Jesús pregunta a sus discípulos sobre lo que la gente dice acerca de su identidad. Los discípulos responden que algunos dicen que es Juan el Bautista, Elías o Jeremías. Jesús luego pregunta directamente a los discípulos y Simón Pedro confiesa que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Jesús bendice a Pedro y dice que edificará su iglesia sobre esta revelación, la cual vino del Padre celestial y no de la carne o la sangre.