Los niños iban al final del verano a una arboleda sola a recoger manzanas para llevar a sus casas. El dueño de la arboleda salía de viaje por semanas. Una mañana fueron sorprendidos recogiendo manzanas sin permiso porque el dueño había regresado. El dueño se enojó y los retó, prohibiéndoles volver y diciendo que hablaría con sus padres, pero éstos nunca los retaron.

1. RELATO 33
Había una vez un grupo de niños, que al final de cada verano les
gustaba ir a buscar manzanas a una arboleda que casi siempre estaba sola, porque el dueño
salía de viaje en forma estable. A veces, no se le veía en semanas. Entonces llevaban un
saco y recogían manzanas para llevar y comer tranquilamente en sus casas. Una de las niñas
mayores se subía a un cerco y las agarraba. Cuando en la casa le preguntaban de dónde las
sacaban, respondían que se los regalaba un caballero.
Resulta que una mañana decidieron ir en busca de las deliciosas
manzanas, sin percatarse que el dueño había llegado la noche anterior. Enorme fue el susto
que les produjo el que fueran sorprendidos sacando las frutas sin permiso. El dueño se
enojó bastante y los retó, prohibiéndoles que se acerquen a la arboleda. Además, les dijo
que conversaría con sus padres, para que enseñen a sus hijos a pedir las cosas que son
ajenas.
Pasó el tiempo y todos esperaban el reto de sus padres, pero éste no
llegó. Jamás entraron de nuevo a buscar las exquisitas manzanas.
RESPONDER:
-¿Qué hacía los niños al final del verano?
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-¿Por qué la arboleda estaba sola?
-¿Qué fue lo que pasó una mañana?
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-¿Qué hizo el dueño de las manzanas?
-¿Por qué se crees que los papás no retaron a los niños?
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