La arquitectura del siglo XX se caracterizó por el funcionalismo racionalista, un principio estético que se manifestó en obras de diferentes tendencias con diseños sencillos inspirados en la cultura occidental. Los tres principales movimientos arquitectónicos fueron el racionalismo, que retomó la simplicidad y los volúmenes elementales; el tardomoderno, que exageró las características del racionalismo; y el postmoderno, que intentó conectar con el público a través de un estilo atractivo que incorporó elementos de los dos ant