El norte magnético señalado por una brújula no coincide exactamente con el Polo Norte geográfico, y se desplaza unos 100 metros diarios desviándose cada año unos 40 km de su posición original, además, la intensidad del campo magnético terrestre fluctúa con el tiempo e invierte periódicamente su polaridad en ciclos de miles de años, encontrándose actualmente en una fase decreciente.