramente cóncavo vertical y borde engrosado externo y un tazón mediano

de paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado.




                                                                           63
17I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón mediano de

paredes divergentes rectas y borde engrosado externo y un tazón mediano de

paredes divergentes cóncavas y borde redondeado.



18I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un plato pequeño de borde

redondeado; un tazón pequeño de paredes divergentes convexas y borde

redondeado; un tazón mediano de paredes verticales rectas y borde

ligeramente redondeado; un tazón grande de paredes verticales rectas y borde

aplanado horizontal y un tazón grande de paredes divergentes convexas y

borde redondeado.



19I: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla sin cuello de

paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado inclinado y un tazón grande

de paredes divergentes rectas y borde engrosado externo.



20I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón mediano de

paredes divergentes rectas y borde redondeado.



23I: No se halló descripción de la capa. Se encontró dos ollas sin cuello de

paredes ligeramente inclinadas y borde engrosado interior y exterior y una

olla sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado inclinado.




                                                                            64
Figura 17. Dibujo de perfil del Eje Norte 4 del Sector BB (Redibujado del documento del
Proyecto Copesco).



                                                                                    65
3.4.3.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N6-7 E23-24
(Figura 18).



4C: Tierra blanca arenosa semi compacta. Se encontró un cántaro grande de

cuello ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado.



6C: Tierra roja con rayas negras y blancas semi compacta. No se encontró

bordes identificables con alguna forma.



5D: Tierra roja con gravilla compacta. Se encontró un cántaro mediano de

cuello ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo puntiagudo.



6D: No existe descripción de la capa. Se encontró un cuenco grande de

paredes divergentes y borde redondeado; un tazón mediano de paredes

divergentes rectas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes

divergentes rectas y borde aplanado inclinado; un tazón grande de paredes

verticales convexas y borde engrosado interno y externo y un tazón grande de

paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado.



7D: Tierra negra con rayas rojas y gravilla. Se encontró un cuenco pequeño de

paredes divergentes y borde redondeado.




                                                                          66
8D: Tierra negra con rayas blancas arenosa. No se encontró bordes

identificables con alguna forma.



9E: Tierra roja con gravilla arcillosa compacta. No se encontró bordes

identificables con alguna forma.



10E: Tierra roja intercalada con tierra negra arenosa y blanca. No se

encontró bordes identificables con alguna forma.



11F: Tierra mitad roja con gravilla y mitad blanca arenosa. Se encontró un

plato mediano con borde engrosado externo.



12G: Tierra negra con rayas amarillas arenosas. Se encontró una olla sin

cuello de paredes inclinadas y borde redondeado alargado y una olla sin

cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado horizontal.



13H: Tierra roja con gravilla arcillosa con rayas negras arenosas. No se

encontraron bordes identificables con alguna forma.



14H: Tierra gris arenosa suave. No se encontraron bordes identificables con

alguna forma.




                                                                        67
15I: Tierra negra arenosa compacta. Se encontró un cántaro pequeño de

cuello ligeramente cóncavo divergente y borde redondeado; dos ollas sin cuello

de paredes ligeramente inclinadas y borde redondeado y un tazón pequeño de

paredes divergentes rectas y borde engrosado externo.



16I: No existe descripción de la capa. Se encontró un plato grande de borde

redondeado.



17I: No existe descripción de la capa. Se encontró un cuenco grande de

paredes divergentes y borde redondeado; un cántaro pequeño de cuello

ligeramente cóncavo divergente y borde aplanado inclinado alargado; una olla

sin cuello de paredes muy inclinadas y borde engrosado interno redondeado;

una olla sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde engrosado

externo; un plato mediano de borde redondeado; un tazón grande de paredes

verticales convexas y borde redondeado y un tazón grande de paredes

divergentes rectas y borde engrosado externo.



18J: No existe descripción de la capa. Se encontró un tazón grande de paredes

divergentes convexas y borde redondeado. En este nivel, se detuvo la

excavación por producirse una filtración de agua.




                                                                           68
Figura 18. Dibujo de perfil del Eje Este 22 del Sector BB con la cuadrícula N6-7 E23-24
(Redibujado del documento del Proyecto Copesco).


                                                                                          69
3.5.- Secuencia general del sitio y fases de ocupación.

      La primera secuencia completa de la historia ocupacional del sitio fue

propuesta por Wheeler y Mujica (1981) en un reporte a la National Science

Foundation (NSF).     En esta, se proponen seis épocas, desde tiempos pre-

Pukara hasta la ocupación Colonial. Esta secuencia ha sido enriquecida con

los datos del “Informe Final de Ejecución de Obra, Sitio Arqueológico de

Pucará-Puno, 1982”.




3.5.1.- Fase I. Ocupación inicial del sitio.

      Esta fase corresponde a la primera ocupación del sitio cuyas evidencias

fueron hallados en tres zonas. Primero sobre roca madre, en las capas I y J de

la plaza hundida del Sector BB asociadas a un muro pobremente construido y

huesos animales; luego en la plataforma 3 del Sector BG y finalmente en el

Sector BF en el primer tramo de la escalinata de la Plataforma 1 y en la

esquina suroeste de la Plataforma 4, también sobre la capa estéril.




Ya que estos niveles se consideran como pre Qaluyu y dado que existen

algunos fechados para Qaluyu (Mohr-Chávez: 1977) que lo ubican entre 1400

y 800 a.C., se sugiere que la primera ocupación del sitio se encontraría

aproximadamente cerca del año 1400 a.C. aunque dejan en claro que su




                                                                           70
entendimiento para estos niveles, no es el mejor debido a la falta de datos

(Wheeler y Mujica 1981:26).




3.5.2.- Fase II. Época transicional pre Pukara.

      Esta ha sido identificada en las capas F, G y H de la plaza hundida del

Sector BB con asociación a un muro bien hecho de 0.60m. de altura, el cual al

parecer sirvió como contención de una plataforma por lo que se toma como el

inicio de la arquitectura no doméstica del sitio. En esta época, se iniciarían

las interrelaciones con otros lugares dentro y fuera de la cuenca ya que se

menciona contactos con el valle del Vilcanota y la cuenca sur del Titicaca.

Además, se propone un nuevo estilo local altiplánico que llaman Zeta y está

definido como una cerámica de pasta roja con decoración incisa curvilínea

(Wheeler y Mujica 1981:26-29).




3.5.3.- Fase III. Transición pre Pukara a Pukara.

      Esta época ha sido situada entre 850 y 200 a.C. sobre la base de

cronología relativa de cerámica. Las evidencias de esta época fueron halladas

en las capas C, D y E de la plaza hundida en el Sector BB, en las plataformas

2, 3 y 4 del Sector BF y en el atrio del Sector BG (Wheeler y Mujica 1981:29).

Lo más importante para este periodo fue el hallazgo de una pirámide

escalonada de cinco niveles que precede a la que vemos en la actualidad.



                                                                           71
Thomas Lynch (1981:204) agrega que esta pirámide anterior estaría fechada

quizás entre el 800 y el 200 a.C. y que lo más importante de este hallazgo es

que se descubrió que existe continuidad entre las dos etapas culturales.




En las excavaciones se encontraron cuatro de los muros de contención de las

plataformas y al parecer existe un quinto nivel por lo que se deduce que la

primera pirámide tenía la misma altura que la segunda aunque era más

pequeña. Los muros tienen un ancho aproximado en la base de 3.40m. y en la

cabeza de 2.90m. con una altura de 4 metros. En cuanto a la cerámica, este

periodo es particular puesto que se dan a conocer tres nuevos estilos o

tradiciones alfareras con diversos orígenes y que estarían hablando de

contactos cada vez más fuertes con otros lugares y con zonas más alejadas

también.




Wheeler    y   Mujica   (1981:34-40)   señalan   a   Pukara   Inicial   (llamado

originalmente Pucara Río por Franquemont en 1967) como un estilo indígena

altiplánico ya que tendría como antecedente el estilo Zeta ya descrito y sería

asimismo, antecedente directo del estilo Pukara Clásico. El siguiente estilo

es el Cusipata, el cual ya había sido definido como tal por Franquemont

(1986) pero con base en las excavaciones de Kidder en la pampa central (Área

IV) y no con materiales del Qalasaya. Wheeler y Mujica (1981:34) mencionan

que dicho estilo es parecido a la cerámica pintada Qaluyu pero que no podría


                                                                              72
considerársele de tradición altiplánica y que más bien tendría sus orígenes en

el valle del Vilcanota al norte debido a su semejanza con la tradición

Marcavalle.




El tercer estilo mencionado para este periodo de transición es el llamado

Ramis, el cual es definido como una cerámica de pasta negra, mal hecha, con

mala cocción y decorada con diseños incisos geométricos, los cuales fueron

rellenados con pintura roja brillante y verde clara post-cocción. Por sus

características se propone que es una cerámica originaria de las tierras bajas

amazónicas del oriente (Wheeler y Mujica 1981:40).




3.5.4.- Fase IV. Época Pukara Clásico o Medio.

      La Época IV corresponde al tiempo donde se entierra ritualmente la

pirámide anterior y se da un proceso de renovación y agrandamiento del

templo, así como la construcción de tres plazas hundidas en la cima del

Qalasaya. La segunda pirámide se construyó de la siguiente manera (ver

Figuras 6 y 7): 1) Se levantaron muros rústicos paralelos a los muros de

contención de las plataformas; 2) Se rellenó el espacio intermedio con arcilla

de río; 3)    Se construyeron nuevos muros de contención adyacentes a los

muros rústicos, los cuales sostienen también un relleno compuesto de piedras




                                                                           73
grandes en la base y pequeñas en la parte superior y 4) Se niveló el piso de la

nueva plataforma.




Los autores lamentan, sin embargo, la escasa cantidad de cerámica que

pudieron recoger de esta época debido al trabajo previo de Kidder en 1939

(Wheeler y Mujica 1981:40-43). Es de este periodo que tenemos la mayor

cantidad de fechados, Klarich (2005a:241) presenta 15 fechados C14 de sus

excavaciones en la pampa central del sitio, los cuales tienen un rango de

entre 360 a.C. y 240 d.C. y 11 de ellos se encuentran entre 180 a.C. y 120 d.C.




3.5.5.- Fase V. Abandono del sitio y colapso de Pukara.

      La Época V es la denominada ocupación Pukara Decadente y abandono

del sitio, proceso que al parecer se desarrolló de forma pacífica y rápida. Las

evidencias fueron halladas en la cima de la pirámide, en la zona entre las dos

plazas hundidas que están hacia el norte (BB y BA) donde se descubrieron

una serie de patios sin techo donde se habría producido actividad doméstica.

Asociada a los restos de fauna se encontró cerámica que mantiene

características Pukara pero con nuevas formas y de manufactura menos

elaborada.




                                                                             74
3.5.6.- Fase VI. Reocupaciones tardías.

      Esta fase corresponde a las reocupaciones tardías del sitio. La primera

se produjo mucho tiempo después del colapso de la entidad política Pukara y

es uno de los enigmas para la cuenca norte del Lago Titicaca puesto que aún

no se han encontrado ocupaciones pertenecientes al Horizonte Medio. La

primera reocupación se realizó por los Collas alrededor del 1250 d.C., quienes

usan con más intensidad las laderas al pie del Peñón aunque también hay

evidencias de ocupación doméstica y cistas intrusivas en las plataformas del

Qalasaya.




Los Incas reocupan el sitio aproximadamente en el 1471 d.C. gracias a las

acciones de Tupac Yupanqui quien vence en batalla a los Collas que se habían

sublevado. Las remodelaciones Inca se encuentran en dos lugares: En el

límite de los sectores BF, BE y BH donde construyen una escalinata

mediante una combinación de peldaños y rampas y en las plataformas 4 y 5

del Sector BG donde edifican un muro con hornacinas trapezoidales.




Finalmente, la evidencia del periodo Colonial se encuentra en los sectores BA

y BC. En el primero de ellos, se encontró nueve casas de planta rectangular

dispuestas una al lado de la otra y separadas por un pasadizo de 1 metro de

ancho. En el segundo sector también se encontró nueve casas aunque de




                                                                           75
manufactura más rústica y aglutinadas sin ningún orden. Asimismo en el

límite con el Sector BB, se encuentra una gran estructura que funcionó como

iglesia cristiana, la cual fue construida con muros de barro con base de piedra

y en una de sus paredes, se encontraron siete hornacinas, algunas de las

cuales conservan restos de pintura.




Esta cronología fue reformulada luego por Mujica. La secuencia cronológica

de los estilos cerámicos para la cuenca norte sería de la siguiente manera (ver

Figura 1 en Mujica 1988:79): Qaluyu (1400-800 a.C); Cusipata (800-500 a.C.);

Pukara Inicial (500-200 a.C.); Pukara Medio (200 a.C-100 d.C.) y finalmente

Pukara Tardío (100-380 d.C.). En cuanto a la secuencia en el sitio de Pukara,

Mujica (1987:28) menciona que en las capas más antiguas, hay cerámica mal

definida pero se ha identificado cuencos bajos de lados rectos y divergentes

con incisiones delgadas y ollas sin cuello.




Así él propone que la cerámica Qaluyu, es introducida tardíamente en la

secuencia más temprana del sitio ya que se encuentra en niveles por encima

de los que contienen esta cerámica descrita aunque asociada a otros estilos

cerámicos que tampoco se conocen bien. Por encima de estos niveles, hay

otros con materiales Qaluyu y Cusipata mezclados, luego Cusipata solo y

después Cusipata asociado a una cerámica similar a Pukara que vendría a

ser la fase más temprana del estilo Pukara (Mujica 1987:25; 1988:87).


                                                                            76
Finalmente, por encima de esto y sobre el nivel de arcilla roja ya mencionada,

se encuentran los materiales Pukara Clásico o Medio.




                                                                           77
Capítulo 4

                          El material cerámico.



4.1.- La clasificación morfofuncional.

      Decidimos realizar esta clasificación en lugar de buscar tipos ya que

normalmente, las tipologías se basan únicamente en ciertos atributos

formales o estilísticos. De acuerdo con Lumbreras (1987:3), sostenemos que

tiene que haber una relación entre la forma de la vasija y la función que ésta

debió cumplir. Esto quiere decir que la vasija debe tener ciertas

características en forma y estructura física para que sirvan eficientemente

en la función para la cual ha sido elaborada.



El primer paso es según Lumbreras (op.cit.) y Orton, Tyers y Vince (1993:78),

clasificar la cerámica diagnóstica haciendo dos grandes grupos que

corresponden a la clase de las vasijas. Las dos grandes clases que tenemos

son las vasijas abiertas y las vasijas cerradas. Luego se debe ubicar dentro

cada clase las diferentes categorías (i.e. tazón), sus variantes (i.e. de paredes

verticales) y finalmente los atributos específicos (i.e. labio redondeado).



En el análisis morfofuncional se han registrado platos, cuencos y tazones

como vasijas abiertas y ollas sin cuello, ollas con cuello y cántaros como

vasijas cerradas. El total de fragmentos analizados fue de 4582 sin embargo



                                                                              78
la mayoría de estos son muy pequeños como para ser identificados como parte

de alguna forma de vasija específica. Por este motivo, los resultados del

análisis se encuentran basados en el número de bordes con un tamaño

mínimo de 5% para que sean representativos. El total de vasijas identificadas

fue de 299.



