1. RELATO 37
Había una vez un niño llamado Fermín, a quienes todos admiraban
porque desde niñito sentía predilección por los libros. Le gustaban los cuentos con
ilustraciones llamativas y mientras los demás niños del sector preferían mirar televisión o
jugar, él pasaba gran parte de su tiempo leyendo sus libros. Por suerte sus padres, lo
incentivaban a leer, comprándoles diferentes libros, que Fermín no tardaba en leerlos y
contarles la historia relatada a sus padres.
Resulta que una vez llegó a su escuela un vendedor de libros que
ofreció varios títulos a los niños, y cuando le preguntó a Fermín, qué libros iba a comprarle,
éste respondió que ninguno, pues ya los había leído todos. Entonces, el vendedor al
escucharlo no tuvo más remedio que felicitarlo y prometió volver la semana siguiente y
regalarle veinte cuentos a su elección, para que siga cultivando este hermoso hábito.
RESPONDER:
-¿Por qué todos admiraban a Fermín?
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-¿Qué hacía él mientras sus amigos veían televisión?
-¿Cómo lo incentivaban sus padres?
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-¿Por qué el vendedor felicitó a Fermín?
-¿A qué volvería la semana siguiente el vendedor?
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