El documento propone que para crear una buena convivencia entre personas de diferentes religiones e ideologías, es necesario respetar las diferentes creencias a través de la educación, la colaboración, la celebración conjunta y el desarrollo de actitudes de tolerancia y comprensión. También señala que muchas personas son discriminadas por sus creencias y que el respeto a la libertad religiosa es fundamental para los derechos humanos.