4.1.1.- Descripción de las categorías formales.


4.1.1.1.- Vasijas abiertas (N=150, 50.16% del total).

      Son vasijas de acceso no restringido cuya función está asociada al

consumo de alimentos sólidos y líquidos y el ancho máximo se encuentra en

la boca. Se reconocieron las siguientes formas (Figura 19):




4.1.1.1.1.- Platos (P) (N=5, 1.67% del total).

      Son vasijas de base plana, de paredes muy inclinadas y muy cortas. A

pesar que la cantidad de ejemplares es muy limitada y por lo tanto no es

representativa,   debemos resaltar que la manufactura es consistente. La

superficie interior fue alisada y la exterior bruñida y ambas fueron engobadas

aunque no presentan decoración. Se encontraron muy pocos ejemplares sin

embargo fueron clasificados según el tamaño de la vasija y la forma del labio

en las siguientes categorías (Figura 20 y Tabla 1):




                                                                           79
a) Platos pequeños con labio redondeado (P1) (Lámina 01, Fig.1).

b) Platos medianos con labio engrosado externo (P2) (Lámina 01, Fig.2).

c) Platos grandes con labio redondeado (P3) (Lámina 01, Fig.3).



4.1.1.1.2.- Cuencos (C) (N=8, 2.67% del total).



       Son vasijas de paredes convexas y base redondeada donde el diámetro

máximo se puede encontrar en el borde o en el cuerpo. La superficie interior

generalmente estuvo alisada o bruñida mientras que la exterior presenta

alisados y pulidos aunque en la mayoría de casos no, no se pudo determinar

el acabado debido a la erosión. Ambas superficies fueron engobadas y no

presentan decoración. En este caso se encontraron pocos especímenes aunque

fueron clasificados según el tamaño de la vasija, la forma de las paredes y la

forma del labio en las siguientes categorías (Figura 21 y Tabla 2):



a) Cuencos pequeños (Diámetro de entre 7 y 10cms.) (C1).

      De paredes verticales y labio redondeado (C1A) (Lámina 02, Fig.1).

      De paredes divergentes y labio redondeado (C1B) (Lámina 02, Fig.2).



b) Cuencos medianos (Diámetro de entre 11 y 15cms.) (C2).

      De paredes divergentes y labio aplanado horizontal (C2A1) (Lámina

       02, Fig.3).




                                                                             80
   De paredes divergentes y labio aplanado inclinado (C2A2) (Lámina 03,

       Fig.1).



c) Cuencos grandes (Diámetro de entre 16 y 20cms.) (C3).

      De paredes verticales y labio redondeado (C3A) (Lámina 03, Fig.2).

      De paredes divergentes y labio redondeado (C3B) (Lámina 03, Fig.3).



4.1.1.1.3.- Tazones (T) (N=136, 45.48% del total).

       Son vasijas de base plana donde el diámetro máximo se encuentra en

el borde. Las superficies interiores estuvieron generalmente alisadas o

pulidas. Este alisado interno se realizó mayormente con algún tipo de tela

debido a las marcas aunque en muchos casos se habría utilizado un objeto de

punta roma, una coronta de choclo o simplemente la mano.



Las superficies exteriores fueron generalmente pulidas o bruñidas. En los

casos pulidos, las superficies interiores también estuvieron pulidas mientras

que en los casos bruñidos, estas estuvieron sobre todo alisadas. Ambas

superficies estuvieron engobadas y casi no se presentan decoraciones. En este

punto debemos mencionar que cuando la decoración se encuentra en la

superficie interna, no lo está en la externa y a su vez, cuando se presenta en

la externa, no hay decoración en la interna.




                                                                             81
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará
Pukará

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Patrón arquitectónico de un poblado del intermedio tardío en la cuenca del qu...
Patrón arquitectónico de un poblado del intermedio tardío en la cuenca del qu...Patrón arquitectónico de un poblado del intermedio tardío en la cuenca del qu...
Patrón arquitectónico de un poblado del intermedio tardío en la cuenca del qu...alexgiovanni09
 
Historia de los collaguas
Historia de los collaguasHistoria de los collaguas
Historia de los collaguasNilo Cruz
 
Culturas precolombinas de piura
Culturas precolombinas de piuraCulturas precolombinas de piura
Culturas precolombinas de piuraAlice Guerrero
 
Edificio pacifico, fernando de osma
Edificio pacifico, fernando de osmaEdificio pacifico, fernando de osma
Edificio pacifico, fernando de osmaFrancisco Vazallo
 
Propuestas periodificacion Historia del Perú
Propuestas periodificacion Historia del PerúPropuestas periodificacion Historia del Perú
Propuestas periodificacion Historia del Perúlidoshki
 
DESARROLLO DE LA ARQUITECTURA VALLE CASMA Y SECHIN
DESARROLLO DE LA ARQUITECTURA VALLE CASMA Y SECHINDESARROLLO DE LA ARQUITECTURA VALLE CASMA Y SECHIN
DESARROLLO DE LA ARQUITECTURA VALLE CASMA Y SECHINAngie Gárate Zavaleta
 
arquitectura incaica & vilcashuaman
arquitectura incaica & vilcashuamanarquitectura incaica & vilcashuaman
arquitectura incaica & vilcashuamanPerrizo Mora
 
CULTURA MOCHICA
CULTURA MOCHICACULTURA MOCHICA
CULTURA MOCHICATaty Valle
 
CENTRO ANDIMINSTRATIVO TAMBO COLORADO
CENTRO ANDIMINSTRATIVO TAMBO COLORADOCENTRO ANDIMINSTRATIVO TAMBO COLORADO
CENTRO ANDIMINSTRATIVO TAMBO COLORADOTaty Valle
 
huaca mangomarca pueblo del senor
huaca mangomarca pueblo del senorhuaca mangomarca pueblo del senor
huaca mangomarca pueblo del senorWilmer Carrion
 
Huanuco pampa
Huanuco pampaHuanuco pampa
Huanuco pamparolexdan
 

La actualidad más candente (20)

Teorias urbanas
Teorias urbanasTeorias urbanas
Teorias urbanas
 
Patrón arquitectónico de un poblado del intermedio tardío en la cuenca del qu...
Patrón arquitectónico de un poblado del intermedio tardío en la cuenca del qu...Patrón arquitectónico de un poblado del intermedio tardío en la cuenca del qu...
Patrón arquitectónico de un poblado del intermedio tardío en la cuenca del qu...
 
Historia de los collaguas
Historia de los collaguasHistoria de los collaguas
Historia de los collaguas
 
Culturas precolombinas de piura
Culturas precolombinas de piuraCulturas precolombinas de piura
Culturas precolombinas de piura
 
Edificio pacifico, fernando de osma
Edificio pacifico, fernando de osmaEdificio pacifico, fernando de osma
Edificio pacifico, fernando de osma
 
Arquitectura y urbanismo inca
Arquitectura y urbanismo incaArquitectura y urbanismo inca
Arquitectura y urbanismo inca
 
El gran hotel Bolívar Perú
El gran hotel Bolívar PerúEl gran hotel Bolívar Perú
El gran hotel Bolívar Perú
 
Cultura pucara
Cultura pucaraCultura pucara
Cultura pucara
 
LOS INCAS
LOS INCASLOS INCAS
LOS INCAS
 
Propuestas periodificacion Historia del Perú
Propuestas periodificacion Historia del PerúPropuestas periodificacion Historia del Perú
Propuestas periodificacion Historia del Perú
 
DESARROLLO DE LA ARQUITECTURA VALLE CASMA Y SECHIN
DESARROLLO DE LA ARQUITECTURA VALLE CASMA Y SECHINDESARROLLO DE LA ARQUITECTURA VALLE CASMA Y SECHIN
DESARROLLO DE LA ARQUITECTURA VALLE CASMA Y SECHIN
 
arquitectura incaica & vilcashuaman
arquitectura incaica & vilcashuamanarquitectura incaica & vilcashuaman
arquitectura incaica & vilcashuaman
 
Ppt kalasasaya final 11
Ppt kalasasaya final 11Ppt kalasasaya final 11
Ppt kalasasaya final 11
 
Tiahuanaco
TiahuanacoTiahuanaco
Tiahuanaco
 
CULTURA MOCHICA
CULTURA MOCHICACULTURA MOCHICA
CULTURA MOCHICA
 
CENTRO ANDIMINSTRATIVO TAMBO COLORADO
CENTRO ANDIMINSTRATIVO TAMBO COLORADOCENTRO ANDIMINSTRATIVO TAMBO COLORADO
CENTRO ANDIMINSTRATIVO TAMBO COLORADO
 
Pre Cerámico en los Andes Centrales
Pre Cerámico en los Andes CentralesPre Cerámico en los Andes Centrales
Pre Cerámico en los Andes Centrales
 
El reino de los chankas
El reino de los chankasEl reino de los chankas
El reino de los chankas
 
huaca mangomarca pueblo del senor
huaca mangomarca pueblo del senorhuaca mangomarca pueblo del senor
huaca mangomarca pueblo del senor
 
Huanuco pampa
Huanuco pampaHuanuco pampa
Huanuco pampa
 

Destacado

SmartDeviceLink - An open approach to the connected car
SmartDeviceLink - An open approach to the connected carSmartDeviceLink - An open approach to the connected car
SmartDeviceLink - An open approach to the connected carLibreCon
 
Reaching the Widest Audience with Common Short Code and SMS Mobile Marketing
Reaching the Widest Audience with Common Short Code and SMS Mobile MarketingReaching the Widest Audience with Common Short Code and SMS Mobile Marketing
Reaching the Widest Audience with Common Short Code and SMS Mobile MarketingScott Valentine, MBA, CSPO
 
INTERNATIONAL CONGRESS OF DIRECT AND INTERACTIVE MARKETING MEXICO CITY OCT 9-10
INTERNATIONAL CONGRESS OF DIRECT AND INTERACTIVE MARKETING MEXICO CITY OCT 9-10INTERNATIONAL CONGRESS OF DIRECT AND INTERACTIVE MARKETING MEXICO CITY OCT 9-10
INTERNATIONAL CONGRESS OF DIRECT AND INTERACTIVE MARKETING MEXICO CITY OCT 9-10Future Experts
 
How to make 2013 your best year by dayo olomu
How to make 2013 your best year by dayo olomuHow to make 2013 your best year by dayo olomu
How to make 2013 your best year by dayo olomuDayo Olomu
 
La mujer que dejó a picasso
La mujer que dejó a picassoLa mujer que dejó a picasso
La mujer que dejó a picassoAlicia Ipiña
 
Registration of company in cyprus
Registration of company in cyprusRegistration of company in cyprus
Registration of company in cypruseklawyers
 
โปรแกรมอรรถประโยนช์
โปรแกรมอรรถประโยนช์โปรแกรมอรรถประโยนช์
โปรแกรมอรรถประโยนช์krurat55
 
INFORME DE SEGUIMIENTO A COMPROMISOS ADQUIRIDOS Informe N° 12
INFORME DE SEGUIMIENTO A COMPROMISOS ADQUIRIDOS Informe N° 12INFORME DE SEGUIMIENTO A COMPROMISOS ADQUIRIDOS Informe N° 12
INFORME DE SEGUIMIENTO A COMPROMISOS ADQUIRIDOS Informe N° 12cgroportunidadestrategica
 
CURSO DE TUTORIA VIRTUAL
CURSO DE TUTORIA VIRTUALCURSO DE TUTORIA VIRTUAL
CURSO DE TUTORIA VIRTUALRAFAEL CANTURIN
 
Laparotomia tranversa versus laparotomia media
Laparotomia tranversa versus laparotomia mediaLaparotomia tranversa versus laparotomia media
Laparotomia tranversa versus laparotomia mediaJohanna Maribel
 
Lecture 7 analisis radioprop p5
Lecture 7 analisis radioprop   p5Lecture 7 analisis radioprop   p5
Lecture 7 analisis radioprop p5nica2009
 
Impacto de las tics en el contexto de la sociedad del conocimiento unicesar
Impacto de las tics en el contexto de la sociedad del conocimiento unicesarImpacto de las tics en el contexto de la sociedad del conocimiento unicesar
Impacto de las tics en el contexto de la sociedad del conocimiento unicesarINGENIEROS NG2 SAS
 
Las Siete Artes CláSicas
Las Siete Artes CláSicasLas Siete Artes CláSicas
Las Siete Artes CláSicasardillacesar
 
Investigacion bullyin autoestima1
Investigacion bullyin autoestima1Investigacion bullyin autoestima1
Investigacion bullyin autoestima1Johana Sosa
 

Destacado (19)

SmartDeviceLink - An open approach to the connected car
SmartDeviceLink - An open approach to the connected carSmartDeviceLink - An open approach to the connected car
SmartDeviceLink - An open approach to the connected car
 
Reaching the Widest Audience with Common Short Code and SMS Mobile Marketing
Reaching the Widest Audience with Common Short Code and SMS Mobile MarketingReaching the Widest Audience with Common Short Code and SMS Mobile Marketing
Reaching the Widest Audience with Common Short Code and SMS Mobile Marketing
 
Het Lean Projekt
Het Lean ProjektHet Lean Projekt
Het Lean Projekt
 
INTERNATIONAL CONGRESS OF DIRECT AND INTERACTIVE MARKETING MEXICO CITY OCT 9-10
INTERNATIONAL CONGRESS OF DIRECT AND INTERACTIVE MARKETING MEXICO CITY OCT 9-10INTERNATIONAL CONGRESS OF DIRECT AND INTERACTIVE MARKETING MEXICO CITY OCT 9-10
INTERNATIONAL CONGRESS OF DIRECT AND INTERACTIVE MARKETING MEXICO CITY OCT 9-10
 
How to make 2013 your best year by dayo olomu
How to make 2013 your best year by dayo olomuHow to make 2013 your best year by dayo olomu
How to make 2013 your best year by dayo olomu
 
FÉNIX DIRECTO más seguro
FÉNIX DIRECTO más seguroFÉNIX DIRECTO más seguro
FÉNIX DIRECTO más seguro
 
La mujer que dejó a picasso
La mujer que dejó a picassoLa mujer que dejó a picasso
La mujer que dejó a picasso
 
Registration of company in cyprus
Registration of company in cyprusRegistration of company in cyprus
Registration of company in cyprus
 
Internet Law Primer
Internet Law PrimerInternet Law Primer
Internet Law Primer
 
โปรแกรมอรรถประโยนช์
โปรแกรมอรรถประโยนช์โปรแกรมอรรถประโยนช์
โปรแกรมอรรถประโยนช์
 
INFORME DE SEGUIMIENTO A COMPROMISOS ADQUIRIDOS Informe N° 12
INFORME DE SEGUIMIENTO A COMPROMISOS ADQUIRIDOS Informe N° 12INFORME DE SEGUIMIENTO A COMPROMISOS ADQUIRIDOS Informe N° 12
INFORME DE SEGUIMIENTO A COMPROMISOS ADQUIRIDOS Informe N° 12
 
Guia de calles de Satipo
Guia de calles de SatipoGuia de calles de Satipo
Guia de calles de Satipo
 
