El autor de la carta relata haber secuestrado, drogado y violado a la hija de los padres. La llevó a su casa donde la ató y amordazó en la cama antes de meterla en la bañera esposada. La violó repetidamente en la bañera, ignorando sus súplicas de usar protección, causándole daño físico. Finalmente la dejó inconsciente en la bañera llena de excrementos antes de vestirla y dejarla en su casa.