El documento discute cómo los seres humanos han desarrollado constructos sociales sobre la imagen corporal y cómo esto conduce a prejuicios. Explica que nuestras experiencias formativas dan forma a nuestras percepciones mentales del mundo de maneras que pueden variar según la cultura. También señala que a menudo es fácil encontrar un culpable cuando se escuchan historias, lo que lleva a la discriminación basada en prejuicios. Finalmente, sugiere que es más útil juzgar a las personas por sus habilidades en lugar de por su a

1. Raíz de los prejuicios
El ser humano se ha formado a través del tiempo un constructo social de la imagen
corporal y a tomado conciencia de la noción de este y por ende de su dominio.
El hecho de que los hombres tengamos una conciencia corporal nos ayuda a ser
capaces de contener en él una serie de concepciones subjetivas del mundo y lo que
hay en él. La imagen mental que tenemos son gracias a experiencias previas, lo que
alguien asume por alto en Oaxaca es totalmente diferente en Chihuahua, damos por
hecho que interviene la culturalización de las personas.
No importa que versión de una historia escuchemos seguro se nos facilitara
encontrar una víctima y un victimario, a esto se le llama discriminación pero
relacionada a un prejuicio.
La imagen que tengamos de la “perfección” del cuerpo es trascendente desde el
punto de vista subjetivo, pero cuando nos enseñemos a discriminar habilidades y
capacidades será mucho más fácil eliminar prejuicios, nos daremos tiempo para
conocer las potencialidades de las personas que no conocemos.
Yamiley M.