CURSO DE TUTORIA VIRTUAL
CURSO DE TUTORIA VIRTUALCURSO DE TUTORIA VIRTUAL
CURSO DE TUTORIA VIRTUAL
 
Laparotomia tranversa versus laparotomia media
Laparotomia tranversa versus laparotomia mediaLaparotomia tranversa versus laparotomia media
Laparotomia tranversa versus laparotomia media
 
Lecture 7 analisis radioprop p5
Lecture 7 analisis radioprop   p5Lecture 7 analisis radioprop   p5
Lecture 7 analisis radioprop p5
 
Impacto de las tics en el contexto de la sociedad del conocimiento unicesar
Impacto de las tics en el contexto de la sociedad del conocimiento unicesarImpacto de las tics en el contexto de la sociedad del conocimiento unicesar
Impacto de las tics en el contexto de la sociedad del conocimiento unicesar
 
Armas y cartuchos
Armas y cartuchosArmas y cartuchos
Armas y cartuchos
 
Las Siete Artes CláSicas
Las Siete Artes CláSicasLas Siete Artes CláSicas
Las Siete Artes CláSicas
 
Investigacion bullyin autoestima1
Investigacion bullyin autoestima1Investigacion bullyin autoestima1
Investigacion bullyin autoestima1
 

Similar a Pukará

Quechua de Corongo, Áncash
Quechua de Corongo, ÁncashQuechua de Corongo, Áncash
Quechua de Corongo, ÁncashMarcos Luk'aña
 
Trabajo de grado juan david glez-igl
Trabajo de grado   juan david glez-iglTrabajo de grado   juan david glez-igl
Trabajo de grado juan david glez-iglCushitomare
 
ESTRATEGIAS D EINV.CUALITATIVA IRENE VASILICANCHIS.pdf
ESTRATEGIAS D EINV.CUALITATIVA IRENE VASILICANCHIS.pdfESTRATEGIAS D EINV.CUALITATIVA IRENE VASILICANCHIS.pdf
ESTRATEGIAS D EINV.CUALITATIVA IRENE VASILICANCHIS.pdfWilliamCubillos5
 
107407-0-18-124658_FILOSOFIA_BACHILLE_cast.pdf
107407-0-18-124658_FILOSOFIA_BACHILLE_cast.pdf107407-0-18-124658_FILOSOFIA_BACHILLE_cast.pdf
107407-0-18-124658_FILOSOFIA_BACHILLE_cast.pdfMaryoMelendroRodrigu
 
Modulo 5 tamayo y tamayo investigacion
Modulo 5 tamayo y tamayo investigacionModulo 5 tamayo y tamayo investigacion
Modulo 5 tamayo y tamayo investigacionvanessa coronado
 
Serie aprender a investigar 5
Serie aprender a investigar 5Serie aprender a investigar 5
Serie aprender a investigar 5JCASTINI
 
Serie aprender a investigar 5
Serie aprender a investigar 5Serie aprender a investigar 5
Serie aprender a investigar 5JCASTINI
 
Aprender a investigar icfes módulo 4 análisis de la información
Aprender a investigar icfes módulo 4 análisis de la informaciónAprender a investigar icfes módulo 4 análisis de la información
Aprender a investigar icfes módulo 4 análisis de la informaciónManuel Bedoya D
 
Aprender a investigar_modulo4
Aprender a investigar_modulo4Aprender a investigar_modulo4
Aprender a investigar_modulo4Miguel Rebilla
 
M 4 Análisis de la información
M 4 Análisis de la informaciónM 4 Análisis de la información
M 4 Análisis de la informaciónSkepper63
 
Optimización de la producción y avance mediante diseño
Optimización de la producción y avance mediante diseñoOptimización de la producción y avance mediante diseño
Optimización de la producción y avance mediante diseñoTomas Napachi Gogrerio
 
Serie aprender a investigar 3 ICFES
Serie aprender a investigar 3 ICFESSerie aprender a investigar 3 ICFES
Serie aprender a investigar 3 ICFESJCASTINI
 
Aprender a investigar icfes módulo 3 recolección de la información
Aprender a investigar icfes módulo 3 recolección de la información Aprender a investigar icfes módulo 3 recolección de la información
Aprender a investigar icfes módulo 3 recolección de la información Manuel Bedoya D
 

Similar a Pukará (20)

Upa 2012 paulina briones
Upa 2012   paulina brionesUpa 2012   paulina briones
Upa 2012 paulina briones
 
Tesis laura
Tesis lauraTesis laura
Tesis laura
 
Quechua de Corongo, Áncash
Quechua de Corongo, ÁncashQuechua de Corongo, Áncash
Quechua de Corongo, Áncash
 
Upa 2012 catalina morales
Upa 2012   catalina moralesUpa 2012   catalina morales
Upa 2012 catalina morales
 
Trabajo de grado juan david glez-igl
Trabajo de grado   juan david glez-iglTrabajo de grado   juan david glez-igl
Trabajo de grado juan david glez-igl
 
Upa 2011 rolando fuenzalida
Upa 2011   rolando fuenzalidaUpa 2011   rolando fuenzalida
Upa 2011 rolando fuenzalida
 
02_2187.pdf
02_2187.pdf02_2187.pdf
02_2187.pdf
 
ESTRATEGIAS D EINV.CUALITATIVA IRENE VASILICANCHIS.pdf
ESTRATEGIAS D EINV.CUALITATIVA IRENE VASILICANCHIS.pdfESTRATEGIAS D EINV.CUALITATIVA IRENE VASILICANCHIS.pdf
ESTRATEGIAS D EINV.CUALITATIVA IRENE VASILICANCHIS.pdf
 
107407-0-18-124658_FILOSOFIA_BACHILLE_cast.pdf
107407-0-18-124658_FILOSOFIA_BACHILLE_cast.pdf107407-0-18-124658_FILOSOFIA_BACHILLE_cast.pdf
107407-0-18-124658_FILOSOFIA_BACHILLE_cast.pdf
 
Modulo 5 tamayo y tamayo investigacion
Modulo 5 tamayo y tamayo investigacionModulo 5 tamayo y tamayo investigacion
Modulo 5 tamayo y tamayo investigacion
 
Serie aprender a investigar 5
Serie aprender a investigar 5Serie aprender a investigar 5
Serie aprender a investigar 5
 
Serie aprender a investigar 5
Serie aprender a investigar 5Serie aprender a investigar 5
Serie aprender a investigar 5
 
Aprender a investigar icfes módulo 4 análisis de la información
Aprender a investigar icfes módulo 4 análisis de la informaciónAprender a investigar icfes módulo 4 análisis de la información
Aprender a investigar icfes módulo 4 análisis de la información
 
Aprender a investigar_modulo4
Aprender a investigar_modulo4Aprender a investigar_modulo4
Aprender a investigar_modulo4
 
M 4 Análisis de la información
M 4 Análisis de la informaciónM 4 Análisis de la información
M 4 Análisis de la información
 
Upa 2012 minerva ormazabal, carlos peñaloza
Upa 2012   minerva ormazabal, carlos peñalozaUpa 2012   minerva ormazabal, carlos peñaloza
Upa 2012 minerva ormazabal, carlos peñaloza
 
Optimización de la producción y avance mediante diseño
Optimización de la producción y avance mediante diseñoOptimización de la producción y avance mediante diseño
Optimización de la producción y avance mediante diseño
 
Upa 2011 caterina urzua, karem garcía
Upa 2011   caterina urzua, karem garcíaUpa 2011   caterina urzua, karem garcía
Upa 2011 caterina urzua, karem garcía
 
Serie aprender a investigar 3 ICFES
Serie aprender a investigar 3 ICFESSerie aprender a investigar 3 ICFES
Serie aprender a investigar 3 ICFES
 
Aprender a investigar icfes módulo 3 recolección de la información
Aprender a investigar icfes módulo 3 recolección de la información Aprender a investigar icfes módulo 3 recolección de la información
Aprender a investigar icfes módulo 3 recolección de la información
 

