Los niños mapuches jugaban a varios juegos tradicionales, incluyendo el kume que consistía en no hablar ni reírse, el trariangue donde un jugador con los ojos vendados trataba de atrapar a otros, y el elkaum que era similar al juego de las escondidas. Otros juegos populares eran el nutum de persecución y el trikokenum que era como la rayuela. Los juegos han acompañado a los niños a lo largo de la historia en diferentes culturas.