Los estándares web son un conjunto de recomendaciones del W3C para crear documentos web de forma consistente e interoperable entre diferentes dispositivos. Siguiendo estándares como XHTML y CSS, los sitios web funcionarán mejor, serán más accesibles y requerirán menos mantenimiento a largo plazo. Diseñar primero la estructura del contenido y luego el estilo visual usando estándares web facilita realizar cambios en el futuro sin tener que modificar cada página individualmente.