Pukará

  • 1. FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS LA SECUENCIA MÁS TEMPRANA EN EL SITIO DE PUKARA, CUENCA NORTE DEL LAGO TITICACA Tesis para optar el título de Licenciado en Arqueología que presenta el bachiller DAVID ERNESTO OSHIGE ADAMS DR. PETER KAULICKE Lima, 2010
  • 2. Agradecimientos Esta investigación no se habría dado sin la colaboración de un gran número de personas a quienes debo tanto admiración como agradecimiento. Mi asesor, el Dr. Peter Kaulicke ha sido fundamental para poder articular todas mis ideas y darle sentido al texto. Sin la colaboración de Elías Mujica no hubiese podido conocer muchas cosas tanto de las excavaciones en el sitio como datos de la cuenca en general, su desprendimiento y ayuda incondicional, han sido de mucha utilidad. Los consejos del Dr. Idilio Santillana han sido motivadores desde épocas de pregrado hasta la actualidad. En Puno, mis grandes amigos, Cecilia Chávez y Edmundo de la Vega, me han apoyado en todo momento por lo que estoy eternamente en deuda con ellos. En Pucará, tengo un amigo fuera de serie, Honorato Ttaca, quien no sólo compartió su gran sabiduría sino que también me permitió entrar en su hogar y conocer a su familia. En cuanto al INC- Puno, debo agradecer las facilidades dadas por los directores Rolando Paredes y Carlos Landa. También quiero agradecer a Liz Klarich por haberme ayudado tanto y ser fuente de ánimo permanente y a mi amigo Hugo Ikehara quien me alentó durante esta
  • 3. investigación. A mi mamá, Norma, por guiarme espiritualmente, a mi papá Fernando por haberme dado valores, disciplina y amor por el trabajo. Rosa Marcelina y José Jiro han sido muy importantes por su apoyo en todos los aspectos y Juergen Golte ha sido un colaborador permanente. Finalmente quiero agradecer a todas las personas que directa e indirectamente ayudaron en esta investigación y a Bárbara por su locura y genialidad inacabable.
  • 4. Índice...………………………………………………………………………………1 Introducción……………………………………………………………………….5 Capítulo 1 La cuenca del Lago Titicaca…………………………………………………..8 1.1.- Descripción geográfica………………………………………………………..8 1.2.- La cronología…………………………………………………………………..12 1.3.- El proceso cultural durante el Formativo…………………………………17 Capítulo 2 La investigación arqueológica en el sitio de Pukara………………….20 2.1.- Descripción general del sitio………………………………………………...20 2.1.1.- Ubicación, tamaño y organización espacial……………………..20 2.1.2.- Descripción del área monumental………………………………..24 2.2.- Antecedentes de investigación………………………………………………32 2.2.1.- Excavaciones y reconocimientos…………………………………..32 2.2.2.- Estudios de la cerámica…………………………………………….35 Capítulo 3 El Proyecto Copesco……………………………………………………………..41 3.1.- Objetivos………………………………………………………………………..42 3.2.- Metodología…………………………………………………………………….43 3.2.1.- Sectorización…………………………………………………………44 3.2.2.- Secuencia y estrategia de excavación……………………………48 3.3.- Las excavaciones………………………………………………………………49 3.3.1.- Temporada 1975-1976……………………………………………...49 3.3.2.- Temporada 1977-1978………………………………………………49 3.3.3.- Temporada 1979-1980………………………………………………50 3.3.4.- Temporada 1981……………………………………………………..54 3.4- La estratigrafía………………………………………………………………….54 3.4.1.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N2-3 E17- 18……………………………………………………………………………….58 1
  • 5. 3.4.2.- Descripción de capas, Sector BB Eje Norte 4 (Cuadrícula N4-5 E17-18 y N4-5 E19-20………………………………………………………..61 3.4.3.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N6-7 E23-24…….66 3.5.- Secuencia general del sitio y fases de ocupación…………………………..70 3.5.1.- Fase I. Ocupación inicial del sitio………………………………….70 3.5.2.- Fase II. Época transicional pre Pukara.......................................71 3.5.3.- Fase III. Transición pre Pukara a Pukara………………………..71 3.5.4.- Fase IV. Época Pukara Clásico o Medio…………………………..73 3.5.5.- Fase V. Abandono del sitio y colapso de Pukara………………...74 3.5.6.- Fase VI. Reocupaciones tardías…………………………………….75 Capítulo 4 El material cerámico……………………………………………………………...78 4.1.- La clasificación morfofuncional………………………………………………78 4.1.1.- Descripción de las categorías formales……………………………79 4.1.1.1.- Vasijas abiertas…………………………………………….79 4.1.1.1.1.-Platos……………………………………………….79 4.1.1.1.2.- Cuencos……………………………………………80 4.1.1.1.3.- Tazones……………………………………………81 4.1.1.2.- Vasijas cerradas……………………………………………88 4.1.1.2.1.-Ollas sin cuello……………………………………88 4.1.1.2.2.- Ollas con cuello…………………………………..89 4.1.1.2.3.- Cántaros…………………………………………..91 4.1.2.- Descripción de las variaciones formales en la secuencia………97 4.2.- Decoración……………………………………………………………………….99 4.2.1.- Técnicas decorativas………………………………………………..100 4.2.1.1.- Pintura……………………………………………………..100 4.2.1.2.- Incisiones…………………………………………………..100 4.2.1.3.- Aplicaciones………………………………………………..101 4.2.2.- Categorías decorativas……………………………………………..101 4.2.2.1.- Decoración interna………………………………………..101 4.2.2.1.1.- Pintura…………………………………………...101 4.2.2.1.2.- Incisiones………………………………………...102 4.2.2.1.3.- Pintura e incisiones…………………………….103 2
  • 6. 4.2.2.2.- Decoración externa…………………………………….…104 4.2.2.2.1.- Pintura…………………………………………...104 4.2.2.2.2.- Incisiones………………………………………...105 4.2.2.2.3.- Pintura e incisiones…………………………….107 4.2.2.2.4.- Aplicaciones e incisiones………………………108 4.2.2.2.5.- Pintura, incisiones y aplicaciones……………109 4.2.2.3.- Decoración interna y externa…………………………...109 4.2.2.3.1.- Pintura…………………………………………………...109 4.2.2.3.2.- Pintura, incisiones y aplicaciones……………110 4.2.3.- Correlación de las categorías formales y las decorativas……..111 4.3.- Consideraciones estilísticas de los diseños decorativos…………………112 4.4.- Tecnología………………………………………………………………………117 4.4.1.- Análisis de pasta……………………………………………………119 4.4.2.- Conjuntos de pastas………………………………………………..122 4.4.2.1.- Conjunto 1A……………………………………………….123 4.4.2.2.- Conjunto 1B……………………………………………….123 4.4.2.3.- Conjunto 1C……………………………………………….123 4.4.2.4.- Conjunto 1D……………………………………………….123 4.4.2.5.- Conjunto 1E……………………………………………….123 4.4.2.6.- Conjunto 1F……………………………………………….124 4.4.2.7.- Conjunto 1G……………………………………………….124 4.4.2.8.- Conjunto 2A……………………………………………….124 4.4.2.9.- Conjunto 2B……………………………………………….124 4.4.2.10.- Conjunto 3A.……………………………………………..125 4.4.2.11.- Conjunto 3B………………………………………………125 4.4.2.12.- Conjunto 4………………………………………………..125 4.4.2.13.- Conjunto 5A……………………………………………...125 4.4.2.14.- Conjunto 5B………………………………………………126 4.4.2.15.- Conjunto 5C………………………………………………126 4.4.3.- Alfares………………………………………………………………...128 4.4.3.1.- Alfar A………………………………………………………128 4.4.3.2.- Alfar B………………………………………………………129 4.4.3.3.- Alfar C………………………………………………………130 4.4.3.4.- Alfar D……………………………………………………...131 4.4.3.5.- Alfar E………………………………………………………132 4.4.3.6.- Alfar F………………………………………………………133 4.4.3.7.- Alfar G……………………………………………………...134 3
  • 7. 4.4.3.8.- Alfar H……………………………………………………...135 4.5.- La secuencia cerámica más temprana en el sitio………………………...137 Capítulo 5 La cuenca norte durante el Formativo Medio…………………………...146 Conclusiones e interpretaciones…………………………………………….151 Bibliografía…………………………………………………………………………153 Anexos. 4
  • 8. Introducción El periodo Formativo en la cuenca del Lago Titicaca (aprox. 2000 a.C.- 450 d.C.), ha recibido en los últimos años mucha atención por parte de los investigadores debido a que es una de las pocas zonas donde se produjo de manera autónoma el proceso de complejización social que finalizó en la creación del estado temprano (Bandy 2001; Beck 2001; Hastorf 2005; Janusek 2001, 2004, 2005; Klarich 2002, 2003, 2005a y b; Plourde y Stanish 2006; Stanish 2001, 2003; entre otros). Este proceso correspondería a acciones de grupos de individuos dentro de grupos más grandes con el afán de acumular riqueza, poder y prestigio que se dan en un contexto social donde otros intentan de mantener su autonomía individual (Stanish 2001:195). El sitio de Pukara 1 es famoso por su importancia en el proceso de complejización social en la cuenca del lago Titicaca y por su extraordinaria cultura material como vasijas de cerámica y escultura lítica. Lamentablemente no ha recibido la atención necesaria para conocer más de su historia como sí ha tenido su par en la cuenca sur del lago, Tiwanaku. Además, casi todas las investigaciones realizadas, tanto excavaciones como reconocimientos de superficie y análisis ceramológicos y estilísticos se han ocupado del periodo Pukara Clásico o Medio, época cuando alcanzó su 1 Pukara es el nombre del sitio arqueológico y del sistema político mientras que Pucará se llama tanto el pueblo moderno como el río que pasa cerca de este. 5
  • 9. máximo esplendor como entidad política (aprox. 200 a.C.-100 d.C.) (Ver Tabla 2 en Klarich 2005b: 198). Sin embargo, se conoce de la existencia de una pirámide anterior a la que se ve en la actualidad que representa la primera construcción monumental en el sitio y la cual está asociada a los estilos Qaluyu primero y Cusipata después (Mujica 1987, Wheeler y Mujica 1981). Este hecho, junto con el resultado de nuevas investigaciones acerca de Qaluyu, las cuales han determinado que existen sitios en otras partes de la cuenca norte que serían más importantes que el sitio epónimo (vg. Cachichupa en el valle de Huancané-Putina) (Plourde 2006, Plourde y Stanish 2008), hacen que se imponga un estudio acerca de la naturaleza de la presencia Qaluyu y otros estilos o tradiciones cerámicas tempranas en Pukara. Es por este motivo que el objetivo principal de mi investigación fue determinar las características de la cerámica más antigua del sitio con énfasis en la no decorada, también denominada llana o burda. Esto debido a que si bien es importante estudiar con fines comparativos la cerámica decorada, creemos que se subestima el potencial informativo de las vasijas de carácter supuestamente doméstico como ollas y cántaros. 6
  • 10. Nuestra meta es determinar a) la relevancia de la ocupación Qaluyu en el sitio de Pukara, b) si esta se logra definir por medio del análisis de la cerámica y c) si fue Pukara y no el sitio epónimo el centro regional del valle durante el Formativo Medio (aprox. 1300-500 a.C.). Antes de entrar en la discusión de esta temática, se debe presentar el medioambiente, la cronología y el proceso cultural que se produjo durante el Periodo Formativo en esta área. 7
  • 11. Capítulo 1 La cuenca del Lago Titicaca. 1.1.- Descripción geográfica. La cuenca del Titicaca está situada entre dos cadenas montañosas, la Cordillera Real y la Cordillera Blanca abarcando unos 8,500 km² aproximadamente aunque toda la cuenca hidrológica cubre alrededor de 50,000 km² (Stanish 2003:34) (Figura 1). Además, se caracteriza por grandes depósitos lacustres y fluviales y por una topografía de relieve moderado con una elevación en promedio de 4,000 m.s.n.m. que llegan hasta los 6,000 en los picos de las montañas que rodean la cuenca (Wheeler y Mujica 1981: 3). Esta elevación causa las condiciones climáticas difíciles. Winterhalder y Thomas (1978:20) estiman que en los Andes, en general, la temperatura media anual disminuye 0.5° C por cada 100 metros de elevación pero mencionan, usando la información de Baker, et.al (1968), que en el altiplano se registra una baja de 0.8° C por cada 100 metros. La temperatura media anual llega a 8° C, combinado con una alta variación diurna/nocturna que afectan los procesos fisiológicos de plantas y de actividades de los animales (Winterhalder y Thomas 1978:23). 8
  • 12. Figura 1. Mapa de la cuenca hidrológica del Lago Titicaca (Tomado de Stanish 2003: Map. 3.2). Charles Stanish (2001:196) proporciona una buena descripción de las condiciones geográficas y productivas de la cuenca. Esta se encuentra ubicada en la parte fría altiplánica de los Andes y se puede dividir en dos zonas ecológicas generales: la suni y la puna. La suni (entre 3,800 y 4000 m.s.n.m.) incluye los márgenes del lago y las zonas a pocos kilómetros de sus orillas y representa el límite superior de agricultura, la cual se puede practicar en la modalidad de secano como con el uso de campos elevados o camellones. La 9
  • 13. puna (entre 4000 y 4800 m.s.n.m.) es la zona para pastar grandes rebaños de camélidos los cuales proveen de carne y lana y sirven como medio de transporte. El mismo autor (2003:36-40), ofrece una tipología de 12 zonas geográficas, basada en características topográficas, uso de la tierra, altitud y vegetación: 1. Pastizales bajos (low grassland pampas): Planicies con una cobertura de pasto grueso que se localizan en la suni y usualmente cerca del lago. Estas planicies son los lugares más importantes donde se desarrolló la agricultura de campos elevados. 2. Pastizales altos (high grassland pampas): Estas pampas se encuentran en la puna lejos de los bordes del lago con cobertura de pastos bajos y son secas a menos que haya fuentes de agua cercanas. Son las principales áreas para el pastoreo de animales. 3. Bofedales (bofedales): Son pequeñas áreas de tierra pantanosa donde crecen pastos y se encuentran tanto en la suni como en la puna. 4. Pampas desérticas (desert pampas): Se caracterizan por tener agrupamiento de pastos esporádicamente en un suelo arenoso. Las actividades económicas se restringen a las áreas donde hay qochas o donde exista algún manantial que baje de los cerros. Se encuentran en el sur de la cuenca donde caen menos lluvias. 10
  • 14. 5. Ambientes riberinos (riverine environments): Son lugares muy productivos aledaños a los ríos. Existen relictos de campos elevados en casi todos los ríos de la cuenca sobre todo en los ríos Ilave, Desaguadero, Arapa, Illpa, Koani y Tiwanaku y en la pampa de Pomata. 6. Cerros aterrazados (terraced hills): Estas representan los lugares habitables más grandes de la cuenca. Producen una gran variedad de cosechas sobre todo tubérculos y granos pero las terrazas fueron usadas también para la construcción de viviendas. 7. Laderas de cerros sin aterrazar (nonterraced hills): La mayor parte de la cuenca está rodeada de cerros sin aterrizar debido sobre todo a la muy pronunciada pendiente pero también a la erosión, mala radiación solar, mala calidad de suelos y la distancia con el agua. Estas zonas son usadas para el pastoreo actualmente al igual que en el pasado. 8. Bolsones de valles (valley pockets): Son las áreas agrícolas más importantes y donde se cosecha uno de los productos más apreciados, el maíz, aunque también crecen otras plantas. Se encuentran en las zonas de cerros aterrazados, protegidos de los vientos helados, con fuentes de agua cercanas y además, orientados naturalmente para capturar la energía solar. 9. Islas (islands): Existen varias islas grandes y docenas de más pequeñas. La Isla del Sol, Taquile, Amantaní, Pariti, Paco entre otras, 11
  • 15. 10. Orillas (littorals): El borde del lago es el área más ocupada hoy así como en el pasado. Se pueden obtener recursos lacustres como pescado, totoras y otros productos. En la antigüedad, varias zonas en las orillas fueron usadas como puertos para el intercambio de bienes y el movimiento de gente. 11. Yungas (yungas): Son las áreas bajas periféricas que se encuentran hacia el este y el oeste de la cuenca donde hay mejores condiciones climáticas para la producción de alimentos como coca, maíz, madera, alucinógenos, entre otros. 12. Totorales (reed beds): Representan un recurso lacustre muy importante ya que la totora es la mayor planta industrial usada para los techos de las casas y la construcción de paredes y botes. Además, las raíces son comestibles. 1.2.- La cronología. Para la cuenca del Lago Titicaca, se han aplicado diversos tipos de esquemas cronológicos. Por un lado está la secuencia de John H. Rowe usada por diversos autores tales como Sergio Chávez (1992), Richard Burger, et.al. 12
  • 16. (2000), Lee Steadman (1995), entre otros. Por otro lado, Lumbreras y Amat (1968) proponen un modelo evolutivo para la parte norte y oeste de la cuenca. Esta secuencia empieza con los cazadores-recolectores sin fechados concluyentes pero probablemente anterior al 800 a.C., época cuando aparece la cerámica Qaluyu. Luego se definen las culturas agro-alfareras tempranas como: Qaluyu (aproximadamente entre 800 y 500 a.C.), Pucara (200 a.C.-200 d.C.) seguidos por un hiato cultural entre el 200 o 300 y 700 d.C. Después se inicia el Periodo de Integración Regional (Tiwanaku, con fechados que oscilarían entre el 900 y el 1300 d.C.), el Periodo Expansivo Altiplánico (sin fechados pero posterior a Tiwanaku y anterior a la presencia Inca) y finalmente el Periodo Colonial Incaico. Este modelo fue reformulado por el mismo Lumbreras (1974) que mezcla elementos de modelos evolutivos con los de carácter histórico. Así por ejemplo propone que la secuencia es de la siguiente manera: Lítico, Arcaico, Formativo, Desarrollos Regionales, el Imperio Wari, Estados Regionales y el Imperio Inca. Stanish (2003:88-89) desarrolla un nuevo esquema cronológico que llama “sistema cronológico dual” mediante el cual combina, en líneas generales, el modelo evolutivo de Lumbreras con cronologías históricas 13
  • 17. locales de diferentes áreas de la cuenca del Titicaca (v.g. la región de Juli, el área Tiwanaku, etc.) (Figura 2). Su secuencia cronológica general se divide en ocho periodos: Arcaico Tardío (aprox. 5000-2000 a.C.), Formativo Temprano (2000-1300 a.C.), Formativo Medio (1300-500 a.C.), Formativo Tardío (500 a.C.-400 d.C.), Tiwanaku Expansivo (400-1100 d.C.), Altiplano (1100-1450 d.C.), Inca Expansivo (1450- 1532 d.C.) y Colonial Español Temprano (1532-1700 d.C.). Si bien esta secuencia cultural suele ser aceptada por los investigadores dedicados al área, existen variaciones y traslapes, entendidas como desarrollos diferentes en la cuenca ya que algunas zonas pueden mostrar ciertos cambios mientras que otras, aún poseen características anteriores (Kaulicke 2001:503). En la cuenca sur del Titicaca, se perciben algunas variaciones. Los últimos cuadros publicados, muestran coherencia entre ellos y, en estos casos, también se mezclan elementos cronológicos evolutivos con los datos históricos. En esta parte de la cuenca existe la ventaja de manejar más información por contar con más investigaciones por lo que su secuencia está mejor fundamentada con base en mayor cantidad de fechados radiocarbónicos. 14
  • 18. Figura 2. Cuadro cronológico de la cuenca del Lago Titicaca (Compilado de Hastorf 2008, Janusek 2003, Klarich 2005a y Stanish 2003). 15
  • 19. Según la información más reciente (ver Figura 8.2 en Bandy 2006:211; Figura 2 en Janusek 2004:125; Tabla 28.1 en Hastorf 2008:546), la secuencia se inicia con el periodo Formativo Temprano (1500-800 a.C.) que se subdivide en Formativo Temprano 1 y 2 correspondiendo a las fases Chiripa Temprano y Medio respectivamente. Luego está el periodo Formativo Medio (800-200 a.C.) que corresponde a la fase Chiripa Tardío subdividida en Chiripa Tardío 1 (800-500 a.C.) y Chiripa Tardío 2 (500-200 a.C.). El siguiente periodo es el Formativo Tardío (200 a.C-500 d.C.) que se subdivide en Formativo Tardío 1 o Tiwanaku I- Qalasasaya (200 a.C-300 d.C.) y Formativo Tardío 2 o Tiwanaku III- Qeya (300-500 d.C.). Sigue el periodo Horizonte Medio (500-1100 d.C.) que corresponde a las fases Tiwanaku IV-V; el periodo Altiplano (1100-1450 d.C.) que comprende la fase del señorío Pacajes Temprano y finalmente el Horizonte Tardío (1450-1540 d.C.) correspondiente a la fase Pacajes-Inka. Lo que queda claro luego de comparar las diferentes secuencias cronológicas es que, a pesar de algunas diferencias en los fechados, el proceso cultural de complejización de la sociedad es compartido en toda la cuenca intrínsecamente relacionada. 16
  • 20. 1.3.- El proceso cultural durante el Formativo. A pesar que son imprescindibles mayores investigaciones en la cuenca, con la información recuperada, se puede reconstruir la secuencia de eventos económicos, políticos y religiosos que forman parte del proceso de complejización social en la cuenca en general. El Formativo Temprano, está caracterizado por pequeñas comunidades dispersas asentadas en lugares de mayor aporte de diversos recursos como los lacustres, fluviales, agrícolas y silvestres. Se produce cerámica pero, al parecer, sólo destinada al almacenamiento, cocción y consumo de alimentos (Stanish 2003:2). Durante el Formativo Medio surgen, por primera vez, élites con la capacidad de movilizar trabajo más allá del nivel de una unidad doméstica (Stanish 2003:110) y aparecen los sitios con arquitectura corporativa (representados por montículos y patios hundidos), cerámica fina, estelas y la explotación de campos elevados o camellones (Stanish 2001:191; 2003:2-3; Kaulicke 2001:503). Es una época de competencia por recursos y seguidores entre varios sistemas políticos; por el norte aparece Qaluyu, al sur Chiripa, al este Titimani y al oeste Sillumocco, Ckackachipata y Huajje (Stanish 2001:201, fig.4; 2003:3-4). Aparece también la Tradición Religiosa Yaya-Mama, la cual fue definida como tal por Karen Mohr-Chávez y Sergio Chávez (1975). 17
  • 21. Se caracteriza por centros ceremoniales con zonas de almacenamiento, escultura lítica con imágenes sobrenaturales, parafernalia ritual como trompetas de cerámica e incensarios y una iconografía sobrenatural que incluye cabezas con apéndices y ojos divididos verticalmente (Mohr-Chávez 1988:17). Está entendida como una ideología panregional con una iconografía especial que se complementa con el uso de trompetas e incensarios como una estrategia de las élites (Stanish 2003:4; Kaulicke 2001:503). Es destacable también que en esta época, los contactos con la cuenca cusqueña del Vilcanota se hacen más evidentes (Kaulicke 2001:503; Zapata 1998:331-332). La transición hacia el Formativo Tardío o Superior está marcada por la adopción de jerarquías políticas y sociales así como económicas. Se desarrollan entonces, por primera vez, sociedades estratificadas complejas (Stanish 2003:137). Los dos casos más importantes son Pukara en el norte y Tiwanaku en el sur pero se sugiere la existencia de varias otras entidades políticas menores que se mantienen autónomas o semi-autónomas (Stanish: op.cit.). Es un tiempo de complejización y crecimiento en toda la cuenca no sólo de población sino también de prácticas rituales y alianzas políticas (Hastorf 2005:94). En las palabras de Hastorf (2008:545) “… el Periodo Formativo está definido como el tiempo cuando los humanos empezaron a marcar su medio ambiente 18
  • 22. creando asentamientos más permanentes a la par que domesticaron plantas y animales. El Periodo Formativo vio la creación de una serie de entidades políticas cargadas ritualmente y basadas intensamente en actividades agro- pastorales” (traducción nuestra). Es importante presentar, como veremos en el siguiente capítulo, las características generales así como la historia de las investigaciones en el sitio de Pukara. 19
  • 23. Capítulo 2 La investigación arqueológica en el sitio de Pukara. 2.1.- Descripción general del sitio. 2.1.1.- Ubicación, tamaño y organización espacial. El sitio de Pukara se ubica en el distrito del mismo nombre, provincia de Lampa, departamento y región de Puno, a unos 80 kms. al noroeste del Lago Titicaca, en el Km. 106 de la Carretera Puno-Cusco. Se encuentra a 15° 2´ 50´´ Latitud Sur y a 70° 19´ 10´´ Longitud Oeste del Meridiano de Greenwich y a una elevación aproximada de 3,910 m.s.n.m (Paredes 1985:6). Se encuentra en el valle del río Ayaviri-Pucará, el cual nace al norte de La Raya, en el límite de los departamentos de Puno y Cusco y tiene un recorrido aproximado de 150km. en dirección noroeste-sureste y es un importante afluente del río Azángaro por su margen derecha (Peñaherrera del Águila 1986:182) (Figura 3). En cuanto al tamaño del sitio, no hay consenso debido a la aplicación de diferentes metodologías de medición, la vegetación y la alteración continua de la superficie por parte de los pobladores actuales del pueblo de Pucará que dificultan la identificación de restos culturales de carácter no monumental. 20
  • 24. Figura 3. Mapa mostrando la ubicación de Pukara y los sitios Formativos más importantes de la cuenca del Lago Titicaca (Tomado de Stanish 2003: Map. 6.1). Según Erickson (1988:12), el sitio mide aproximadamente 4 km² con plataformas piramidales y templos con patios semisubterráneos y incluyendo los montículos asociados cerca al río al este (Stanish 2003:142; Klarich 2005a:56). Mujica (1979:186; 1991:278; 1996:19) plantea un tamaño similar (4-6 km²) tomando en cuenta la zona monumental, las zonas cercanas al río y 21
  • 25. la parte norte hasta el río Qaluyu (Wheeler y Mujica 1981:Fig.10; Klarich 2005a:56). Para Chávez (1992:48), el sitio cubriría una extensión de 1000 x 1500 m., es decir 1.5 km² midiendo por el norte hasta el Área I de la excavación de Kidder, por el sur hasta los límites del pueblo actual, por el oeste hasta el Peñón y por el este hasta las terrazas aluviales cercanas al río (Figura 4). Asimismo Stanish (2003:142-143), sugiere que el sitio alcanzó una extensión de 2 km² al tomar en cuenta únicamente el núcleo arquitectónico central y los alrededores con materiales en superficie pero no los montículos al este debido a que hay zonas sin ocupación entre estos y el centro. Sobre la base de las últimas investigaciones realizadas en el sitio, el estimado actual del área alcanza por lo menos un km² (Klarich 2005b:186). Sólo excavaciones en las zonas periféricas pueden definir con más exactitud el tamaño real del sitio. A pesar de la escasez de datos confirmados, el sitio de Pukara presenta diferencias en cuanto a su organización espacial que permite postular diversas áreas funcionales. Kidder (1943:5) menciona que la arquitectura del sitio está compuesta tanto por estructuras de mala manufactura visibles en los desmontes cerca al río y en la pampa al sur del pueblo actual como de elaborados templos hundidos en la ladera aterrazada (Qalasaya). 22
  • 26. Figura 4. Mapa y foto aérea mostrando el área monumental del sitio y las áreas de excavación de Kidder en 1939 (Tomado de Klarich 2005a: Figura 4). 23
  • 27. Por otro lado, según Mujica (1979:186-187; 1991:278-280; 1996:19-20), el sitio tiene dos aspectos arquitectónicos: El sector monumental con al menos seis pirámides truncas (la Qalasaya al oeste, una al norte, dos al este cerca al río, la de la Lagunita al sur y una en la cumbre del cerro Pucaorqo) y las zonas de vivienda de manufactura rústica hechas con piedras de río y campo unidas con mortero de barro. Debido a la densidad de los basurales, entendidos como desechos de alimentos y cerámica, tallas en hueso y líticos, entre otros artefactos, se deduce una ocupación permanente, identificada ya por Franco Inojosa (1940:129) quien deduce una “densísima población” a orillas de río debido a la extensión de los basurales. El sitio, por lo tanto, como menciona Klarich (2005a:57), tiene dos áreas generales: una céntrica, de características monumentales con el complejo de la Qalasaya, las pirámides de los alrededores y la pampa central y otra periférica cerca al río donde se ubican las construcciones domésticas y los extensos basurales. 2.1.2.- Descripción del área monumental. La pirámide más impresionante que ha recibido mayor atención por parte de los investigadores es la llamada Qalasaya. Esta es una construcción monumental que mide 315m. de largo en dirección norte-sur, 300m. en 24
  • 28. dirección este-oeste y 32m. de altura (Mujica 1996:20). Está compuesta por plataformas artificiales que le dan el aspecto de pirámide escalonada trunca y sólo tiene frontis este y sur ya que está empotrada en los cerros que sirven como límites (Calvario al oeste y Pucaorqo al norte). En la cima de la pirámide, existen tres recintos muy probablemente ceremoniales alineados en el eje norte-sur que miran al este (Mujica 1991:280-281) (Figura 5). Figura 5. Vista del frontis de la pirámide Qalasaya desde el noreste con el Peñón detrás (Foto tomada por el autor). Estos recintos han sido los que más llamaron la atención debido a su parecido con las construcciones en Chiripa, cuenca sur del Lago Titicaca. De los tres, el 25
  • 29. más estudiado hasta la fecha ha sido el central o Templo Blanco y Rojo, excavado íntegramente en 1939 por Kidder que involucra un área aproximada de 1796.5m² (Chávez 1992:78). Este tiene forma de herraje y está compuesto por una plaza cuadrangular delimitada por un muro de lajas blancas. Alrededor de la plaza y a un nivel más alto, hay una plataforma enmarcada por muros hechos con piedras rojas que forman pequeños cuartos (Mujica 1991:282). Kidder (1939:343-344) señala que en total mide 50 por 40 m. mientras que la plaza hundida tiene 15m² de extensión y 1.5 m. de profundidad (Figura 6). En los cuatro costados de la plaza hundida se observan cámaras con nichos en las paredes que servían para entierros y colocación de objetos como astas de venado, huesos de cuy, vasijas llanas y algunos adornos delgados de oro y plata. Chávez (1992:80) añade que, en la cámara este, se encontró también un hacha de piedra; todas estas asociaciones serían indicios que estamos frente a contextos funerarios de personas importantes, quizás jefes de linajes o de élites. Estas asociaciones culturales corresponden a la fase Pukara Clásico, es decir en el apogeo del sitio durante la última parte del Periodo Formativo Tardío. 26
  • 30. Figura 6. Vista desde el suroeste del recinto ceremonial con patio hundido en la cima de la Qalasaya excavado por Kidder (Foto tomada por el autor). El proyecto dirigido por Mujica y Nakandakari también realizó excavaciones en este patio hundido llamado por ellos Sector BB. Como veremos más adelante, en éstas, se llegó hasta la roca madre y lo más importante es que se tiene toda la secuencia de ocupación de esta zona. A pesar que las áreas de excavación no fueron muy amplias, se logró conocer que por debajo de la pirámide que se ve actualmente y que pertenece a las fases Pukara Medio y Tardío, existe otra más antigua que tiene forma y una técnica constructiva diferente que corresponde a un periodo o fase anterior llamado Cusipata que está fechado tentativamente entre 600 y 250 a.C. (Mujica 1996:21). 27
  • 31. En cuanto al frontis este de la pirámide, llama la atención que no se trata de una pared única sino conformada por juegos de plataformas con diversas características que forman tres bloques o sectores asociados a los recintos ceremoniales ya descritos (Figura 7). Además, existe en la parte más baja de la pirámide una gran plataforma de 160m. de largo por 60m. de ancho y una escalera central que une esta parte con la cima de la pirámide (Mujica 1991:281). La zona monumental del sitio comprende otras estructuras, menos conocidas por falta de investigación, que evidencian complejidad y una gran labor corporativa. Figura 7. Vista desde del este del frontis de la Qalasaya y de la escalera central (Foto tomada por el autor). 28
  • 32. Otra estructura excavada por Kidder en 1939 (1940:343), es el Área IV que está ubicada en la pampa central también y fue escogida por tener un monolito parcialmente expuesto ya que no había muchas evidencias arquitectónicas, sólo un montículo bajo. En las excavaciones se descubrió que la estructura medía aproximadamente 30 x 40m. y estaba conformada por un recinto de tres lados con algunos cuartos pequeños. Kidder señala que el monolito debió haber caído de una posición alta o que fue depositado horizontalmente y que se encontró por debajo y alrededor de este, mandíbulas humanas y fragmentos de cráneo. Chávez (1992:62) menciona que las piedras usadas en la construcción de la estructura del Área IV son en su mayoría sin trabajar aunque se hallaron algunas piedras talladas así como piedras pequeñas y adobes. En su interpretación toda esta estructura está compuesta hacia el oeste de una plataforma rectangular baja pero larga y sin techar, un montículo bajo al sur y un área abierta sin plataforma al este. La última estructura excavada en el sector monumental es la llamada Área V o “Enclosure 4” por Kidder. Se encuentra en una terraza baja de la Qalasaya (Figura 8) al noreste de los patios hundidos sobre la pampa central e inmediatamente al oeste del montículo norte (Klarich 2005a:58). 29
  • 33. Figura 8. Vista desde el suroeste de la gran plataforma al pie de la Qalasaya y donde se encuentra el “Enclosure 4” excavado por Kidder (Foto tomada por el autor). Chávez (1992:74-78) informa que Kidder hizo una excavación de prueba en la parte norte y aunque lamentablemente los materiales se encuentran mezclados, la importancia de esta estructura es clara. Chávez asimismo menciona que este sería el templo más grande del sitio midiendo 73 x 65m. y que existen muchas semejanzas en cuanto a la construcción con los patios hundidos de la cima de la Qalasaya. En cuanto a las estructuras que no han sido excavadas, Stanish (2003:143) señala que frente a la pirámide Qalasaya, en la pampa, hay una serie de montículos que muy probablemente tienen 30
  • 34. patios hundidos y directamente al sur de esta área, hay al menos tres montículos con patios hundidos asociados a áreas habitacionales. Además menciona que hay evidencias que los patios fueron usados para festines competitivos a gran escala y que estas fiestas, ceremonias y otros ritos eran una estrategia de las élites para hacer alianzas. Kaulicke (2001:504) añade que el sitio pudo haber albergado a varias élites, las cuales construyeron arquitectura corporativa sobre la base de patrones de construcción de los sitios primarios regionales junto con especialistas que habrían llevado al sitio desde sus lugares de origen. En 2006 Klarich dirigió un proyecto de mapeo digital del sitio, el cual comprobó para esta zona del sitio de la existencia de varios montículos con patios hundidos en la cima. Sin embargo, lamentablemente no pudieron hacer recorridos totalmente debido a que estos terrenos tienen diferentes dueños y para demarcar los límites de sus propiedades, han construido muros de piedra que obstaculizaron la labor. Lo que sí se pudo comprobar por materiales diagnósticos encontrados en superficie, es que el Montículo de la Lagunita corresponde al periodo Pukara Clásico o Medio (ver Fig.10 en Klarich 2005b:194). 31
  • 35. Klarich (2005a:59) añade que tanto este montículo como el Montículo Norte, serían los límites del área monumental del sitio. Y que en cuanto a este último, a pesar de no haber sido excavado arqueológicamente, gracias a remociones modernas, se lograron observar bloques de piedra, una posible entrada al oeste y cerámica Formativa. 2.2.- Antecedentes de investigación. 2.2.1.- Excavaciones y reconocimientos. Fue Luis Valcárcel siendo Director del Museo Nacional el que primero se interesó en el sitio de Pukara debido a su escultura lítica. El lo visitó en 1925 y luego en 1934 y 1935 (Franquemont 1986:1; Kidder 1940:341) y señala que el sitio es otro gran centro de la cultura del altiplano (Valcárcel 1935:1). Luego, Julio C. Tello escribe acerca del sitio en 1929 aunque recién lo visitó en 1935; su interés también se centró en las representaciones de la litoescultura ya que él lo consideraba como manifestación de la dispersión Chavín (Franquemont 1986:1; Paredes 1985:13). En 1937, Alfred Kidder II hace una prospección de una amplia zona de Perú y Bolivia y señala a Pukara como un sitio que tiene relación tanto con Tiahuanaco como con Chiripa. Y además le parece el lugar más prometedor para excavaciones inmediatas que vio en el Perú (Kidder 1938:9). Por esta 32
  • 36. razón, regresa en 1939 y entre enero y julio efectúa las primeras excavaciones en el sitio con la cooperación del Museo Nacional de Lima y de José María Franco Inojosa del Instituto Arqueológico del Cusco (Kidder 1940:341; Franco Inojosa 1940:129). Es importante la observación de éste último quien menciona que el sitio no es una fortaleza como lo indica la toponimia siendo más bien un centro sagrado de gran importancia (Franco Inojosa 1940:135). Kidder excavó en seis áreas: I, II y III cerca de las riberas del río Pucara; IV en la pampa central; y V y VI en las terrazas y la plataforma central de la Qalasaya (Klarich 2005a:50). Estas excavaciones fueron parte de los Proyectos de Investigación en América Latina del Instituto de Investigaciones Andinas. Luego, entre junio y septiembre de 1941 regresó al área con el afán de buscar sitios tempranos en Puno y la escultura de las culturas tempranas de la hoya del lago Titicaca con apoyo de Rowe durante agosto (Kidder 1943: prefacio, p.v; Rowe 1942:66). Hizo un recorrido importante, desde Ilave por el sur hasta Conima por el noreste y los valles de Azángaro y Pucará por el norte (Kidder 1943:37). En 1949, Manuel Chávez Ballón de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco hizo excavaciones en el sitio por encargo de Tello y aunque no publicó el informe, se conoce por información de los pobladores que excavó cerca al montículo de la Lagunita, en el extremo sur de la pampa central 33
  • 37. (Klarich 2005a:52). En 1955, Kidder volvió a Pukara y junto con Chávez Ballón hicieron dos pequeñas excavaciones cerca al sitio. En éstas, se recogió muestras de carbón para realizar fechados y también cerámica que ellos llamaron Qaluyu (Kidder 1956a:29, Kidder 1956b:7-8). Es importante señalar que a esta cerámica nueva, la relacionan con Chavín y Chanapata (Paredes 1985:15). En 1964, Máximo Neira Avendaño y Jorge Flores Ochoa condujeron excavaciones de prueba en esta zona aunque tampoco se publicaron los resultados (Klarich 2005:53). El segundo proyecto con excavaciones extensivas se llevó a cabo entre 1975 y 1980. Primero con el Primer Curso de Métodos y Técnicas en Arqueología Andina dirigido por Luis Lumbreras (Lumbreras y Amat 1968:76-77). Luego con el Plan Copesco dirigido por Elías Mujica y Ernesto Nakandakari entre 1975 y 1978, por Jorge Ismodes, Percy Paz y Percy Bonnett entre 1979 y 1980 (Wheeler y Mujica 1981:24) y por Jorge Ismodes en 1981. Se hicieron varias excavaciones en el área de la plaza hundida y también una reconstrucción de las terrazas y escalinatas de la Qalasaya. Es de este proyecto de donde proviene el material de estudio de esta tesis. Finalmente, en el 2000 Elizabeth Klarich realizó una prospección geofísica y recolección de superficie en la pampa central, luego en el 2001, hizo excavaciones en la misma zona, cerca al Área IV de Kidder sobre la base de 34
  • 38. los resultados de la prospección geofísica. En estas excavaciones encontró evidencias de un cambio en el uso de la pampa central que pasó de ser un lugar público abierto a una serie de espacios privados y semiprivados donde artesanos o individuos locales que hacían rituales de pequeña escala y actividades domésticas. La autora (2005b:202) plantea que durante la ocupación Pukara Inicial, la Qalasaya y la pampa fueron elementos complementarios mientras que en las siguientes ocupaciones (Pukara Medio o Clásico y Pukara Tardío), el barrio central se diferenció entre los espacios mundanos (la pampa) y los monumentales cada vez más esotéricos (Qalasaya). 2.2.2.- Estudios de la cerámica. El primero en realizar investigaciones estilísticas y tecnológicas de la cerámica del sitio fue Edward Franquemont (1986) quien analizó la cerámica proveniente de las excavaciones de Kidder y trató de plantear una cronología para la cerámica de Pukara buscando diferencias en la pasta, forma y decoración de las vasijas y correlacionándolas con los datos de las excavaciones. A pesar que no tenía evidencias claras de estratigrafía ya que dichos materiales provenían de contextos mezclados, identificó 3 unidades estilísticas en orden cronológico: Cusipata, Pucara Pampa y Pucara Río. 35
  • 39. Para poder construir la secuencia, tuvo que comparar las características de las distintas unidades estilísticas con otros estilos de la región, los cuales tenían ya una antigüedad asignada. Así, “amarró” el inicio de la secuencia, es decir, el estilo Cusipata con el estilo Qaluyu, el cual se conocía que era más temprano que Pukara mediante fechados radiocarbónicos. Franquemont se basó en primer lugar en las anotaciones estratigráficas de Kidder pero más importante fue la semejanza que percibió entre Qaluyu y Cusipata en cuanto al uso del pigmento marrón y la forma de los cuencos. Los datos estratigráficos provenientes de las excavaciones del grupo de la Universidad Nacional del Cusco liderado por Máximo Neira en la zona de Huayapata confirmaron la sospecha de Franquemont que Qaluyu y Cusipata eran cercanos temporalmente. En estas excavaciones, en los niveles más profundos, se encontró cerámica de pasta marrón que tenía alguna semejanza con la cerámica de estilo Chanapata del Cusco identificada por Rowe (Rowe 1955:142; ver Bauer 1999:115) y que a su vez, se relacionaba estilísticamente con la cerámica Qaluyu. El estilo Qaluyu fue definido por John Rowe sobre la base de fragmentos de superficie del sitio epónimo. Luego Lumbreras y Amat (1968:78-79) contribuyen con la definición de variantes dentro de este estilo. Por encima de esta cerámica de pasta marrón, se encontró cerámica Pukara 36
  • 40. decorada con diseños geométricos y encima de esta, había niveles con cerámica Pukara decorada con diseños naturalísticos (que corresponden a lo que Franquemont llamó Pucara Pampa y Pucara Río respectivamente). Pero Franquemont también comparó cada fase de su secuencia con fases previamente establecidas en otras regiones y que a su criterio, estaban emparentadas estilísticamente. Así, menciona que hay relaciones entre Cusipata y Qalasasaya de la cuenca sur del Lago Titicaca así como con Ocucaje 8; Pucara Pampa con Ocucaje 9 y Pucara Río con Ocucaje 10 / Nasca 1 de la costa sur del Perú. Además, hizo una tipología formal de los materiales y los clasificó en 7 formas generales, 5 de las cuales fueron subdivididas (1986:4-8; Klarich 2005a:196). La primera categoría corresponde a los Tazones abiertos con sus variantes A, B, C y la Vasija de Base Anular (o de base pedestal). La segunda categoría, las Vasijas con cuello con sus variantes A, B, C y D divididos así según forma, diámetro y presencia de decoración incluyendo aquí ollas y cántaros. La tercera categoría son los Tubos de cerámica, los cuales siempre están decorados con iconografía incisa compleja. La cuarta categoría corresponde a keros o vasos altos (beakers) mientras que en la quinta categoría se encuentran los tazones altos de paredes convexas (incurved bowls y tumblers). Las vasijas en forma de caja son la sexta categoría y la sétima 37
  • 41. corresponde a un conjunto de fragmentos inubicables en las demás categorías y denominados “otros artefactos cerámicos”. El siguiente estudio publicado acerca de la cerámica del sitio es el de John Rowe y Catherine Brandel (1971) quienes presentan un catálogo con dibujos y fotos de cerámica entera y fragmentada con decoración Pukara para facilitar estudios comparativos. Ellos usaron para esto la colección del Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia en Lima, algunas vasijas del Museo Arqueológico del Cusco y 2 fragmentos provenientes de una recolección de superficie hecha en 1966. Luego, Mujica (1987) hace un análisis de la cerámica Cusipata usando datos de sus excavaciones en la pirámide Qalasaya y complementándolos con los materiales de las excavaciones de Kidder en el Area IV. El confirma la cronología de Franquemont y la refina proponiendo nuevas subdivisiones tomando en cuenta características de la pasta, forma y decoración de la cerámica. Mujica propone una tipología con 5 tipos de cerámica Cusipata: Cusipata Inciso; Cusipata Pintado, el cual a su vez se divide en Crema sobre Marrón y Crema sobre Negro; Cusipata Engobe Rojo y Cusipata Mica Llano. 38
  • 42. En su análisis formal encuentra dos formas de vasija típicas aunque no incluyó la cerámica llana donde menciona que es posible que se reconozcan más formas. Por un lado están las vasijas abiertas representadas únicamente por cuencos y por otro, las vasijas cerradas donde hay ollas y cántaros pequeños. Los cuencos tienen lados divergentes y ligeramente acampanados con un reborde pronunciado en el labio al exterior y un marcado bisel al interior mientras que en el caso de las ollas, la forma más conocida tiene cuello corto con o sin reborde. Existe una correlación entre forma y decoración ya que el tipo Cusipata Pintado se da sólo en cuencos mientras que el Cusipata Inciso así como el Cusipata Engobe Rojo pueden darse tanto en cuencos como en vasijas cerradas. Mujica relaciona sus tipos con los de Franquemont y llega a la conclusión de que lo que él llama Cusipata Pintado y Cusipata Inciso vendrían a ser lo que Franquemont denominó Cusipata y Pucara Pampa respectivamente. Mujica reafirma que Cusipata sería una fase intermedia entre Qaluyu y Pukara, así como se confirma la continuidad cultural entre Cusipata y Pukara ya que se usan las mismas fuentes de arcilla y mismos temperantes siendo la única diferencia que la cerámica Pukara está mejor cocida. Finalmente, Sergio Chávez (1992) publica como Tesis Doctoral el análisis más 39
  • 43. completo estilístico y tecnológico de la cerámica proveniente de las excavaciones de Kidder en 1939. El objetivo descriptivo principal de su estudio es conocer la naturaleza de las formas, técnicas, temas, motivos, diseños y elementos así como descubrir las reglas del estilo decorativo Pukara (1992:18). En cuanto a su tipología formal la cerámica está dividida en 2 grandes categorías, las vasijas de acceso restringido y las de acceso no restringido que corresponden básicamente a tazones y cántaros (jars) respectivamente. Estas categorías principales se subdividieron en muy grandes (oversized), grandes, medianos, pequeños, efigies y miniaturas. Asimismo, las formas restringidas como las no restringidas fueron clasificadas en 11 grupos cada una. La identificación de estos 22 grupos se realizó sobre la base del análisis de atributos como formas de borde y labio, forma y grosor de las paredes, altura de las vasijas, entre otros, así como también de la técnica de manufactura (1992:509). Antes de discutir sobre el análisis realizado de la cerámica, debemos presentar los detalles de las excavaciones y contextos de los cuales proviene el material en cuestión. 40
  • 44. Capítulo 3 El Proyecto Copesco 2 . Los materiales analizados en la presente tesis provienen de las excavaciones realizadas en el sitio de Pukara como parte del Sub-proyecto Puesta en Valor de Monumentos del Plan Copesco (Comisión Especial para Supervigilar el Plan Turístico Cultural PERU-UNESCO) mediante la Unidad Especial Ejecutora del Instituto Nacional de Cultura (INC). Este Plan fue concebido como un proyecto de desarrollo regional para la zona sur del país (Cusco y Puno). En este, se trabajó en la restauración y puesta de valor de monumentos históricos así como en obras de equipamiento e infraestructura turística. Por esta razón y dado que el proyecto era multidisciplinario contó con la colaboración de arqueólogos, antropólogos y arquitectos. En el caso de Pukara, el proyecto se inició en agosto de 1975 y culminó en setiembre de 1981. La intervención arqueológica fue dirigida por Elías Mujica y Ernesto Nakandakari en el periodo 1975-1978; por Jorge Ismodes, Percy Paz y Percy Bonnet en el periodo 1979-1980 (Wheeler y Mujica 1981:24) y por Jorge Ismodes en 1981. 2 Toda la información acerca del proyecto ha sido extraída del Informe Final de Ejecución de Obra, Sitio Arqueológico de Pucará-Puno, 1982 presentado al Instituto Nacional de Cultura por la Unidad Especial Ejecutora del Sub-Proyecto Puesta en Valor de Monumentos del Plan Copesco. Dicho Informe así como los dibujos de perfil y de planta de las excavaciones fueron gentilmente compartidos por Elías Mujica. 41
  • 45. 3.1.- Objetivos. El proyecto en el sitio tenía como objetivo principal recuperar la mayor cantidad de material cultural posible, la consolidación de estructuras en deterioro y la puesta en valor de las mismas. Por estos motivos fue especial ya que no se reducía únicamente a la puesta en valor del sitio sino que también estaba dirigido mediante excavaciones arqueológicas a la obtención de información acerca del sitio, del área donde se encuentra y la relación existente entre esta y otra áreas de la región. Cabe destacar que para conocer mejor la idea general del proyecto en Pukara dentro de los planes originales, se encontraba la restauración de la iglesia del pueblo, Iglesia de Santa Isabel del siglo XVIII (objetivo que no se cumplió por falta de fondos) y la construcción de un Museo de Sitio. Sin embargo, a pesar de que el proyecto no tenía como finalidad únicamente la puesta en valor del monumento, las excavaciones arqueológicas muchas veces estaban sujetas a los requerimientos de la restauración. Es por esta razón que, por lo general, fueron restringidas y no siempre tuvieron las medidas que hubiesen sido más útiles para la exploración netamente científica. 42
  • 46. Así los objetivos de la intervención en el sitio se pueden resumir en los siguientes puntos: 1.- Definir la secuencia ocupacional y confirmar que fue un desarrollo largo que se produjo in situ. Se buscaba identificar tanto los antecedentes como posibles fases dentro de la época Pukara. 2.- Determinar en los sectores de los templos en forma de herraje con patio hundido; tipos de relleno, posibles drenajes, posibles estructuras, estabilidad de suelos y posibles pisos originales. 3.- Establecer en los sectores de las terrazas del frontis de la pirámide principal; posibles pisos originales, cimientos de muros, otras estructuras, etc. 3.2.- Metodología. El proyecto tuvo tres etapas de investigación: a) Labores de campo que incluyeron prospecciones, recopilación de datos etnohistóricos, análisis arquitectónico, registro fotográfico y las excavaciones. 43
  • 47. b) Análisis en gabinete donde se buscó documentación histórica, se hizo una clasificación ceramográfica y se procesaron fichas, cuadernos de campo, dibujos y fotografías. c) Trabajos de laboratorio donde se hizo análisis de suelos, de material botánico y lítico. Gracias a la observación detenida en las prospecciones superficiales, se logró una aproximación al conocimiento de la configuración, distribución, y plan arquitectónico de la pirámide principal. Esto fue básico para la zonificación del sitio y para la posterior designación de las unidades de excavación. Además, mediante la recolección de material cultural, se logró distinguir la presencia de estilos cerámicos pertenecientes a épocas diversas como Pukara, Collao, Inca y Colonial incluso. Luego, en cuanto a las excavaciones, se aplicó el sistema de coordenadas cartesianas con orientación cardinal y la unidad básica fue de 2 x 2 metros, la cual pudo aumentar o disminuir en tamaño según las necesidades y la intervención se realizó mediante la remoción de capas naturales. 3.2.1.- Sectorización. El sitio ha sido dividido en 13 sectores, ordenados mediante letras alfabéticamente (de la A a la M) como se explica a continuación: 44
  • 48. Sector A: En la ribera del río, lugar conocido como Huaqsapata; son construcciones escalonadas truncas.  Sector B: Pirámide principal o Qalasaya.  Sectores C y H: El primero ubicado en Huaqsapata y el segundo al norte de la Lagunita. Son estructuras rectangulares de posible función administrativa.  Sector D: Ubicado en la pampa del pueblo actual y constituido por desechos domésticos asociados a abundante material cultural y estructuras simples (posibles viviendas).  Sector E: Estructuras escalonadas ubicadas al este del Qalasaya y asociadas a ésta.  Sector F: Ubicado en la pampa entre los sectores H y E y corresponde a estructuras cerradas de función desconocida; fueron excavadas por Kidder.  Sector I: Estructura escalonada asociada a la lagunita.  Sector J: Conjunto de andenes en la base del Peñón.  Sector L: Muros de contención en la ladera este del Puca Orqo.  Sector M: Estructuras escalonadas en la cima del Puca Orqo. La sectorización se basó en elementos y/o espacios arquitectónicos determinados por el uso y función y también en unidades. La Pirámide principal o Qalasaya (sector B), se ha subdividido a su vez con el fin de definir 45
  • 49. mejor los recintos y espacios a trabajar con una nomenclatura coherente. Así, la sectorización responde a ejes constructivos combinando en la delimitación de sectores, estructuras o espacios que determinan fácilmente las unidades. El sector BA, se encuentra al norte; el sector BB al centro y el sector BC al sur y están delimitados por los recintos o templos (en U) en la cima de la pirámide central. Los sectores BE, BF y BG se encuentran de forma paralela a los anteriores pero hacia el frontis de la pirámide. Constan de plataformas largas y angostas y ahí se ubican los muros de contención de las plataformas y las escaleras. Cada sector tiene espacios más pequeños llamados sub- secciones. 46
  • 50. Figura 9. Plano mostrando la sectorización de la Qalasaya. Los sectores BA, BB y BC corresponden a los recintos con patio hundido mientras que los sectores BE, BF, BG y BH son el conjunto de plataformas que conforman el frontis de la pirámide. Se muestran en color oscuro las áreas de excavación del Plan Copesco donde se halló el material que fue analizado en este trabajo (Adaptado de Klarich 2005b: 198, Fig.13). Estos reciben su propia nomenclatura donde se trata de delimitar su composición arquitectónica (las plataformas son P y seguidos de números arábigos donde 1 es la plataforma de más abajo). En cuanto a los espacios abiertos ubicados al oeste de las estructuras en U, también se les ha considerado como subsecciones pero en la nomenclatura se usa apóstrofes (v.g. BA´, BA´´, etc.). 47
  • 51. 3.2.2.- Secuencia y estrategia de excavación. Durante la temporada 1975-1976, en líneas generales se determinó casi la totalidad de los muros de contención de las plataformas y se dio pautas para el posterior trabajo de consolidación, mejor conocimiento del conjunto arquitectónico y arqueológico y se permitió ajustar métodos de excavación y trabajos de campo. Se hicieron excavaciones en los sectores BC, BF, BG, BC y BE logrando los mejores resultados en los tres primeros. En la temporada 1977-1978 las investigaciones se centraron en el sector BB, más específicamente en el llamado “Templo blanco y rojo” excavado por Alfred Kidder II como ya lo hemos señalado. Se hicieron excavaciones para recuperar material cultural y determinar elementos arquitectónicos dañados. En la temporada 1979-1980, se enfatizó el trabajo en los sectores BF y BG donde se hicieron excavaciones con el fin de conocer las ocupaciones finales de las plataformas, definir niveles de restitución de pisos y el tratamiento posterior de éstas. En estos sectores se hizo hallazgos sorprendentes de estructuras anteriores a la que se ven en la actualidad. En la última temporada, la correspondiente a 1981, se hicieron excavaciones en la escalera central, el mantenimiento de las intervenciones anteriores así 48
  • 52. como el arreglo de estructuras en los sectores que componen el frontis de la pirámide principal. 3.3. Las excavaciones. 3.3.1.- Temporada 1975-1976. En el sector BC se eligieron contextos donde había mayor cantidad de elementos arquitectónicos poniendo énfasis en el llamado “Templo sur”, el cual se encuentra en la última plataforma de la pirámide. Aquí se hallaron las lajas que conformaban los niveles medio e inferior del templo y estructuras Incas de una ocupación posterior mientras que en los sectores BF y BG las labores fueron orientadas a las plataformas que conforman el frontis de la pirámide con la intención de recuperar material cultural, consolidación de estructuras en mal estado y la puesta en valor de éstas. La mayor parte de los materiales analizados en el presente trabajo provienen de estas excavaciones en el patio hundido del sector BB. 3.3.2.- Temporada 1977-1978. Las excavaciones en el “Templo Blanco y Rojo” fueron orientadas a la ubicación de elementos arquitectónicos dañados; el análisis de su estado; la asociación de estos elementos con otros y la recuperación de las lajas de 49
  • 53. piedra que sirven como contención del nivel hundido. Así fue posible determinar posibles niveles de ocupación del templo sobre los cuales restituir nuevos pisos para cuidar los primeros. Durante las excavaciones en el patio hundido se llegó hasta el talud natural sobre el cual se hizo la edificación encontrándose estructuras pre-Pukara Clásico o Medio y se ubicaron los drenajes, los cuales pasan por debajo de los muros y plataformas adyacentes a la construcción. Finalmente en la parte norte del Sector BB se encontró un gran piso de lajas de piedra el cual al parecer conecta ese sector con el Sector BA y sobre el cual se ha encontrado evidencias de ocupación de los periodos Collao, Inca y Colonial. 3.3.3.-Temporada 1979-1980. En esta temporada se hizo los hallazgos más importantes del sitio. En las plataformas 2 y 3 de los sectores BF y BG, se encontraron muros que corresponderían a una pirámide anterior, la cual tiene distinta orientación y manufactura a la que se ve en superficie (Figuras 10 y 11). Asimismo, en la terraza 1 del sector BG se halló un recinto que se encuentra por debajo de las construcciones Pukara Clásico o Medio. Se llega a esta edificación por una escalera de piedras labradas y el acceso se hace a través de una puerta de doble jamba que se encuentra en el muro Este. 50
  • 54. Dicho recinto tiene medidas de 3.25m. de largo por 1.40m. de ancho con una altura promedio de 1.65m (Figura 12A). Además se encontró seis hornacinas, una en los muros norte y sur y dos en los muros este y oeste (Figura 12C). Cabe destacarse que las del muro oeste fueron las únicas que se encontraron selladas con barro y que en el interior había esculturas líticas pintadas de colores. Una es una cabeza humana (Figura 12B) y la otra una figura antropomorfa. 51
  • 55. Figura 10. Dibujo de perfil del Eje Norte 44 del Sector BF mostrando detalle de la Plataforma 3 (Redibujado del documento del Proyecto Copesco). Figura 11. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BG mostrando detalle de la Plataforma 3 (Redibujado del documento del Proyecto Copesco). 52
  • 56. Figura 12. Fotos del recinto asociado a la pirámide más antigua del sitio (A, B y C) y del monolito hallado in situ en una plataforma inmediatamente encima de dicho recinto (Adaptado de Klarich 2005b: 199, Fig.14). Por otro lado, en la parte sur del Sector BG, se trabajó en la liberación de escombros y puesta en valor de la gran escalera central de la pirámide. Finalmente en esta temporada también se intervino mediante prospecciones y excavaciones en la estructura del periodo Colonial ubicada en la plataforma superior de la pirámide. En estos trabajos se conocieron enlucidos de barro y cal, restos de adobes y pisos y una poza de piedra. 53
  • 57. 3.3.4.- Temporada 1981. Esta temporada fue la más corta y a pesar que se hizo trabajos arqueológicos en el frontis de la pirámide principal, estos estuvieron abocados sobre todo al mantenimiento de las intervenciones anteriores, la mayor parte del tiempo del proyecto se usó en la construcción del Museo de sitio. 3.4.- La estratigrafía. Con respecto a este tema, debemos lamentar el hecho que no hemos podido conseguir algunos datos de las excavaciones. Así, en el caso de los dibujos de perfil de los sectores BF y BG (Figuras 13 y 14), no tenemos datos de las capas sino que se muestran los cortes en ejes de las plataformas con detalles en algunas de estas. En cuanto al sector BB, si bien las capas no están descritas detalladamente y no obtuvimos todos los perfiles, es de utilidad la información recuperada. En la Figura 15 podemos apreciar una vista de planta de este sector, la cuadriculación y la ubicación de los perfiles que se detallarán más adelante. 54
  • 58. Figura 13. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BF (Redibujado del documento del Proyecto Copesco). 55
  • 59. Figura 14. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BG (Redibujado del documento del Proyecto Copesco). 56
  • 60. Figura 15. Dibujo de planta del Sector BB con la ubicación de las cuadrículas y los perfiles citados en el texto (Redibujado del documento del Proyecto Copesco). 57
  • 61. 3.4.1.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N2-3 E17-18 (Figura 16). 2A: Tierra negra. No se analizaron fragmentos de este nivel por pertenecer al periodo Pukara Medio/Clásico. 3B: Tierra roja con gravilla. No se analizaron fragmentos de este nivel por pertenecer al periodo Pukara Medio/Clásico. 4C: Tierra blanca. No se analizaron fragmentos de este nivel por pertenecer al periodo Pukara Medio/Clásico. 5D: Tierra roja. Se encontró un tazón grande de paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado. 6D: Tierra negra. Se encontró un cuenco pequeño de paredes divergentes y borde redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo divergente y borde redondeado engrosado externo; una olla con cuello mediano de paredes ligeramente cóncavas verticales y borde biselado; una olla sin cuello de paredes muy inclinadas y borde engrosado interno redondeado y un tazón grande de paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado. 58
  • 62. 7DE: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla con cuello mediano y de paredes ligeramente cóncavas verticales y borde engrosado externo; una olla con cuello mediano y de paredes ligeramente cóncavas convergentes y borde engrosado externo; dos tazones medianos de paredes divergentes rectas y borde redondeado; un cántaro mediano de cuello ligeramente cóncavo vertical y borde biselado y un cántaro pequeño de cuello ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado. 8DE: Tierra negra. Se encontró un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado. 9E: Tierra roja con grava. No se encontró bordes identificables con alguna forma. 10E: Tierra amarilla arenosa. No se encontró bordes identificables con alguna forma. 11F: Tierra negra arenosa. No se encontró bordes identificables con alguna forma. X: Lentes rojos. No se encontró bordes identificables a alguna forma. 59
  • 63. Y: Tierra negra arenosa. No se encontró bordes identificables a alguna forma. Figura 16. Dibujo del perfil oeste de la Cuadrícula N2-3 E17-18 del Sector BB (Redibujado del documento del Proyecto Copesco). 60
  • 64. 3.4.2.- Descripción de capas, Sector BB Eje Norte 4 (Cuadrículas N4-5 E17-18 y N4-5 E19-20) (Figura 17). 4C: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón grande de paredes divergentes rectas y borde engrosado externo. 6C: Tierra roja con rayas negras y blancas semi compacta. No se encontró bordes identificables con alguna forma. 6D: Tierra roja con gravilla compacta. Se encontró una olla sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde redondeado; un tazón pequeño de paredes divergentes rectas y borde redondeado; un tazón pequeño de paredes verticales convexas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes divergentes convexas y borde engrosado externo; un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde aplanado horizontal y dos tazones grandes de paredes divergentes rectas y bordes redondeados. 7D: Tierra negra con rayas rojas y gravilla. Se encontró un plato mediano con borde engrosado externo; una olla con cuello corto vertical y borde engrosado externo; una olla con cuello mediano ligeramente cóncavo convergente y borde redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo divergente y borde aplanado horizontal engrosado externo; un tazón mediano 61
  • 65. de paredes verticales rectas y borde aplanado horizontal y un tazón grande de paredes divergentes rectas y borde ligeramente redondeado. 8D: Tierra negra con rayas blancas arenosa. Se encontró un cántaro pequeño de cuello cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado; un cántaro mediano de cuello cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo divergente y borde aplanado horizontal engrosado externo y un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde redondeado. 8DE: No se halló descripción de la capa. Se encontró un cántaro mediano de cuello ligeramente cóncavo divergente y borde redondeado y un cántaro grande de cuello cóncavo divergente y borde aplanado inclinado engrosado externo. 9E: Tierra roja con gravilla arcillosa compacta. Se encontró una olla sin cuello de paredes inclinadas y borde redondeado puntiagudo. 10E: Tierra roja intercalada con tierra negra arenosa y blanca. Se encontró un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde redondeado y un tazón grande de paredes divergentes rectas y borde ligeramente redondeado. 62
  • 66. 11F: Tierra mitad roja con gravilla y mitad blanca arenosa. Se encontró una olla con cuello mediano ligeramente cóncavo vertical y borde redondeado. 12G: Tierra negra con rayas amarillas arenosas. Se encontró una olla con cuello corto vertical y borde aplanado horizontal. 13H: Tierra roja con gravilla arcillosa con rayas negras arenosas. No se encontró bordes identificables con alguna forma. 14H: Tierra gris arenosa suave. Se encontró un tazón grande de paredes verticales rectas y borde redondeado. 15I: Tierra negra arenosa compacta. No se encontró bordes identificables con alguna forma. 16I: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla sin cuello de paredes inclinadas y borde rectangular alargado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo vertical y borde engrosado externo y un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado. 63
  • 67. 17I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde engrosado externo y un tazón mediano de paredes divergentes cóncavas y borde redondeado. 18I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un plato pequeño de borde redondeado; un tazón pequeño de paredes divergentes convexas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes verticales rectas y borde ligeramente redondeado; un tazón grande de paredes verticales rectas y borde aplanado horizontal y un tazón grande de paredes divergentes convexas y borde redondeado. 19I: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado inclinado y un tazón grande de paredes divergentes rectas y borde engrosado externo. 20I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde redondeado. 23I: No se halló descripción de la capa. Se encontró dos ollas sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde engrosado interior y exterior y una olla sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado inclinado. 64
  • 68. Figura 17. Dibujo de perfil del Eje Norte 4 del Sector BB (Redibujado del documento del Proyecto Copesco). 65
  • 69. 3.4.3.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N6-7 E23-24 (Figura 18). 4C: Tierra blanca arenosa semi compacta. Se encontró un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado. 6C: Tierra roja con rayas negras y blancas semi compacta. No se encontró bordes identificables con alguna forma. 5D: Tierra roja con gravilla compacta. Se encontró un cántaro mediano de cuello ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo puntiagudo. 6D: No existe descripción de la capa. Se encontró un cuenco grande de paredes divergentes y borde redondeado; un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado; un tazón grande de paredes verticales convexas y borde engrosado interno y externo y un tazón grande de paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado. 7D: Tierra negra con rayas rojas y gravilla. Se encontró un cuenco pequeño de paredes divergentes y borde redondeado. 66
  • 70. 8D: Tierra negra con rayas blancas arenosa. No se encontró bordes identificables con alguna forma. 9E: Tierra roja con gravilla arcillosa compacta. No se encontró bordes identificables con alguna forma. 10E: Tierra roja intercalada con tierra negra arenosa y blanca. No se encontró bordes identificables con alguna forma. 11F: Tierra mitad roja con gravilla y mitad blanca arenosa. Se encontró un plato mediano con borde engrosado externo. 12G: Tierra negra con rayas amarillas arenosas. Se encontró una olla sin cuello de paredes inclinadas y borde redondeado alargado y una olla sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado horizontal. 13H: Tierra roja con gravilla arcillosa con rayas negras arenosas. No se encontraron bordes identificables con alguna forma. 14H: Tierra gris arenosa suave. No se encontraron bordes identificables con alguna forma. 67
  • 71. 15I: Tierra negra arenosa compacta. Se encontró un cántaro pequeño de cuello ligeramente cóncavo divergente y borde redondeado; dos ollas sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde redondeado y un tazón pequeño de paredes divergentes rectas y borde engrosado externo. 16I: No existe descripción de la capa. Se encontró un plato grande de borde redondeado. 17I: No existe descripción de la capa. Se encontró un cuenco grande de paredes divergentes y borde redondeado; un cántaro pequeño de cuello ligeramente cóncavo divergente y borde aplanado inclinado alargado; una olla sin cuello de paredes muy inclinadas y borde engrosado interno redondeado; una olla sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde engrosado externo; un plato mediano de borde redondeado; un tazón grande de paredes verticales convexas y borde redondeado y un tazón grande de paredes divergentes rectas y borde engrosado externo. 18J: No existe descripción de la capa. Se encontró un tazón grande de paredes divergentes convexas y borde redondeado. En este nivel, se detuvo la excavación por producirse una filtración de agua. 68
  • 72. Figura 18. Dibujo de perfil del Eje Este 22 del Sector BB con la cuadrícula N6-7 E23-24 (Redibujado del documento del Proyecto Copesco). 69
  • 73. 3.5.- Secuencia general del sitio y fases de ocupación. La primera secuencia completa de la historia ocupacional del sitio fue propuesta por Wheeler y Mujica (1981) en un reporte a la National Science Foundation (NSF). En esta, se proponen seis épocas, desde tiempos pre- Pukara hasta la ocupación Colonial. Esta secuencia ha sido enriquecida con los datos del “Informe Final de Ejecución de Obra, Sitio Arqueológico de Pucará-Puno, 1982”. 3.5.1.- Fase I. Ocupación inicial del sitio. Esta fase corresponde a la primera ocupación del sitio cuyas evidencias fueron hallados en tres zonas. Primero sobre roca madre, en las capas I y J de la plaza hundida del Sector BB asociadas a un muro pobremente construido y huesos animales; luego en la plataforma 3 del Sector BG y finalmente en el Sector BF en el primer tramo de la escalinata de la Plataforma 1 y en la esquina suroeste de la Plataforma 4, también sobre la capa estéril. Ya que estos niveles se consideran como pre Qaluyu y dado que existen algunos fechados para Qaluyu (Mohr-Chávez: 1977) que lo ubican entre 1400 y 800 a.C., se sugiere que la primera ocupación del sitio se encontraría aproximadamente cerca del año 1400 a.C. aunque dejan en claro que su 70
  • 74. entendimiento para estos niveles, no es el mejor debido a la falta de datos (Wheeler y Mujica 1981:26). 3.5.2.- Fase II. Época transicional pre Pukara. Esta ha sido identificada en las capas F, G y H de la plaza hundida del Sector BB con asociación a un muro bien hecho de 0.60m. de altura, el cual al parecer sirvió como contención de una plataforma por lo que se toma como el inicio de la arquitectura no doméstica del sitio. En esta época, se iniciarían las interrelaciones con otros lugares dentro y fuera de la cuenca ya que se menciona contactos con el valle del Vilcanota y la cuenca sur del Titicaca. Además, se propone un nuevo estilo local altiplánico que llaman Zeta y está definido como una cerámica de pasta roja con decoración incisa curvilínea (Wheeler y Mujica 1981:26-29). 3.5.3.- Fase III. Transición pre Pukara a Pukara. Esta época ha sido situada entre 850 y 200 a.C. sobre la base de cronología relativa de cerámica. Las evidencias de esta época fueron halladas en las capas C, D y E de la plaza hundida en el Sector BB, en las plataformas 2, 3 y 4 del Sector BF y en el atrio del Sector BG (Wheeler y Mujica 1981:29). Lo más importante para este periodo fue el hallazgo de una pirámide escalonada de cinco niveles que precede a la que vemos en la actualidad. 71
  • 75. Thomas Lynch (1981:204) agrega que esta pirámide anterior estaría fechada quizás entre el 800 y el 200 a.C. y que lo más importante de este hallazgo es que se descubrió que existe continuidad entre las dos etapas culturales. En las excavaciones se encontraron cuatro de los muros de contención de las plataformas y al parecer existe un quinto nivel por lo que se deduce que la primera pirámide tenía la misma altura que la segunda aunque era más pequeña. Los muros tienen un ancho aproximado en la base de 3.40m. y en la cabeza de 2.90m. con una altura de 4 metros. En cuanto a la cerámica, este periodo es particular puesto que se dan a conocer tres nuevos estilos o tradiciones alfareras con diversos orígenes y que estarían hablando de contactos cada vez más fuertes con otros lugares y con zonas más alejadas también. Wheeler y Mujica (1981:34-40) señalan a Pukara Inicial (llamado originalmente Pucara Río por Franquemont en 1967) como un estilo indígena altiplánico ya que tendría como antecedente el estilo Zeta ya descrito y sería asimismo, antecedente directo del estilo Pukara Clásico. El siguiente estilo es el Cusipata, el cual ya había sido definido como tal por Franquemont (1986) pero con base en las excavaciones de Kidder en la pampa central (Área IV) y no con materiales del Qalasaya. Wheeler y Mujica (1981:34) mencionan que dicho estilo es parecido a la cerámica pintada Qaluyu pero que no podría 72
  • 76. considerársele de tradición altiplánica y que más bien tendría sus orígenes en el valle del Vilcanota al norte debido a su semejanza con la tradición Marcavalle. El tercer estilo mencionado para este periodo de transición es el llamado Ramis, el cual es definido como una cerámica de pasta negra, mal hecha, con mala cocción y decorada con diseños incisos geométricos, los cuales fueron rellenados con pintura roja brillante y verde clara post-cocción. Por sus características se propone que es una cerámica originaria de las tierras bajas amazónicas del oriente (Wheeler y Mujica 1981:40). 3.5.4.- Fase IV. Época Pukara Clásico o Medio. La Época IV corresponde al tiempo donde se entierra ritualmente la pirámide anterior y se da un proceso de renovación y agrandamiento del templo, así como la construcción de tres plazas hundidas en la cima del Qalasaya. La segunda pirámide se construyó de la siguiente manera (ver Figuras 6 y 7): 1) Se levantaron muros rústicos paralelos a los muros de contención de las plataformas; 2) Se rellenó el espacio intermedio con arcilla de río; 3) Se construyeron nuevos muros de contención adyacentes a los muros rústicos, los cuales sostienen también un relleno compuesto de piedras 73
  • 77. grandes en la base y pequeñas en la parte superior y 4) Se niveló el piso de la nueva plataforma. Los autores lamentan, sin embargo, la escasa cantidad de cerámica que pudieron recoger de esta época debido al trabajo previo de Kidder en 1939 (Wheeler y Mujica 1981:40-43). Es de este periodo que tenemos la mayor cantidad de fechados, Klarich (2005a:241) presenta 15 fechados C14 de sus excavaciones en la pampa central del sitio, los cuales tienen un rango de entre 360 a.C. y 240 d.C. y 11 de ellos se encuentran entre 180 a.C. y 120 d.C. 3.5.5.- Fase V. Abandono del sitio y colapso de Pukara. La Época V es la denominada ocupación Pukara Decadente y abandono del sitio, proceso que al parecer se desarrolló de forma pacífica y rápida. Las evidencias fueron halladas en la cima de la pirámide, en la zona entre las dos plazas hundidas que están hacia el norte (BB y BA) donde se descubrieron una serie de patios sin techo donde se habría producido actividad doméstica. Asociada a los restos de fauna se encontró cerámica que mantiene características Pukara pero con nuevas formas y de manufactura menos elaborada. 74
  • 78. 3.5.6.- Fase VI. Reocupaciones tardías. Esta fase corresponde a las reocupaciones tardías del sitio. La primera se produjo mucho tiempo después del colapso de la entidad política Pukara y es uno de los enigmas para la cuenca norte del Lago Titicaca puesto que aún no se han encontrado ocupaciones pertenecientes al Horizonte Medio. La primera reocupación se realizó por los Collas alrededor del 1250 d.C., quienes usan con más intensidad las laderas al pie del Peñón aunque también hay evidencias de ocupación doméstica y cistas intrusivas en las plataformas del Qalasaya. Los Incas reocupan el sitio aproximadamente en el 1471 d.C. gracias a las acciones de Tupac Yupanqui quien vence en batalla a los Collas que se habían sublevado. Las remodelaciones Inca se encuentran en dos lugares: En el límite de los sectores BF, BE y BH donde construyen una escalinata mediante una combinación de peldaños y rampas y en las plataformas 4 y 5 del Sector BG donde edifican un muro con hornacinas trapezoidales. Finalmente, la evidencia del periodo Colonial se encuentra en los sectores BA y BC. En el primero de ellos, se encontró nueve casas de planta rectangular dispuestas una al lado de la otra y separadas por un pasadizo de 1 metro de ancho. En el segundo sector también se encontró nueve casas aunque de 75
  • 79. manufactura más rústica y aglutinadas sin ningún orden. Asimismo en el límite con el Sector BB, se encuentra una gran estructura que funcionó como iglesia cristiana, la cual fue construida con muros de barro con base de piedra y en una de sus paredes, se encontraron siete hornacinas, algunas de las cuales conservan restos de pintura. Esta cronología fue reformulada luego por Mujica. La secuencia cronológica de los estilos cerámicos para la cuenca norte sería de la siguiente manera (ver Figura 1 en Mujica 1988:79): Qaluyu (1400-800 a.C); Cusipata (800-500 a.C.); Pukara Inicial (500-200 a.C.); Pukara Medio (200 a.C-100 d.C.) y finalmente Pukara Tardío (100-380 d.C.). En cuanto a la secuencia en el sitio de Pukara, Mujica (1987:28) menciona que en las capas más antiguas, hay cerámica mal definida pero se ha identificado cuencos bajos de lados rectos y divergentes con incisiones delgadas y ollas sin cuello. Así él propone que la cerámica Qaluyu, es introducida tardíamente en la secuencia más temprana del sitio ya que se encuentra en niveles por encima de los que contienen esta cerámica descrita aunque asociada a otros estilos cerámicos que tampoco se conocen bien. Por encima de estos niveles, hay otros con materiales Qaluyu y Cusipata mezclados, luego Cusipata solo y después Cusipata asociado a una cerámica similar a Pukara que vendría a ser la fase más temprana del estilo Pukara (Mujica 1987:25; 1988:87). 76
  • 80. Finalmente, por encima de esto y sobre el nivel de arcilla roja ya mencionada, se encuentran los materiales Pukara Clásico o Medio. 77
  • 81. Capítulo 4 El material cerámico. 4.1.- La clasificación morfofuncional. Decidimos realizar esta clasificación en lugar de buscar tipos ya que normalmente, las tipologías se basan únicamente en ciertos atributos formales o estilísticos. De acuerdo con Lumbreras (1987:3), sostenemos que tiene que haber una relación entre la forma de la vasija y la función que ésta debió cumplir. Esto quiere decir que la vasija debe tener ciertas características en forma y estructura física para que sirvan eficientemente en la función para la cual ha sido elaborada. El primer paso es según Lumbreras (op.cit.) y Orton, Tyers y Vince (1993:78), clasificar la cerámica diagnóstica haciendo dos grandes grupos que corresponden a la clase de las vasijas. Las dos grandes clases que tenemos son las vasijas abiertas y las vasijas cerradas. Luego se debe ubicar dentro cada clase las diferentes categorías (i.e. tazón), sus variantes (i.e. de paredes verticales) y finalmente los atributos específicos (i.e. labio redondeado). En el análisis morfofuncional se han registrado platos, cuencos y tazones como vasijas abiertas y ollas sin cuello, ollas con cuello y cántaros como vasijas cerradas. El total de fragmentos analizados fue de 4582 sin embargo 78
  • 82. la mayoría de estos son muy pequeños como para ser identificados como parte de alguna forma de vasija específica. Por este motivo, los resultados del análisis se encuentran basados en el número de bordes con un tamaño mínimo de 5% para que sean representativos. El total de vasijas identificadas fue de 299. 4.1.1.- Descripción de las categorías formales. 4.1.1.1.- Vasijas abiertas (N=150, 50.16% del total). Son vasijas de acceso no restringido cuya función está asociada al consumo de alimentos sólidos y líquidos y el ancho máximo se encuentra en la boca. Se reconocieron las siguientes formas (Figura 19): 4.1.1.1.1.- Platos (P) (N=5, 1.67% del total). Son vasijas de base plana, de paredes muy inclinadas y muy cortas. A pesar que la cantidad de ejemplares es muy limitada y por lo tanto no es representativa, debemos resaltar que la manufactura es consistente. La superficie interior fue alisada y la exterior bruñida y ambas fueron engobadas aunque no presentan decoración. Se encontraron muy pocos ejemplares sin embargo fueron clasificados según el tamaño de la vasija y la forma del labio en las siguientes categorías (Figura 20 y Tabla 1): 79
  • 83. a) Platos pequeños con labio redondeado (P1) (Lámina 01, Fig.1). b) Platos medianos con labio engrosado externo (P2) (Lámina 01, Fig.2). c) Platos grandes con labio redondeado (P3) (Lámina 01, Fig.3). 4.1.1.1.2.- Cuencos (C) (N=8, 2.67% del total). Son vasijas de paredes convexas y base redondeada donde el diámetro máximo se puede encontrar en el borde o en el cuerpo. La superficie interior generalmente estuvo alisada o bruñida mientras que la exterior presenta alisados y pulidos aunque en la mayoría de casos no, no se pudo determinar el acabado debido a la erosión. Ambas superficies fueron engobadas y no presentan decoración. En este caso se encontraron pocos especímenes aunque fueron clasificados según el tamaño de la vasija, la forma de las paredes y la forma del labio en las siguientes categorías (Figura 21 y Tabla 2): a) Cuencos pequeños (Diámetro de entre 7 y 10cms.) (C1).  De paredes verticales y labio redondeado (C1A) (Lámina 02, Fig.1).  De paredes divergentes y labio redondeado (C1B) (Lámina 02, Fig.2). b) Cuencos medianos (Diámetro de entre 11 y 15cms.) (C2).  De paredes divergentes y labio aplanado horizontal (C2A1) (Lámina 02, Fig.3). 80
  • 84. De paredes divergentes y labio aplanado inclinado (C2A2) (Lámina 03, Fig.1). c) Cuencos grandes (Diámetro de entre 16 y 20cms.) (C3).  De paredes verticales y labio redondeado (C3A) (Lámina 03, Fig.2).  De paredes divergentes y labio redondeado (C3B) (Lámina 03, Fig.3). 4.1.1.1.3.- Tazones (T) (N=136, 45.48% del total). Son vasijas de base plana donde el diámetro máximo se encuentra en el borde. Las superficies interiores estuvieron generalmente alisadas o pulidas. Este alisado interno se realizó mayormente con algún tipo de tela debido a las marcas aunque en muchos casos se habría utilizado un objeto de punta roma, una coronta de choclo o simplemente la mano. Las superficies exteriores fueron generalmente pulidas o bruñidas. En los casos pulidos, las superficies interiores también estuvieron pulidas mientras que en los casos bruñidos, estas estuvieron sobre todo alisadas. Ambas superficies estuvieron engobadas y casi no se presentan decoraciones. En este punto debemos mencionar que cuando la decoración se encuentra en la superficie interna, no lo está en la externa y a su vez, cuando se presenta en la externa, no hay decoración en la interna. 81